King Kobra, We Are Warriors, 2023

 


Los Viejos Rockeros Nunca Mueren

Por: Rock N Roll Animal

King Kobra es una banda de rock muy poco conocida. Su carrera comenzó en los 80s de la mano del legendario baterista Carmine Appice, en aquel entonces, la banda buscaba ajustarse a las tendencias del heavy metal y hard rock de aquella década. El caso de King Kobra es curioso, ya que, aunque la banda es relativamente desconocida, varios de sus integrantes han encontrado fama en otras agrupaciones. Appice es una leyenda viviente, habiendo sido partícipe de bandas como Vanilla Fudge (una banda que sería influencia de los Deep Purple y los Led Zeppelin), Cactus (considerada una banda clave para el desarrollo del hard rock en los EEUU) y Beck, Bogert & Appice (junto a otra leyenda llamada Jeff Beck). Dos músicos que luego de King Kobra se volverían famosos en otras bandas, Johnny Rod con los W.A.S.P. y Mick Sweda con los Bulletboys. La banda desaparecería luego de 3 discos sin muchas ventas, para regresar posteriormente en el año 2010, esta vez, el ex vocalista de los Quiet Riot se posicionaba como vocalista y líder del grupo. La banda grabaría un par de discos para nuevamente desaparecer.  Algo parece indicar que los King Kobra no se irán de forma definitiva jamás, y todo parece indicar que cada regreso será más sorpresivo. Esta vez, Appice se hace acompañar nuevamente de Johnny Rod y de Paul Shortino, lo cual ya nos habla de que la banda sigue siendo KK. Lo interesante son los dos nuevos miembros que la banda ha reunido para hacerse cargo de un importante departamento, el de las guitarras. Carlos Cavazo conoció la fama como pocos en 1983. Su banda Quiet Riot se convertía en la primera banda de heavy metal en llegar al número 1 de ventas con su disco Metal Health. Cavazo era el sucesor de Randy Rhoads en la banda y junto a, vocalista Kevin DuBrow, la banda se convertiría en pilar de la escena de Los Angeles y en pioneros del “hair metal” que dominaría al mundo por una década más. Rowan Robertson acompaña a Cavazo en las guitarras. Para muchos tal vez Robertson no es alguien que reconocerán de inmediato. Rowan fue el guitarrista que a los 17 años fue seleccionado para tocar en el disco Lock Up The Wolves del legendario Ronnie James Dio. Seguramente Robertson hubiera ayudado a Dio a recuperar la popularidad en aquellos años, de no ser por una reunión de los Black Sabbath y Dio, que puso un abrupto final a la relación entre Robertson y Dio. We Are Warriors funciona más que un demoledor disco de heavy metal, como un nostálgico viaje a los 80s, cuando Appice, Shortino, Cavazo y Rod conocieron la fama de una forma inusitada. Hay una interesante versión del Love Hurts que Nazareth hiciera famosa en los 70s. Carmine Appice suena brutal en la batería, retomando la dirección de los Vanilla Fudge que solían hacer estruendosas versiones de éxitos pasados. Pilares del sonido del heavy metal como Led Zeppelin, Black Sabbath y Deep Purple, se cuelan en cada uno de los temas de la banda. Appice y Rod son una sección rítmica extraordinaria y Shortino es un vocalista bastante competente que me recuerda un poco a Ian Gillan o a David Coverdale. Sería difícil decir que King Kobra cae en los típicos clichés del género, cuando en realidad Appice estuvo presente cuando todos esos “clichés” eran creaciones originales y disruptivas. Lo único que podría decir en contra de We Are Warriors es que con semejante par de guitarristas, la banda pudo haber hecho mucho más. Este disco debió hacer superestrellas a los King Kobra en los 80s.   


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