Cannibal Corpse-Torture

Hubo una época en que parecía que la música extrema se convertiría en la “next big thing”, bandas como Napalm Death, Morbid Angel y Deicide asomándose en demasía a las masas, produciendo videos que eran mostrados en horarios bastante accesibles, con venta de discos de casi un millón de copias, Sony enloqueciendo con dicha música y literalmente rogándole a la Earache le “vendiera” grupos, cediéndole esta, a bandas como Scorn, Cathedral y Fudge Tunnel, con bandas bien establecidas como Sepultura y Death u Obituary a la cabeza del movimiento y bandas más nuevas como Godflesh o Fear Factory dándose a conocer cada vez más, y hablo de música extrema, porque no quisiera especificar y decir que si estos es Death Metal, si estos es Grindcore, etc., pero si, hubo una época en que parecía que el metal comercial sería barrido del mapa por el extremismo sonoro, por nuestro deseo de destruir lo que se conocía como música, una época de “greñudos locos”, camisas negras y demás cosas que fácilmente terminaban haciendo que te etiquetaran de drogadicto o delincuente, hoy en día, gracias a cierto inepto de Seattle de apellido Cobain, el pelo largo, el vello facial, las camisas negras y las botas industriales son el uniforme de la juventud, pero hubo una época en que Seattle ni siquiera figuraba, y la idea de las “mentes” brillantes de Hollywood era hacer la gran película del “Death Metal” Escalofriante verdad? Se habló mucho de Johnny Depp (el inadaptado social por excelencia) para el papel principal, pero fue en ese entonces que el “todos dijeron Nevermind” y las disqueras le apostaron a la versión estadohundidense del post punk inglés, le vendieron a la juventud “una alternativa”, que en realidad, como decían los Who: “Meet the new boss, same as the old boss…”, es decir, lo mismo sólo un poco revuelto para confundir, tiempos oscuros se vinieron encima de todos, y como decía alguna compañía disquera, “algunas cosas fueron creadas para permanecer bajo tierra”, y esas gloriosas bandas extremas regresaron al underground.

Uno de sus más grandes exponentes, y tan extrema, como los extremos lo permiten, al grado de convertirse en algo BRUTAL, así con letras mayúsculas, Cannibal Corpse, la banda favorita para ser amada por las juventudes y odiada por las buenas conciencias, esa que parecía acaparar cada “cliché” del genero y hacerlo orgullosamente propio, esa banda que represento fielmente lo que es la música extrema, con sus gloriosas ridiculeces, actitud extrema y volúmenes desafiantes, logró convertirse en poseedora de varios discos con un millón de copias vendidas, todo un ejemplo para una banda subterránea, poco afectada por el intenso “pirateo”, por el contrario, profundamente beneficiada por este, si claro, los escuchabas en casetes que algún amigo te grababa, pero tu querías esa portadas extravagantes de Vincent Locke y querías esas camisas con imágenes de gore extremo para ponerle los pelos de punta a tu abuela.

Ahora bien, luego de una sólida serie de discos subterráneos, Cannibal Corpse está de regreso, celebro que en su momento, la banda no se haya vuelto “favorita” de MTV, que la banda no se haya convertido en la “next big thing”, porque probablemente a estas alturas ya no existiría, pero el destino siempre es incierto y lo que parece mala suerte, termina siendo una gran oportunidad y la banda esta nuevamente en forma y en que forma!, Torture es intenso como pocos, con el ya de sobra conocido Demented Agression que circula por la red y que nos muestra una banda que literalmente “tira a matar”, con un George “Corpsegrinder” deshaciéndose la voz, con unas guitarras que “rugen” de forma masiva, un Sarcophagic Frenzy que continúa la descarga sin piedad, ritmos brutales, si, pero que cavan agujeros en la mente y se quedan ahí anidados.

Scourge Of Iron es intensa, sus guitarras parecieran capaces de arrancar la piel y el músculo hasta llegar al hueso de cualquier ser viviente, combustible para los “mosh pits”, esas secuencias lentas, esos incesantes “grooves”, del supuesto groove metal, no se engañen, salieron directos del death metal y de bandas como los Cannibal Corpse, quienes en esta pieza dan una cátedra de verdadero poderío en la guitarra rítmica.

Solos frenéticos, que a más de uno le traerán recuerdos de bandas como Slayer, Obituary o Death abren Encased In Concrete, con un trabajo demoledor de bajo el vocalista demostrando que a pesar de rugir como pocos, también sabe manejar un veloz fraseo que vaya a la paz de la feroz descarga de metralla, As Deep As The Knife Will Go con sus blast beats a todo lo que da, es un verdadero festín de poder, con unas guitarras que avivan por todos lados la tensión, pero no se vayan con la impresión de que esto es pura brutalidad, que si lo es, pero agréguenle la magia técnica que imprime la banda en piezas como Intestinal Crank o The Strangulation Chair, con un sin fin de desorientadores cambios de dirección, para después darnos un pequeño chance de retomar el aire en Followed Home Then Killed, con sus ritmos lentos, amenazantes, que dan pie a una macabra historia de terror (una más) de esas a las que nos tiene acostumbrados la banda.

Crucifer Avenged, Rabid y Torn Through forman un triunvirato impecable de brutalidad, técnica e intensidad, un cierre de disco como pocos, con una banda que en ningún momento baja la guardia, que muestra puro músculo, en el que nada sobra y todo aporta, con trabajaos de guitarra y bajos soberbios, un baterista destinado a convertirse en uno de los mejores del genero y un vocalista que ha sabido ganarse su lugar y hacer que nadie extrañe a Chris Barnes, un disco para recordar buenos tiempos y perder la cabeza un poco.

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