The Cult, Electric, 1987

El disco de hard rock de los 80s que sirvió de puente a los 90s 

Con Electric, lanzado en 1987, la banda inglesa The Cult protagonizó una asombrosa transición al dejar atrás su pasado gótico y post punk para adentrarse por completo en el mundo del hard rock. Decididos a conquistar la escena del rock estadounidense, dominada por bandas del hair metal, The Cult presentó una propuesta única que fusionaba el hard rock clásico de AC/DC y Led Zeppelin con el misticismo de The Doors.

Bajo la maestría del legendario productor musical Rick Rubin y su obsesión por perfeccionar el sonido de la banda, The Cult se transformó en una amalgama de las voces de The Doors, las guitarras de AC/DC y los ritmos de Led Zeppelin, con una actitud que recordaba a la de Steppenwolf. Esta audaz combinación, que podría parecer improbable, cobró vida gracias a la visión de Rubin y al talento innegable de The Cult.

Justo antes de la llegada triunfal de Guns N' Roses, The Cult emergió en la escena como profetas del hard rock, fusionando elementos de rock, blues y punk de manera inigualable. No contentos con su legado post punk y su incursión en el mundo del rock 'n' roll, The Cult también miraban hacia el futuro, estableciendo vínculos con grupos como Jane's Addiction, Soundgarden y Mother Love Bone. Electric, aunque lanzado en los 80, resonaba con la energía característica de los 90.

Wild Flower, un himno de rock enérgico con poderosos riffs y la inconfundible voz de Ian Astbury, inauguraba el álbum, seguido por temas como la extraordinaria Love Removal Machine y la atrevida Lil' Devil, que se convirtieron en himnos instantáneos, mostrando la habilidad de la banda para fusionar la energía del punk con la actitud del rock clásico. Electric se erigió como el "caballo de Troya" de los 90 en la escena del hard rock de los 80.

La influencia de Electric en el mundo del rock fue profunda y perdurable. Su sonido crudo y directo inspiró a una nueva generación de bandas, marcando el camino para el surgimiento del rock alternativo en los años 90 y más allá. Además, su éxito comercial demostró que existía un público ávido de música auténtica y sin pretensiones, allanando el camino para una nueva ola de bandas que desafiaron las convenciones de la industria musical.