Algiers, Shook, 2023
Shook es el cuarto
disco de la ambiciosa banda Algiers, provenientes de la ciudad de Atlanta,
Georgia. De entrada, Everybody Shatters no me parece el tema adecuado para
sacudirnos realmente al inicio de éste disco. La fuerte influencia del post punk se pone de manifiesto en cuestión de segundo. El bajo de Ryan Mahan roba los
reflectores con una línea que pudiera transportarnos al memorable Another One
Bites The Dust de los Queen, o al Good Times de los Chic. Me llama la atención
la voz de Franklin James Fisher que en esencia parecería invocar el espíritu del
difunte Michael Hutchence de los INXS. Una pieza muy rítmica sí, pero carente
de potencia requerida para arrancar un disco y romper la inercia del silencio.
Una salida en falso que la banda parece buscar corregir con Irreversible
Damage, en dónde la banda detona mejor sus fortalezas y realmente explota de
manera emotiva. Las guitarras de Lee Tesche ponen en evidencia la enorme
influencia de bandas como los Birthday Party, mientras que James Fisher
pareciera apoyarse un poco en ese monumento musical llamado los Suicide. El
tema es espectacular sin lugar a dudas. Si la banda sonaba confundida en el primer
tema, el segundo consigue levantar la expectativa. 73% me trae a la mente a
bandas como James White & The Contortions. La No Wave es una clara
influencia en la banda y no sólo consigue sacudirnos, también nos pone a bailar
de forma brutal dentro de un contexto bastante claustrofóbico. Bite Back es un
gran cambio, introduce elementos bastante diversos como el hip hop, el trip
hop, el jazz y el synth pop. Sorprende que la banda genere una amalgama de
sonidos de ésta dimensión, haciéndolos funcionar de manera efectiva. En mi
opinión muy personal, el uso de pasajes hablados, da una cierta sensación de
que la banda no estaba del todo lista para entrera al estudio, da la impresión
de que improvisaron demasiado durante el disco, y pareciera más que a pesar de
un escaso número de buenos temas, hay demasiado relleno e ideas que no llegan a
mucho. Good Man tiene sus raíces obviamente en el punk rock y la música de
garaje, pero a pesar de la desbordante energía, no es el tipo de tema que
podría salvar la totalidad de este disco, e incluso desentona bastante con el
resto del material, transformándose a la mitad de la pieza en una curiosa
composición que termina de forma muy distinta a su inicio. Shook es el tipo de
disco que se desborda con buenas ideas, pero que la banda simplemente no
consigue materializarlas de forma no sólo coherente, sino convincente. En un
momento emociona y después decepciona sin cambiar incluso de tema. A pesar de
que la base del sonido de la banda proviene de grandes experimentadores como
los PIL, The Pop Group y los Birthday Party, la banda no consigue ese nivel ni
de experimentación, ni de innovación radical. Se instala en la segunda mitad
del disco en un sonido oscuro, profundo que podría traer a la mente el soul y
algunas composiciones cósmicas de Sun Ra. Algiers no es el tipo de banda que me
atrevería a ignorar, pero sería imposible afirmar que la banda ha conseguido
una obra relevante. Son demasiados elementos los que el grupo busca incluir en
sus composiciones, quedando casi con collages que a pesar de que le diésemos la
bienvenida a la abstracción, no hay mucho que consiga conectar a un nivel
emocional por lo menos.
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