Secretos del Punk Rock

 

No, no comenzó con aquella camisa de Johnny Rotten que decía "Odio a Pink Floyd...". Comenzó con Johnny Rotten declarando que Syd Barrett, el líder original de Pink Floyd, "era el verdadero Sid Vicious". Los primeros punks ingleses adoraban a Syd Barrett. Los Sex Pistols querían realmente a Syd Barrett para producir su disco debut. Los Pistols admiraban el estilo crudo y poco convencional de Barrett, y veían paralelos entre cómo Barrett había manejado de forma autodestructiva su carrera y la visión anarquista que tenían de su banda. Los Pistols veían en la visión caótica de Barrett una alma gemela de la revolución que pretendían encender. Ciertamente el "odio a Pink Floyd" nacía de aquello en lo que se había convertido la banda ya sin Barrett.

Para mediados de los 70s, Barrett se había retirado por completo de la música y vivía recluido en el ático de la casa de sus padres, padeciendo una larga batalla con enfermedades mentales. Tanto los Pistols como The Damned habían buscado a Barrett para producir sus discos, pero la reclusión de Barrett lo había hecho imposible. En lugar de Barrett, los Sex Pistols tuvieron a Chris Thomas como productor de lo que sería el Never Mind the Bollocks. Thomas se encargaría de dar un sonido estelar a los Sex Pistols, algo que los volvió realmente legendarios y les permitió publicar el que sería uno de los discos definitivos del punk rock.

Algo que pocos saben es que Thomas, además de haber trabajado con John Cale, Brian Eno y Roxy Music (la causa más probable de por qué fue contratado), también había participado en sesiones con The Beatles (Helter Skelter) y Pink Floyd. Gracias a la experiencia de Thomas en el estudio, las guitarras de Steve Jones crecerían a dimensiones insospechadas. Thomas se encargaría de convertir a una banda con muchos defectos en una banda de músicos profesionales. Paul Cook se convertiría en un metrónomo humano, mientras que Rotten aprendería a usar su voz como un instrumento más en el ataque sonoro de la banda. Thomas también se encargaría de producir el disco debut de la banda The Pretenders, lo que dejaría bien cimentada su reputación como uno de los más grandes productores de rock de los 70s.

The Damned también quería a Syd Barrett como productor para su segundo disco. Luego de contactar a Pink Floyd, The Damned se dio cuenta de que Nick Mason, baterista de la banda, tenía experiencia como productor, habiendo trabajado precisamente con Robert Wyatt y Gong, así que optaron por contratarlo. The Damned consideraban su disco debut como un álbum bastante primitivo, así que para su segundo disco querían mostrar una evolución hacia un estilo más sofisticado. Parecía que Mason podría ser la ayuda perfecta para lograrlo. Sin embargo, mientras The Damned quería tener un disco grabado por completo en un par de días, Mason demandaba tiempo y un ritmo de trabajo más lento. Music For Pleasure sería el resultado de las batallas entre The Damned y Mason. Ambas partes no pudieron trabajar de forma armoniosa y el disco fue considerado de inicio un fracaso. Sin embargo, con el tiempo el disco sería mejor apreciado al punto de considerarse de lo mejor que hizo la banda, rompiendo con las limitantes del género y atreviéndose a hacer algo diferente. Algo que seguramente no hubieran logrado con Barrett.

Al otro lado del océano, The Ramones buscaban la forma de regresar el golpe. La banda de forajidos de Nueva York sentía que los Sex Pistols habían copiado de forma descarada su sonido y estilo sin darles ningún crédito y, gracias al escándalo, los habían opacado. Aunque Johnny Rotten y Steve Jones habían declarado tener gran influencia de bandas como The Stooges y The New York Dolls, Sid Vicious no sólo admitía la enorme influencia musical de The Ramones, también había adoptado el look de pantalones rotos y chamarra negra de cuero. Luego de que se publicara el Never Mind the Bollocks, The Ramones querían estar seguros de que su próximo disco fuera más potente que los Sex Pistols. Por un momento, The Ramones quisieron usar a un productor legendario de la estatura de Chris Thomas. Phil Spector, el legendario productor musical, se ofreció para producir el Rocket to Russia; sin embargo, The Ramones declinaron. En ese momento, la banda quería potencia y nada más. Mientras los Pistols buscaban el escándalo y la violencia, The Ramones querían velocidad y simpleza. Al final, los Pistols se impondrían con su afinidad por la estridencia.

Si The Ramones no habían podido ser más estridentes, ahora buscarían ser más "clásicos" que los Pistols. Hackear la historia y hacer a un lado el punk rock por el rock clásico. Aceptaron la oferta y se metieron al estudio con Phil Spector para grabar su quinto disco. Spector trató de imponer a la banda su estilo conocido como "the wall of sound"; sin embargo, The Ramones ya eran su propia "wall of sound". Ambas murallas chocaron. La visión refinada y "Wagneriana" de Spector se estrelló contra el crudo estilo minimalista de The Ramones. La banda no quedaría conforme con el resultado, historias de enfrentamientos entre la banda y el productor abundarían. The Ramones conocerían el gusto por las armas de fuego y los excesos tóxicos de Spector, y el presupuesto para el disco se dispararía de forma estratosférica. El resultado al final sería End of the Century, el disco más exitoso de la banda hasta ese momento. Un homenaje al sonido del rock de los 60s, algo visto como una traición al sonido y reputación de la banda por parte de sus más fieros seguidores.

Chris Thomas produciendo a los Sex Pistols. Nick Mason produciendo a The Damned. Phil Spector produciendo a The Ramones. Hay incluso una historia acerca de Jimmy Page, el legendario guitarrista de Led Zeppelin, quien mostró interés por producir a The Damned y, al igual que Phil Spector con The Ramones, ofreció su servicio a The Damned. Page era fan de la música punk (Al final ¿Qué era Communication Breakdown, sino un tema punk?) y de The Damned en especial. Page incluso asistió a varias presentaciones de la banda junto al vocalista Robert Plant, aunque al final The Damned declinó la oferta, considerando que Led Zeppelin eran vistos en aquel entonces como el "dinosaurio enemigo" de la escena punk. Curiosamente, décadas después, otro miembro de Led Zeppelin tomaría el puesto de productor con una de las bandas más underground de la escena alternativa en los EEUU en los 80s.

Por mera curiosidad, en 1988, John Paul Jones, legendario bajista de los Zeppelin, compró el disco Hairway to Steven de los Butthole Surfers. El título era una clara referencia al Stairway to Heaven de Led Zeppelin y el nombre dejó intrigado a Jones. No había duda alguna de la singularidad del sonido de los BS y eso dejó fascinado a Jones. La mezcla del conocimiento de Jones en el estudio y la audacia sonora de los BS dio como resultado la creación de Independent Worm Saloon de 1993, disco que conservaba la locura de la banda, pero refinaba el sonido y la parte instrumental, lo cual llevó a los BS a acercarse a un sonido más accesible y a darse a conocer a una mayor audiencia. La banda no abandonaba su rareza acostumbrada, pero sí su sonido. Para Jones la experiencia de trabajar con un grupo joven y totalmente experimental resultó revitalizante, tanto que Jones no tardaría en poner manos a la obra y hacer música nueva. El disco sería bien recibido por la crítica. Daría fuerza al atractivo de la banda en plena efervescencia por la llamada música alternativa y daría aún más renombre a la reputación de Jones, cómo el sofisticado productor clásico que había logrado crear una obra maestra junto a un grupo de salvajes punks.