Un Fantasma Llamado Neoliberalismo

Un Fantasma Llamado Neoliberalismo

Por Erreh Svaia

Dispersión Caprina

“The myth of "free choice" begins with "free market" and "free trade". When five transnational corporations control the seed market, it is not a free market, it is a cartel.”

Vandana Shiva

He sabido de personas que se dicen fascistas, como Benito Mussolini, alias El Duce, personas que se dicen Nazis, Hitler, toda su pandilla y uno que otro desubicado actualmente que se siente parte de la raza aria, obviamente hay auto denominados comunistas, los hubo en el PCUS de la extinta URSS y más cerca de nosotros en la Cuba del dictador bananero Fidel Castro, otros se dicen socialistas como Hugo Chávez, o el desorientado Bernie Sanders (que seguramente piensa la URSS eran social demócratas), otros se dirán liberales, como los del partido en el poder en la Australia que no ha tenido una recesión económica en 25 años, hay quienes se dicen conservadores, como lo fue Ronald Reagan, y hasta republicanos como el roble austríaco Arnold Schwarzenegger, incluso algunos que no tienen pena alguna en decirse populistas, como Obama o nuestro “mesías tropical” Andrés López, pero entre tantas etiquetas políticas, ¿Habrá alguien que se haya denominado "neoliberal"? ¿O es sólo un término peyorativo usado para atacar a un rival político o simplemente descalificar un sistema completo?

Porque bueno hemos escuchado el término cientos de veces, con el fin de etiquetar a gobernantes tan diferentes como Margaret Thatcher, Ronald Reagan, Tony Blair, Felipe González, Barack Obama, Bill y Hillary Clinton, los Bush, Tony Blair, François Hollande, Carlos Salinas de Gortari y hasta Felipe Calderón, y hasta ahí ¿Pudiéramos afirmar que todos ellos tienen algo en común? Thatcher, Reagan considerados como conservadores, Felipe González y Tony Blair como sociales demócratas, Hollande, Obama y los Clinton como centro izquierda, Salinas como parte del aparato autoritario del PRI o Felipe Calderón que trató de tomar como ejemplo el gobierno de derecha del colombiano Álvaro Uribe ¿Se podría establecer una línea que los unieera a todos ellos y los dejará bajo la sombra del árbol del "neoliberalismo", alcanzaría esa sombra para tan amplio grupo de personajes? Muchos pensarán que sí, muchos hablarán incluso de todos ellos como discípulos de Friedrich A. Hayek, Ludwig Von Mises, Milton Friedman o incluso Ayn Rand, muchos más acusarán a éstos políticos o a éstos pensadores de la debacle capitalista que señalarán estamos viviendo, todo esto buscando solamente imponer una ideología supuestamente de izquierda, populista o autoritaria realmente diría yo, y es que se critica la “desigualdad” en países como los EEUU, o la corrupción en países como México, y peor aún, se alaba la supuesta igualdad y conciencia social de lugares como Cuba o Venezuela, países cuya economía mantiene secuestrados como en Cuba o en malas condiciones (80% de pobres) como Venezuela, lo que me hace preguntarme ¿Porque las migraciones de éstos países como Cuba a los EEUU? ¿Para qué arriesgar la vida en un viaje en balsa a Florida? ¿Para qué huir a la “violenta” Colombia, si se ésta en un paraíso socialista como Venezuela?

Ahora bien, se habla del neoliberalismo en los EEUU y en el Reino Unido, pero no se establece una separación de entre los gobiernos de los Bush, Clinton, Obama o Trump, todo es simplemente “neoliberalismo”, mismo caso con el Reino Unido y Blair, Cameron o May, todo es simplemente “neoliberalismo”, rara vez se mencionan países como Alemania, Austria, Suiza, Estonia o Australia que han seguido algunas de las políticas ideadas por los ya mencionados Hayek, Mises, Friedman o Rand, se habla de los salvajes capitalistas, pero rara vez se menciona algo sobre empresas “capitalistas” como Facebook, Hotmail, Google, Snapchat, Instagram, WhatsApp, Mozilla, Linux o Wikipedia, entre otras cuyo modelo de negocio ofrece al usuario sus servicios de forma gratuita, haciendo un claro homenaje a las ideas LIBERALES de Hayek o Mises, en México se maldice al periodo presidencial iniciado con el presidente Miguel de la Madrid en 1982, y se etiquetan a todos los gobiernos posteriores como “neoliberales”, se les culpa de una “debacle económica” que ha dado una estabilidad inamovible por más de 20 años al país, tendríamos que revisar a detalle el estado del sistema posterior a los llamados “desarrollo estabilizador y desarrollo mixto”, que haciendo uso de políticas económicas Keynesianas y proteccionistas crearon crecimiento a partir de la fuerte intervención del gobierno para aumentar la deuda, los subsidios, la creación de monopolios y la creación de barreras al comercio exterior, una falsa bonanza creada a partir de la dependencia del petróleo y la fijación de divisas, burbuja que al final estalló y marcó un cambio en las políticas del aquel entonces hegemónico partido en el poder, el PRI, el cual tuvo que ante la debacle plantear la venta de las miles de empresas del estado, evocando la naturaleza corrupta del partido, muchas de éstas empresas estatales lejos de ser divididas según las políticas “liberales” que se dijeron seguir (y que realmente no fue así), y vendidas para crear condiciones de apertura, competencia y libre mercado, fueron entregadas completas a empresarios afines al gobierno, creando una nueva oligarquía, la cual se protegió con barreras de entrada, fortaleciendo éstos nuevos monopolios, hechos no muy diferentes al proceso de “liberalización de la economía” también acontecido en la “nueva” Rusia que nacía a partir del colapso de la Unión Soviética, se creó el mito del neoliberalismo y se le dio el rostro de Carlos Salinas de Gortari, a quien se le aplicó la etiqueta de “neoliberal”, Salinas un admirador del maoísmo en su juventud (y amigo del millonario y también “joven comunista”, hoy presidente vitalicio del Partido del Trabajo, Alberto Anaya), tuvo dos importantes ideas en su mandato, una de ellas, tratar de replicar el modelo de apertura de China, la cual dejaba atrás las épocas de Mao para adentrarse en una suerte de capitalismo autoritario, inspirado a su vez por el modelo de Singapur creado por el brillante autoritario Lee Kuan Yew, lo más cercano a un “dictador virtuoso” que hemos podido atestiguar, Salinas pensó que el modelo resultaría perfecto para la naturaleza autoritaria del PRI, y pudo haber funcionado, aunque por otro lado, esa segunda idea, la de la apertura no le resultó tan bien como esperaba, ya que en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con los EEUU y Canadá, se imponía el condicionante de en temas comerciales apegarse al estado de derecho, lo cual a la larga restaría poder e influencia política al gobierno, abriendo fuertes grietas en la “dictadura perfecta” y la posterior caída del PRI, primero en las cámaras y finalmente en la presidencia.

Hoy es común encontrar denuncias hacia los vicios del “neoliberalismo”, que no es otra cosa que un capitalismo desbocado que se ha vuelto sumamente ambicioso y corrupto, pero no hay que dejar de observar la intervención del estado para la creación de leyes que protegen a las grandes empresas en lugar de limitarlas, y es como la combinación, nada positiva de un estado obeso y una poderosa oligarquía, la que ha llevado a gran parte de nuestras democracias a una suerte de “capitalismo de estado”, cercano al practicado en la obsoleta “Unión Soviética”, con grandes monopolios auspiciados por el estado, crecientes impuestos, creación y subsidio de grandes redes clientelares, una obscena y obesa burocracia que sigue creciendo, y el desprecio a la propiedad privada del individuo, lo cual lejos de llevarnos a un modelo cercano por lo menos al liberalismo, nos ha llevado en el sentido contrario, creando una fiera imaginaria bautizada como “neoliberalismo” para seguir controlando a través del engaño y el miedo, como se hacía en la URSS al hablar del “consumismo” y a la “decadencia occidental”, no es nada raro que hoy el "neoliberalismo" sea sólo un fantasma, un término peyorativo para descalificar al adversario en el poder, ahora todos son neoliberales, y para el populista es una manera fácil y simple de vender su mensaje, y de no comprometerse.