Chris Corsano-Cut

Considerado por muchos como uno de los mejores bateristas de vanguardia y poseedor de una técnica que va del hardcore al free jazz con suma facilidad y sorprendente facilidad, Chris Corsano es uno de los bateristas más solicitados en tiempos recientes, participante con artistas y grupos de renombre como Bjork, Six Organs Of Admittance (del buen Ben Chasny), tríos como el que formara con los Rangda (con el ya mencionado Chasny y Richard Bishop), en duetos con gente como Paul Flaherty, o inclusive como solista, con sendos discos con sonidos alucinantes que Corsano saca de su batería, Corsano sin duda ha hecho una admirable carrera, mostrándose a la vanguardia del instrumento, de la música y de la ejecución de esta misma.

Discos memorables de su carrera como solista, de los cuales de inmediato me viene a la mente The Young Cricketer o el Another Dull Dawn, con sus incesantes y extraordinarios catalogos de sonidos que iban desde la percusión incansable hasta drones generados con cuanto instrumento y artefacto Corsano podía encontrar en el estudio, como boquillas de trompetas, saxofones y pedales de distorsión.

Ahora bien, nos encontramos con un nuevo capítulo en la singular carrera de Corsano y con este Cut, disco consistente de libres improvisaciones grabadas en una sola toma, que Corsano consigue capturar para este disco, pequeñas miniaturas en ocasiones, percusiones maravilla a cargo de Corsano ejecutadas con singular personalidad por parte del baterista y que demuestran que la amplia gama de sonidos que es capaz de emitir el instrumento en manos creativas y expertas.

Cut abre con Twice Removed y un poderoso gong que retumba fuertemente, después tambores bajos aplicados con intensidad por Corsano, en algo que pareciera mitad música y mitad ejercicio aeróbico, después platillos y diversos objetos metálicos son introducidos al juego, cual ser de múltiples brazos Corsano golpea a diestra y siniestra, por un lado manteniendo el ritmo, por otro ejecutando singulares series de sonidos, deja un espacio para alimentar el silencio, recuperar energías y emitir nuevamente una serie de golpeteos rítmicos que parecieran incansables, The Widow y The Four Apprentice son ejercicios de percusiones estilo gamelan, en dónde objetos metálicos y de cristal son golpeados desde diversos ángulos y a distintas velocidades para conseguir una nutrida cantidad de timbres, Shank and Spindle nos muestra al parejo la afición de Corsano por los instrumentos de metal, tan característicos en el free jazz y los zumbidos hinchados del mundo del drone, al cual se ha acercado constantemente a través de sus discos solistas, una pieza dónde la tensión creada por los zumbidos, y el serruchar que aplica con sus baquetas sobre sus platillos también son captados y catapultados en ocasiones a ensordecedores volúmenes a través de diversos pedales de distorsión.

Scalpels arranca con una serie de sonidos zumbantes que parecieran hacer ecos en esos violines asesinos que Hitchcock solía incluir en cintas suyas como Pyscho o Vertigo, Corsano mantiene alto el nivel de estática, una mezcla nuevamente del tallar sus baquetas contras sus platillos y contra cuerdas que Corsano coloca entre los atriles de su batería, todo esto sumado a efectos de eco que crean lo que pareciera un coro de instrumentos de metal, cualquier parecido a esa pared de sonido que solían formar los Master Musicians Of Jajouka es mera coincidencia, pero aquí Corsano pareciera estar invocando a esos ancestrales magos del sonido disonantes, lo más impresionante aquí es que Corsano genera todos estos sonidos el mismo en una sola toma, sin músicos adicionales o sin grabarse el mismo en varias tomas.

The Attendant pareciera una de esas piezas para percusión que solía crear Harry Partch, sólo que en esta pequeña miniatura es únicamente Corsano con su batería el que se encuentra como único piloto, mientras que Famously Short Arms en un trabajo más común, con tambores fuertemente aporreados por Corsano, quien aquí hace un poco al lado la precisión, en lugar de la fuerza y la velocidad, un ritmo de múltiples dimensiones que Corsano va controlando y liberando a placer, en un ejercicio de verdadera destreza que nos pone de inmediato a pensar, pues cuantos brazos adicionales tendrá Corsano escondidos?

Corsano continua rompiendo los tabúes de su instrumento y abriéndose paso no sólo como uno de los mejores bateristas del momento, sino como un singular compositor y ejecutante de vanguardia que por si sólo ha sabido llevar el instrumento a sititos no imaginados anteriormente, si Corsano es capaz de crear una barrera sónica de esta magnitud, imagínense lo que sabe hacer cuando se une a gente como Bjork, Chasny o Richard Bishop.


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