Mohn-ST


De entrada, un disco con semejantes bajos profundos, desquiciantes zumbidos de baja frecuencia tiene que se bastante atractivo para fijar nuestra atención, Mohn? Tal vez el nombre haga poco sentido, pero si mencionamos que uno de los dos participantes de este dúo dinámico, bueno, no tan dinámico, más bien estático, es ni más ni menos que el señor Wolfgang Voigt, ahí las cosas cambian, cambian y en serio, porque Voigt es sin duda alguna uno de los mas importantes figuras de la música electrónica de los últimos tiempos, ya sea directamente, a través de sus proyectos solistas o de sus colaboraciones (como esta) o a través de su disquera, la legendaria Kompakt, alemán de nacimiento Voigt es más conocido por su proyecto GAS encargado de producir alguna de la música electrónica ambient más interesante de las últimas décadas, y ahora, junto a Jorg Burger, Voight nos trae este proyecto y disco del mismo nombre.

Einrauschen arranca de manera amenazadora, con bajos enormes que pareciesen desintegrándose dejando una estela de sonido mientras van avanzando, sintetizadores que avanzan de manera lenta y amenazantes, como nubes oscuras acercándose lentamente, esparciendo sombras por doquier, recuerdo que decía Brain Eno que con la música ambient buscaba hacer música “de fondo”, que no demandara atención y que pasara a veces desapercibida ante nosotros, aquí en esta pieza es el caso contrario, la música DEMANDA poderosamente nuestra atención, nos golpea de manera sutil y dispersa, si puede ser, pero el impacto a fin de cuentas es remarcable.

Y ni que decir de Schwarzer Schwan, con sus coros sintetizados, y después esas percusiones gigantescas, esto es techno? Si, podría ser, su cualidades casi anónimas y frías están omnipresentes, pero pareciera la forma más sutil que pudieras imaginar del techno, que si es ambient, si, pudiera serlo, pero también, la forma más poderosa de ambient que pudieran imaginar, con sonidos que van al frente, que explotan frente a nosotros, que se vuelven enormes y atemorizantes en todo momento, “música de fondo?” para nada Brian, lo que tenemos aquí es una suma de las dos partes, bastante bien compenetradas y construidas intrínsecamente, el techno de Burger y el ambient de Voigt unidos mágicamente sin presentar remiendos a la vista, de manera impecable.

Ambientot pone de inmediato una sonrisa en mi rostro, porque? Bueno hay que escuchar ese lento avanzar mecánico, motorik? Si claro, los Neu! a vuelta de rueda por la carretera, conduciendo cansadamente con los parpados pesados cerrándose cada vez más, una pieza “echada atrás”, con hermosos sintetizadores y una cadencia lenta y sugestiva, mientras Saturn es una pieza casi de la era espacial, con referencia directa a los Tangerine Dream, presentando ritmos electrónicos en la más profunda oscuridad del espacio, un ritmo profundo, difícil de definir, cuya presencia parecería confabular contra esa estupenda línea de bajo electrónico, o que decir de Seqtor 88, con su fría instrumentación, muestra del techno más etéreo que se pudiese hallar, sin duda una pieza confeccionada con sumo cuidado al detalle por estos dos escultores de sonidos.

Das Field, de naturaleza gaseosa, nos recordará precisamente el pasado de Voigt con su proyecto de GAS y esa habilidad para ir llenando lentamente el espacio con sonidos duros, pero totalmente dentro del contexto ambient, es ahí precisamente donde se encuentra la magia de este Voigt principalmente en abordarnos sutilmente, pero a la vez inevitablemente imponer la densidad de sus sonidos, esas ondas sónicas que poco a poco van llenado el espacio y nos van poniendo a flotar, atravesando nuestra piel y disolviéndonos poco a poco en el mismo sonido que nos va envolviendo.

Finalmente Wiegenlied cierra este disco, con su interminable “loop” de sonido, y un ritmo que se niega a aparecer en su totalidad, una textura granulosa que poco a poco se va haciendo más y más presente y esas percusiones bajo cero, tan presentes en la música techno, que finalmente explotan una vez más durante este disco, para elevar la pieza a un grado de majestuosidad memorable, Voigt y compañía se han sacado un disco enorme, uno más de los muchos que Voigt acostumbra grabar constantemente, manteniendo como siempre el foco en la música, metiéndose en el mayor anonimato posible, dejando que la música “hable”, o más bien, en este caso susurre.




Comments

Popular Posts