Más Papista que el Papa
Más Papista que el Papa
Por: Erreh Svaia
“El miedo
es algo Bueno, el miedo te llevará a tomar acciones.”
Stephen
K. Bannon
Cuando no puedes o no te quieres definir ante los
demás, te defines por lo que no eres, le funcionó a Vladimir Putin en Rusia, al
no mostrarse como de derecha o izquierda, pero definirse cono opositor a los
valores decadentes de Occidente, le funcionó a Trump al ser un empresario
autoritario y déspota al definirse como contrario a la corrupción y tibieza de
los Demócratas, le funcionó a Jaime Rodríguez Calderón en Nuevo León, un ex
PRIísta de la vieja guardia que se definió como opositor al bipartidismo, en Turquía, el demócrata conservador Recep
Tayyip Erdogan se definió como el autoritario sultán antiterrorista dispuesto a
defender a su país del caos generado por la Primavera Árabe y la amenaza del
ISIS, Rodrigo Duterte, un bravucón ni de derechas o izquierdas, definido por su
lucha despiadada a muerte contra el narcotráfico en Filipinas, igual sucede con
Andrés López Obrador, un ultra conservador que se dice de izquierdas y que se
autodefine como enemigo del sistema al que hipócritamente pertenece y de su
némesis, la abstracta mafia del poder.
Pero estamos los tiempos de la ironía posmoderna, la
era de la posverdad y, evocando al legendario cineasta estadounidense Quentin
Tarantino, la era de la Trump Fiction, una realidad que nos hace creer que un
empresario epítome del neoliberalismo, versión más salvaje del capitalismo, va
a venir a salvar a las clases más desvalidas de las élites que lo crearon,
Trump o Slim; personajes emanados de la clase política más rancia y
tradicionalmente corrupta y autoritaria, que van a salvar a las clases más
desvalidos y crearán un gobierno diferente donde prevalezca la civilidad, la
moral y los valores, una época en que se pretende justificar la pena de al
corrupto, cuando en realidad se busca una manera de deshacerse de los enemigos
políticos.
Stephen K. Bannon logró convertirse en la sombra
detrás del poder luego tomar las riendas de la campaña de Trump y guiarla hasta
el triunfo en las pasadas elecciones en los EEUU, Bannon un hombre conservador
y a la vez un tanto iconoclasta, cercano a la ultraderecha, aficionado a la
guerra (estuvo en el ejecito…y en Goldman Sachs) experto en propaganda, se ha
convertido en el hombre con mayor influencia sobre el hoy presidente del país
más poderoso del mundo, un iconoclasta admirador tanto de Vladimir Lenin (Qué
Hacer?) Maquiavelo (El Príncipe), Sun
Tzu (El Arte de la Guerra), Julius Evola (Revuelta contra el Mundo Moderno),
Aleksandr Dugin (La Cuarta Teoría Política), y William Strauss (El Cuarto Giro),
Bannon se ha convertido en todo un personaje tan fascinante como peligroso,
cuya sombra empieza a oscurecer y a empequeñecer a la figura del irreverente
Trump, asumiendo un papel de consejero casi místico al estilo Rasputin,
haciendo eco al rol jugado por el ya mencionado Dugin, en el gobierno del
presidente ruso Putin, haciendo que nos demos cuenta poco a poco de quien es
realmente quine está diseñando la estrategia a seguir por parte del país vecino
del norte.
Parte del éxito de Bannon es que ha logrado establecer
enigmáticas relaciones con las bases más ultra conservadoras en el Vaticano,
como el Cardenal Raymond Burke, alguna vez rival del actual Papa, o con los
"filósofos" de la llamada "Alt-right" como Nick Land o
Curtis Yarvin, de quienes se puede advertir cierta influencia reciproca con
respecto al movimiento llamado Dark Enlightenment, incluso ya se rumora a
Bannon buscando la manera de revertir la llamada Primavera Católica en la que
Benedicto XVI (el anterior Papa conservador) se creé fue derrocado por los
progresistas estadounidenses Barack Obama, Hillary Clinton y el húngaro George
Soros, ahora con el fin de poner un alto al Papa progresista Francisco, a
través del llamado Instituto de la Dignidad Humana, Bannon ha conseguido dar un
contexto adecuado a los EEUU para la instauración del Trumpismo (con su
concepción del mundo como un lugar oscuro y salvaje en el cual para sobrevivir
es requerido el egoísmo, la crueldad y la calumnia como métodos comunes) y su
destrucción del actual Estado y sistema, al más puro estilo Leninista,
estableciendo un escenario en los EEUU equivalente al Kali Yuga de los hindúes
del cual sólo Bannon y su gente podrán salvar al país mediante los más
despiadados procesos.
Mientras Dugin aún lucha entre las sombras del Kali
Yuga, Bannon ya inició su revuelta contra el mundo moderno desde la Casa Blanca
tomando como base el Nacionalismo Popular que toma cada vez más fuerza en
Europa y que de la mano de Vladimir Putin parece haberse convertido en el nuevo
socialismo de los tontos e idiotas utilizables.
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