Chris Cornell, No One Signs Like You Anymore, 2020, Una Reseña

 


Chris Cornell, No One Signs Like You Anymore, 2020, Una Reseña

Por: Rock N Roll Animal

Afirmo que Chris Cornell ha sido uno de los vocalistas más prolíficos y sorprendentes de los últimos 40 años, ya sea con Soundgarden, Temple of the Dog, Audioslave o en su carrera como solista, claro, no todos los experimentos musicales de Cornell fueron éxitos, en lo personal, Temple of the Dog no me encanta, Soundgarden tuvo una época inmaculada y se vinieron abajo luego del Superunknown, aunque King Animal tenía sus momentos, y en el caso específico de Audioslave, no es una banda que en lo personal me resulte tan necesaria como Soundgarden o Rage Against the Machine, aun así, no deja de resultarme sumamente interesante lo que la banda hizo, en momentos fabulosa y otras francamente aburridos, y bueno, cada disco solista de Cornell tenía sorpresas excelentes, y tropiezos un tanto embarazosos, aunque hay que reconocer que pocos artistas han tenido el valor que tuvo Cornell, y pocos se han atrevido a tanto en años recientes, pocos o nadie, Mark Lannegan, un contemporáneo de Cornell, ha hecho cosas también muy interesadas y tal vez Mike Patton, el ex Faith No More.

No One Sings Like You Anymore es un disco solista póstumo de Cornell, y cabe señalar que los discos de solista de Cornell nunca fueron discos perfectos, pero cada uno tenía lo suyo, y en el caso de éste, no es una excepción, no es un disco perfecto, pero los momentos cumbre del disco, bien valen el precio de admisión, a pesar de que Cornell jugó aquí, un poco a la segura realizando versiones de canciones de otros artistas, transformándolos por completo a su manera, de ahí que Get It While You Can, ejecutado originalmente por la enorme Janis Joplin, aquí se presenta como algo completamente reinventado, con una indudable influencia gospel que consigue recibirnos de buena manera al resto del disco, así, Cornell consigue hacer nuevo un tema, que a muchos les resultará imposible relacionar con la versión original.

Jump Into the Fire me resulta simplemente espectacular, tal vez por mi enorme devoción a Harry Nilsson y el fabuloso tema original con influencias de krautrock y que aquí Cornell no duda en hacerlo lo más cercano a la versión original, y es que en un tema casi perfecto, como éste, uno simplemente no puede hacer mucho para mejorarlo, bajo, guitarra y baterías resultan perfectas en cada instante y Cornell, aunque alejado de la intensidad interpretativa que desplegaba con los Soundgarden, sigue sonando maravilloso cuando cuenta con tanto espacio disponible como aquí, para ejecutar su atlético estilo vocal, esto mientras Sad Sad City suena más a los trabajos acústicos que Cornell favoreció en algunos de sus discos solista anteriores, y que lo acercaban más al mundo del pop accesible.

Tal vez el momento más significativo, es cuando Cornell nos presenta su versión del clásico de Gun N Roses, Patience, con una interpretación genial por parte de Cornell, considerando que Axl Rose era uno de los principales admiradores de Cornell, aquí, Chris consigue una versión formidable del tema, que aunque no supera a la original, se convierte extrañamente en un curioso complemento, en una nueva canción, en algo adicional que cobra vida propia y que se convierte en un interesante paralelo con la original, y que consigue un impacto de llamar la atención, por si esto fuera poco, Cornell continua poniendo el dedo en la llaga con su extraordinaria versión del Nothing Compares 2 U del enorme Prince, nuevamente, aquí Cornell muestra el poderío de su voz, de su interpretación y lo bien que puede hacer sonar un tema ya conocido, llevado al ambiente acústico.

Hay muchos otros temas interesantes en No One Signs Like You Anymore, línea extraída del tema Black Hole Sun del disco Superunknown, tendría que destacar Watching the Wheels, una versión sobresaliente del clásico de John Lennon, y un tema que en lo personal me resulta sumamente arrebatador, así, Cornell, aunque ya no en éste mundo, nos alcanza a entregar otro de sus enigmáticos disco solistas, un buen disco, que no alcanza a ser catalogado como excelente, aun así, con piezas imperdonables de pasar por alto, nuevamente sin miedo a los experimentos y desnudando el alma en cada tema, así Cornell nos refrenda, incluso desde el más allá, el porqué es uno de los mejores vocalistas y artistas de las últimas décadas.

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