Buenas Noticias en Holanda



Buenas Noticias en Holanda

Por: Erreh Svaia

“La estabilidad, la seguridad, el crecimiento y el empleo son claves para una Europa mejor.”
Mark Rutte 

En diciembre del 2015 me reuní con unos buenos amigos que tenían un par de años viviendo en Holanda y que por motivos de las fiestas de fin de año, se encontraban temporalmente de regreso en el pais, platicamos sobre las ciudades allá en Holanda, pequeñas, mejor organizadas y amigables a los peatones y ciclistas, las costumbres y la comida holandesa, platicamos sobre tecnología y el mercado laboral, en aquel entonces, Donald Trump no era nada más que un mal chiste lejano dentro de los precandidatos republicanos, pero recuerdo que ya en ese entonces tocamos 3 temas que curiosamente me seguirían por el resto del año: la migración, el nacionalismo y Geert Wilders, sobre lo primero me confirmaron sobre la gran cantidad de musulmanes que vivían en Holanda, la gran mayoría, me dijeron, bien adaptada a la cultura local, los ataques terroristas de Francia a pesar de la cercanía geográfica, se veían como una posibilidad y realidad lejana, la crisis migratoria aún estaba por agravarse y convertirse en una constante para la Unión Europea, sobre la ola nacionalista que amenazaba con arrasar Europa, poco o nada sabían, Grecia, Hungria, Polonia eran temas que no eran de su interés o conocimiento, pocos pensaban en la política en Holanda, menos en el nacionalismo, Geert Wilders, el heredero de Pim Fortuyn, el asesinato de Theo Van Gogh, ellos no sabían nada sobre eso, al parecer a kilómetros de distancia estaba más enterado yo que ellos, al parecer Wilders en ese momento no era gran noticia aún, sólo uno de esos políticos radicales de poca repercusión internacional.

Pero la realidad no sólo se tornó extraña, y alcanzó no sólo a Europa, sino también a América, primero el Brexit impulsado por el populista UKIP en el Reino Unido, y después el triunfo de Trump en los EEUU, lo cual terminaría llevándonos al peligroso ascenso del Nacional Populismo en el mundo y en especial en Europa, una derrota doble a la ultraderecha en Austria (por parte del Partido Verde de orientación izquierdista) y un referendo que buscaba abatir la burocracia, que le costaría el puesto al primer ministro italiano Matteo Renzi, que abriría las puertas a populistas como Beppe Grillo y los ultraderecha de las Legiones del Norte, lo cual nos llevaría a una época de fuerte turbulencia que amenazarla con sacudir el corazón mismo de la Unión Europea con el fortalecimiento de movimientos anti inmigrantes cómo Pegida y la AfD en Alemania y el frente Nacional en Francia, en ese momento fue cuando el nombre de Geert Wilders empezó a encajar en la ecuación y a ganar peso y cobrar importancia, el triunfo populista de Trump alentó a los nacionalistas y marcó la senda a seguir por Wilders y Le Pen, y convertiría al 15 de Marzo en una fecha decisiva para el futuro de la democracia Europea.

A medida que el miércoles se acercaba la expectativa crecía, ¿Ahora si sabrían todos los habitantes de Holanda quien es Geert Wilders? ¿El primer ministro Mark Rutte sería a capaz de frenar al mediático y xenófobo Wilders? ¿El Internet habría hecho más grande a Wilders fuera que dentro de Holanda? Por si fuera poco, desde Turquía, Recep Tayyip Erdogan, presidente del país, echaba a andar la máquina populista, con el fin de invitar a turcos viviendo en Europa para que votaran a su favor en un refrendo que otorgaría a Erdogan mayor poder y menor injerencia por parte del parlamento, los gobiernos de Alemania y Holanda se opusieron a la propaganda turca dentro de sus países, lo que llevaría a Erdogan a acusar a ambos países de ejercer "prácticas nazis", alegato tan disparatado como el de los micrófonos de Obama dentro de un microondas en la Torre Trump, el no hay que olvidar que el mismo Erdogan en uno de sus discursos excesivos calificó de "gobierno eficiente" a la Alemania de Hitler, el intercambio de declaraciones en un principio parecería que favorecería a Wilders, pero Rutte haría uso de la razón y la experiencia para controlar la crisis y usarla a su favor aparentemente, consiguiendo unidad y desacreditando el discurso xenófobo de Wilders.

Posiblemente antes de hoy, muchos no sabían de la existencia del primer ministro Rutte, la del populista Wilders, o de las coaliciones en el fragmentado mapa político de Holanda, con el país recibiendo más atención de la adecuada debió causar un alto nivel de presión sobre los organizadores de las elecciones, se deshecho el uso de tecnología para evitar intervenciones cibernéticos por parte de los ya conocidos Cozy Bear que se dice trabajan en pro del gobierno Nacional Populista de Putin en Rusia, Holanda, considerado un laboratorio de las políticas de vanguardia en Europa sería el examen que dictaminaría el estado de la democracia, el avance populista y la posible dirección de los gobiernos en Europa, de tal examen y posterior análisis pudiéramos determinar tres conclusiones importantes: Primero, que las redes sociales han servido a los populistas para magnificar su presencia, para crear burbujas, los hace ver como un fenómeno mayor de lo que en realidad es, no olvidemos que Trump no ganó por el voto popular, y al igual que Trump, Wilders no fue tan favorecido por el voto como se esperaba, de hecho sus votos conseguidos fueron menos que en las elecciones anteriores en las que participó, segundo, el gran ganador de las elecciones fue Jesse Klaver y el Partido Verde, que al igual que en Austria demostró ser parte de la clave para vencer al populismo, y dio testimonio de una nueva izquierda (Green is the New Left) que se reconstituye nuevamente en un movimiento internacionalista y cuyo atractivo conserva sus tendencias de izquierda y consigue mostrarse renovado y atractivo a la juventud, en tercer lugar, las elecciones de Holanda, a las que anteriormente pocos ponían atención y hoy se convierten en referente hacia la moderación, apunta hacia el gobierno de centro derecha de Mark Rutte, que hoy pareciera un héroe para la democracia, con una derecha que se mueve hacia la izquierda con el fin de conciliar una política social y volverla eficiente mediante la política económica, refrendando el cambio de giro de las socialdemocracias nórdicas, en favor de gobiernos de centro derecha que han mantenido a sus economías en movimiento, ayer Holanda nos devolvió la esperanza en el avance de la democracia y la libertad.

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