Beetlejuice 2: Michael Keaton Despierta a los Fantasmas del Pasado – ¿Vale la Pena el Regreso?

Burton se muestra capaz de recrear la magia de hace casi 4 décadas. 

"Los fantasmas no envejecen". Así se presenta el regreso de Michael Keaton a su emblemático papel como Beetlejuice, 36 años después del lanzamiento de la icónica película de 1988. La magia del maquillaje ha hecho que Keaton parezca haber detenido el tiempo, como si las décadas nunca hubieran pasado. En su debut, Tim Burton enfrentó críticas sobre la idoneidad del primer borrador, que parecía más ajustado a la visión de un cineasta como David Cronenberg que al estilo del director conocido por su trabajo en la comedia absurda. En ese momento, Burton incluso consideró a Sammy Davis Jr. para el rol principal, mientras que Keaton era apenas conocido por sus comedias menores.

Hoy, el elenco original se reencuentra: Keaton, Winona Ryder y Catherine O'Hara retoman sus papeles. Alec Baldwin y Geena Davis han quedado fuera de esta secuela, a pesar de ser fantasmas, la falta de maquillaje evita poder disimular el paso del tiempo. Jeffrey Jones, lamentablemente, no forma parte del regreso debido a sus problemas personales. La esencia visual del universo de Edward Gorey, que definió el primer Beetlejuice, está de vuelta, y la chispa entre la energía caótica de Keaton y el humor oscuro de Burton se mantiene intacta. La secuela, "Beetlejuice Beetlejuice", demuestra que, después de casi cuatro décadas, la magia sigue viva. Keaton, Ryder y O'Hara aportan un brillo especial a esta nueva entrega.

Sin embargo, hay dos adiciones en la secuela que no logran despegar. Monica Bellucci (con un rol visualmente cercano al de Morticia Addams) y Willem Dafoe, dos grandes del cine, se presentan en subtramas que parecen más como un añadido innecesario que como contribuciones valiosas. Sus papeles, aunque carismáticos, no enriquecen la trama principal y terminan siendo elementos secundarios que distraen más de lo que aportan.

El guión de la primera película planteaba dudas sobre si debía transmitir una historia sobre la muerte con una perspectiva optimista. Keaton dudó del guión. David Geffen apostó por Keaton y la intensidad de su persona. Burton quedó tan impresionado que un año después le ofreció el rol de Batman, enfrentándolo a Jack Nicholson en su famoso papel de Joker. "Beetlejuice Beetlejuice" es un testimonio de que, a pesar de estar casi retirado, Burton sigue teniendo la habilidad de despertar su mundo gótico, cómico y surrealista. Aunque algunos personajes y tramas adicionales no alcanzan el impacto deseado, la esencia de Beetlejuice sigue intacta, recordándonos que Burton todavía puede crear mundos que nos hacen reír y nos envuelven en un manto de nostalgia.