Van Halen, 5150, 1986
En el año 1984, el Gran Hermano descrito por Orwell aún no se apoderaba del mundo, pero dos grandes hermanos, y su banda si lo habían logrado, los Van Halen se habían convertido gracias a su disco 1984, en la banda más grande del momento, aunque apenas unos meses más tarde, en 1985, se daba la salida de su cantante David Lee Roth, sin duda pieza clave en el éxito de la banda, y que ponía en seria duda la supervivencia del grupo a tal suceso, habíamos visto antes el renacer extraordinario de una banda como AC/DC, luego de la muerte de su icónico vocalista Bon Scott, pero aquí el reto parecía mayor, considerando que Roth dejaba el grupo e incluso se llevaba al emblemático productor Ted Templeman para grabar su disco solista de debut, el futuro no se veía muy brillante para los hermanos VH.
Irónicamente sería Templeman, quien años atrás daría parte de la clave para resolver el problema, cuando originalmente propuso al vocalista Sammy Hagar, recién salido de los Montrose, como una mejor opción para estar al frente del grupo, al final, Roth prevaleció en la banda y Hagar llevó a cabo una exitosa carrera solista, hasta que un mecánico sugirió a Eddie Van Halen, retomar la idea, durante una visita del mago de la guitarra al taller para revisar su auto, así, los hermanos VH, grandes admiradores de los Montrose en los 70s, se pusieron en contacto con el llamado "rockero rojo", quien cabe señalar que en aquellos años, aún de guerra fría, no tenía ninguna conexión con el comunismo soviético, solamente una afición por vestir de ese intenso color.
5150 sería el disco encargado de suceder a 1984, se rumora que el número es una clave de policía, referente a un maniático suelto, una corrosiva referencia, al parecer, a la salida de DLR, un disco con bastante significado más allá del musical, para Eddie Van Halen, la posibilidad de obtener verdadero reconocimiento como compositor y músico, y no sólo cómo un extraordinario guitarrista, buscando crear musica más sofisticada, menos básica, y para Hagar y la banda, de probar que la idea de Templeman, no era una mala idea, el resultado ésta sería una grabación que marcaría un reinicio para la banda, con un nuevo sonido, decididos a dejar completamente atrás el pasado junto a Roth, un movimiento muy audaz, aún para entonces aún, la banda de rock más importante del planeta.
Good Enough es el tema encargado de abrir el inquietante disco de regreso de la banda, tanto Hagar como Eddie realizan una entrada triunfal y el ritmo de la banda resulta más sólido que nunca, mostrando que el resultado de la banda es casi una promesa cumplida, con un EVH sonando inspirado y explorando territorios que antes DLR no le había permitido, y dando rienda suelta a algunas obsesiones que el guitarrista había adquirido desde la época del Fair Warning, aquí con Hagar demostrando su capacidad vocal, muy superior a la de su antecesor, el tema del tremendo carisma de Roth, ya sería otro tema, probablemente la gran sorpresa sería la exitosa Why Cant These Be Love, una balada rebosante de sintetizadores, que hacen obvia referencia al Fair Warning, que se convertiría en una revolución al interior del sonido característico de la banda, una dirección no tan ajena, tanto para Hagar como para los Van Halen, que dejaba claro el intenso deseo de hacer algo diferente en conjunto, tomando las bases del sonido experimental de los Led Zeppelin de finales de los 70s y que incluso bandas como Bonham tratarían de recrear unos años más adelante.
Pero la banda no abandona sus raíces y con Get Up acelera el paso de forma frenética, con un Alex Van Halen convertido en un auténtico huracán tras de su instrumento, recordando su ejecución kamikaze en la clásica Hot For Teacher, con la banda decidida a probar sus credenciales ("make it work" y a "hacerlo funcionar", su misión en éste disco) en el mundo del rock de alta intensidad, con Eddie impresionante en la guitarra y una Hagar a tope de sus conocidas capacidades, en lo que sería una auténtica arma de destrucción masiva, para después tomar otra drástica desviación, con la balada Dreams, propia para los 80s, con omnipresentes teclados, y un radical distanciamiento con el sonido de los discos previos de la banda, aunque adecuados para la ejecución vocal de Hagar, quien consigue brillar aquí de una forma que se hubiera antojado imposible para DLR, gracias a su experiencia previa integrando sintetizadores en su carrera, desde su época solista.
Summer Nights (que hace otro obvio guiño a los Led Zeppelin) y Best of Both Worlds, que parece recordar un poco a los AC/DC en momentos, serían piezas destacables del nuevo sonido de la banda, que dan solidez a un disco con mucho que probar, con un peso enorme sobre los hombros de cada uno de los cuatro músicos, pero que se convierte en una reafirmación de sus talentos, y una declaración estridente de la nueva dirección de la banda, que sería quizá más popular, aunque no tan trascendente como en sus inicios, cediendo tal vez demasiado espacio a baladas, características de los 80s, y que restarían cierta intensidad al sonido del grupo, y confundirían a muchos aguerridos seguidores de la banda, que poco consuelo encontrarían aún en piezas de alto calibre y precisión, como la que da nombre al disco, o a piezas un tanto incongruentes como Inside, que corresponderían más al estilo musical que la banda seguía con DLR, lo al disco detestado por EVH, el decadente Diver Down, 5150 podría ser un disco sobresaliente para muchas bandas, pero para los estándares de Van Halen, a pesar del éxito, sería una señal un tanto confusa, a pesar del masivo retorno a las masas que para Hagar significaría éste disco, que sin duda era una especie de renuncia al trono supremo de la banda más importante de rock pesado en ese momento, considerando que Metallica empezaba su ascenso publicando éste año su clásico Master of Puppets.
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