Julia Holter-Ekstasis

Para beneplácito de más de uno (cuéntenme por favor), este mundo, se está convirtiendo en un mundo de mujeres, algo que inició con gente como Yoko Ono, Nico, Betty Davis, Patty Waters (todas ellas detestadas, ignoradas por las masas) allá en los 60s, y siguió en los 70s-80s, con  gente como Annette Peacock, Patti Smith, Kate Bush, y más recientemente Bjork, Tori Amos, PJ Harver, Joanna Newsom y que ahora se nos presenta con gente como María Minerva, Laurel Halo Hanne Hukkelberg y Julia Holter.

Holter nos había traído el año pasado una joya del ambient pop, la electrónica  y la psicodelia de los 60s llamada Tragedy, que no solamente combinaba el pop etéreo con ciertas reminiscencias a la chanson francesa, con una delicada electrónica, muy al estilo de bandas electrónicas de los 60s (si, electrónica de los 60s!), sino que además en un extraño y bizarro giro, la fusionaba con la mitológica griego-romana (dos grandes discos del año pasado, Tragedy y el Ancient Romans, de Sun Araw,otro al que le gusta romper con todos los moldes y esquemas, curiosamente usaban la influencia de las mitologías griego-romanas para basar en ellas sus creaciones).

Este año, Holter, trabajadora incansable y destructora del pop (contemporánea de gente como John Maus, Nite Jewel y Ariel Pink), la electrónica y la psicodelia por igual regresa con Ekstasis, un trabajo que continúa con su obsesión con la mitológica y el pop etéreo, Marienbad pereciera ser extraída directamente de un sueño plácido, delicado en extremo, con esa maraña de voces grabadas en capas por Julia y acompañadas de manera minimal por sonidos generados electrónicamente, pero no todo es placida calma, ya que a mitad de la pieza, Holter incluye generosas dosis de turbulencia, un tema de ensueño, que nos vuelve imposible no pensar en Kate Bush, Syd Barret y Rita Lee de Os Mutantes.

Our Sorrows inicia en un plano más electrónico, electrónica arcaica claro, cercana a esa que nos traían los United States of America o 50 Foot Hose, sólo que más oscura y nostálgica, las voces grabadas en capas por Julia forman un torbellino de nubes que parecieran acompañarnos en un viaje al mismísimo paraíso (con percusión minimalista), la música es poseedora nuevamente de una calidad onírica que nos lleva a un punto sublime de escucha, mientras que In The Same Room, con sus arreglos pareciera ser una pieza escapada de los 80s, que Holter rescata y nos trae de vuelta, algunos toques de la new wave, y algunos toques del pop “sagrado” de los 60s (recuerdan ese organo de iglesia que usaron los Procul Harum en Whiter Shade of Pale?) algunas partes cercanas a esas hermosas voces que conocimos por primera vez gracias a los Cocteau Twins, la Holter es definitivamente una firma candidata a una de las voces más hermosas de este año sin duda alguna.

Ekstasis es un disco difícil, capaz de poner a más de un en aprietos por su aparente inaccesibilidad, falta de “ritmos”, pero esto es algo que sucede sólo en la superficie, ya que Holter construye una densa nube de melodías oníricas que rompen cualquier esquema del pop, pero a la vez, no se embarca en un titánico viaje hermético que aleje a cualquiera, gente interesada en vocalistas y compositoras antes mencionadas, como Bjork, o Hanne Hukkelberg, sin duda alguna encontraran sumamente atractiva la propuesta de Julia Holter, definitivamente es un disco más “pulido” y elaborado que Tragedy, (no mucho, no se desmayen) y seguramente le ayudará a seguir avanzando en su carrera, Fur Felix es puro barroquismo pop, acaso la Holter quisiera convertirse en la heredera de esas piezas de pop barroco de gente como Brian Wilson o Van Dyke Parks? En verdad no está muy lejana, una prodigiosa mezcla de accesibilidad e inquietud artística que nos ha traído en esta ocasión Julia.


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