Santigold-Master Of My Make-Believe

No me ofende ni me asuste que gente como M.I.A. o Nicki Minaj que han aparecido en este su humilde blog hayan salido con Madona en el Super Bowl, ya que la diferencia es marcada, M.I.A. ha hecho giras con Bjork, Bjork inclusive a hecho trabajos para Madona, y en algo se ha afectado la reputación de Bjork? Actualmente hay una mujer que mejor represente el hip hop de ruptura que la Minaj? Que les aproveche y mucho su aparición con la llamada “reina del pop”, pero Britney Spears o Christina Aguilera no son, y difícilmente lo podrán ser algún día, y déjenme incluir un nombre más: Santigold.

Esta chica nacida en el vecino país del norte y que deambuló en un buen número de bandas punk, finalmente (con discos producidos por los Bad Brains) finalmente le “hecho la carne al asador”, trabajó en un peculiar sonido y en la era de M.I.A. y todo ese conglomerado de música del tercer mundo inundando el primero, pudo hacerse notar, ahora bien este Master Of My Make-Believe, no está al nivel de una Bjork o de M.I.A., con quien comparte muchas similitudes, pero vamos, no la pondrá a un nivel comercial de Madona, eso es seguro, o acaso una Karen O, por más “cul” que pudiese parecer a logrado vender la cantidad de discos que vende Madona?

GO! Es la pieza que abre el disco y aquí si es necesario señalar que el parecido con la música de M.I.A. es notable y difícil de ignorar, desde la música y su interpretación, pero mientras que M.I.A. suele llegar en ocasiones a niveles de disonancia temerarios, Santigold mantiene más su cercanía a ritmos más tradicionales, particularmente colocándose en ese nicho conocido como post punk, que le permite conservar sus ritmos efervescentes y le da espacio de combinarlos con funk, afrobeat y electrónica (y hasta dub) entre otras cosas, Disparate Youth es un buen tema con influencias tan disparatadas como el dub, el reggae, el dance hall y guitarras ferozmente roqueras, una interpretación sexy y cálida como pocas, con una Santigold sintiéndose a gusto en un espectro vocal bajo y rodeándose de una cantidad importante de poli ritmos y filosas guitarras.

God From The Machine suena a ese punk empapado de reggae que alguna vez nos trajo The Clash, a quine Santi White debe mucho de su sonido y de su encanto pop, un equilibrio justo y ecuánime entre buen gusto y rebeldía, mientras que Fame sin duda nos regresa con el fantasma de M.I.A. y una pieza con ritmos inquietantes y las vocales de Santi elevándose por las alturas, la producción que pudo seguir una línea más dura, pero que sus productores prefirieron darle un sabor más accesible mediante la incursión de toques de electro.

Freak Like Me arranca con buenos ritmos dance hall, como esos que nos presentaba Shabba Ranks y vocales indostaníes, que la ponen directamente en un sitio que haría peligrar el puesto de M.I.A., si no es porque M.I.A. le lleva una buena ventaja en el terreno experimental de Santi, y ya saben como me desagrada ese discurso de “Identifícate conmigo que somos igual de raros”, por favor, cuando la norma se vuelve ser raro, la rareza desaparece y el discurso se vuelve estéril.

Para el momento que This Isnt Our Paradise, pareciera que el combustible y la bolsa de trucos se le han terminado a Santi, suena cansada, los ritmos y gadgets electrónicos comienzan a sonar a lo mismo y lo mismo, la complacencia empieza a prevalecer y el disco comienza a irse a pique.

Pirate In the Water llama mi atención por su notable fusión de dub y electrónica, con un rescatable trabajo de mezcla, pero que poco aporta para levantar este disco que hasta aquí comienza a hacer agua peligrosamente y aunque Look At These Hoes trate de salvar el triste destino de este disco para Santi, ya es un poco tarde, y aunque nos recete la misma dosis dos veces con Big Mouth, la inercia de algo que va a pique ya es difícil de romperse aquí, y un disco y un momento que pudo ser esencial para Santigold se pierde irremediablemente, así que sólo nos queda esperar a que M.I.A. regrese con algo bestial y contundente, o rezar porque Santigold recuerde esas feroces guitarras que le solían acompañar, o que se consiga a uno de los Bad Brains (o a Ric Ocasek quien los producía…) y que quizá en el futuro pueda reivindicarse con otro disco y no con este, que se queda sólo en un buen intento.

Comments

  1. Anonymous5/15/2012

    no, yo creo que este disco si esta bueno

    Lia

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