Deicide, Banished By Sin, 2024



Deicide resucita de forma exitosa la malevolencia de antaño. 

Bajo el estandarte de la oscuridad y la malevolencia, emerge Banished By Sin, el último testimonio sonoro de la legendaria banda de death metal, Deicide. Remontémonos a más de tres décadas atrás, cuando guardaba emocionado su debut. Conocidos entonces como Amon, se rumoreaba que el primer disco de Deicide sería el máximo clímax de la maldad sonora, y ciertamente, no defraudaron. Aquel primer álbum de Deicide se convirtió en hito musical en mi juventud, nutriendo mi fascinación por el death metal. Banished By Sin, el decimotercer compendio de la banda, irradia un aura de especial significado. Curiosamente, el número trece, asociado al infortunio para algunos, se convierte en un símbolo de fortuna para Taylor Swift, y evoca la esencia de una canción de Glen Danzig, entonada por el inmortal Johnny Cash.

Hay que admitir que los trabajos más recientes de Deicide no lograron emocionarme como sus dos primeros discos. La partida de los hermanos Hoffman marcó un punto de inflexión, diluyendo el enfoque de la banda. Sin embargo, en este nuevo álbum, Glen Benton, junto al virtuoso baterista Steve Asheim y los hábiles guitarristas Kevin Quirion y Taylor Nordberg, han forjado una unidad sonora como nunca antes. From Unknown Heights You Shall Fall emerge como una obra maestra inicial, elevando las expectativas a cotas inimaginables. El sonido, hábilmente fusionado entre los primeros compases de la banda, presenta elementos clásicos con solos de guitarra que, si bien no alcanzan la intensidad de los Hoffman, resultan sobrecogedores.

Steve Asheim se erige como una fuerza titánica en Doomed to Die, destacando junto a Benton en su malévola interpretación, como profetizado desde tiempos inmemoriales. Es posible que las críticas arrecien, acusando a Deicide de aferrarse a un sonido reminiscente de sus primeras gestas. Sin embargo, personalmente, no considero que eso sea relevante. Más bien, anhelamos que Benton y sus compañeros nos trasladen a los años noventa, a su auténtica era de gloria, perdón, de auténtica malevolencia. En Sever the Tongue, Benton despliega una amalgama aterradora y psicodélica de voces, evocando en momentos a los mismísimos Morbid Angel, desafiando cualquier duda sobre su capacidad creativa.

Faith less irrumpe con un estallido más afín al hardcore que al metal pesado, con guitarras imponentes que subrayan la magnificencia del momento. Es extraordinario que, tras 33 años, Deicide haya recuperado su esencia de forma tan contundente. Y si alguna incertidumbre persiste, Bury the Cross... With Your Christ se erige como un huracán musical que arrasa cualquier señal de duda.

Woke From God representa otro prodigio musical, una descarga eléctrica de primer nivel que avanza con inexorable ímpetu. Destaca la formidable condición de Deicide, especialmente la maestría de Asheim, la verdadera estrella de este álbum. Es digno de aplauso que ambos guitarristas consigan estremecernos con sus solos, introduciendo matices melódicos llamativos, como en Ritual Defied. Banished By Sin se erige como un tributo a los amantes del sonido clásico de Deicide. Tras 33 años de trayectoria, la banda ha regresado a sus raíces con un álbum repleto de temas sobresalientes, evidenciando el esmero y dedicación volcados en esta producción. Para los seguidores del género, Deicide podría ser considerado un vestigio del pasado, pero Banished By Sin, aun rescatando sonidos clásicos, proyecta un firme rumbo hacia el futuro de la banda.

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