Venezuela puede terminar como Nicaragua, Cuba o Siria
Venezuela
puede terminar como Nicaragua, Cuba o Siria
Por: Andrés Oppenheimer
Tomado de: El Norte
La crisis
política venezolana se está agravando rápidamente tras el impresionante
plebiscito organizado por la Oposición para votar en contra del plan del
Presidente Nicolás Maduro de imponer una constitución como la de Cuba, y tras
la amenaza del Presidente Trump de tomar "acciones económicas fuertes y
rápidas" contra el régimen venezolano.
Se cuentan
unos 100 muertos en las recientes protestas contra el régimen de Maduro. Y el
número podría aumentar si Maduro sigue adelante con su plan de convocar una Asamblea
Constituyente con delegados elegidos a dedo el 30 de julio. Si Maduro lleva a
cabo su plan, la nueva constitución declararía clausurada la Asamblea Nacional,
de mayoría opositora, que fue democráticamente electa en 2015.
¿Qué pasará
ahora? Hay cuatro posibles escenarios:
El escenario
nicaragüense: una salida democrática, y relativamente pacífica. Tras la masiva
consulta popular opositora del 16 de julio, en que más de 7 millones de
venezolanos votaron en contra del plan de Maduro para cambiar la constitución,
la comunidad internacional intensifica su presión sobre el régimen venezolano.
Los países
latinoamericanos, la Unión Europea y Estados Unidos hacen un anuncio conjunto
de que no reconocerán a ningún Gobierno venezolano que salga de una Asamblea
Constituyente ilegítima, y que condicionarán todos sus futuros contratos
petroleros con Venezuela a la aprobación de la actual Asamblea Nacional.
Maduro
anuncia que cancelará la votación el 30 de julio para su Asamblea
Constituyente, y que celebrará elecciones libres supervisadas
internacionalmente el próximo año, tras recibir garantías de que ni él ni sus
principales colaboradores irán a la cárcel.
Al igual que
ocurrió en las elecciones de 1990 en Nicaragua, la Oposición gana, y los altos
funcionarios chavistas van a sus casas, o al exilio, sin más derramamiento de
sangre.
El escenario
egipcio: un golpe militar. Maduro convoca su Asamblea Constituyente y cierra la
Asamblea Nacional de mayoría opositora. Esta última nombra un Gobierno
"legítimo" paralelo al de Maduro, y pasa a la clandestinidad.
Hay una
escalada de violencia. El Ejército se niega a disparar contra los manifestantes
opositores. Un comandante militar arresta a Maduro por violar la Constitución,
anuncia la creación de un "Gobierno provisional" y promete celebrar
elecciones libres en seis meses.
Eso es lo
que hizo el General Abdel Fattah el-Sisi en Egipto en 2013. Más tarde consolidó
su poder militar, se presentó como candidato y fue electo Presidente en unas
elecciones muy cuestionadas.
Una
variación de este escenario sería que un líder militar tome el poder y cumpla
con su promesa de celebrar elecciones libres sin postularse él mismo a la
Presidencia. Sin embargo, hay pocos ejemplos de ese desenlace.
El escenario
cubano: la consolidación de una dictadura de Maduro. Maduro impone su
constitución al estilo cubano, el Gobierno de Trump anuncia un embargo
petrolero a Venezuela, el país desemboca en una crisis humanitaria y centenares
de miles de refugiados venezolanos se escapan a Colombia, Brasil, Panamá y
otros países.
Venezuela se
convierte en una nueva Cuba, con una población cada vez más empobrecida y una
élite gobernante apoyada por Rusia y China.
Los
escenarios de Libia o Siria: Maduro impone su constitución totalitaria, y
algunos comandantes militares regionales se levantan contra el Gobierno
central. Hay una fragmentación del país, y Venezuela se desliza hacia una
guerra civil.
Mark
Schneider, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de
Washington DC, me dijo que el futuro de Venezuela dependerá mucho de si Maduro
logra celebrar su farsa constituyente del 30 de julio, y cambia la
constitución.
Para evitar
los peores escenarios, "es esencial que la comunidad internacional monte
una campaña unificada, aclarándole a Maduro de que no reconocerán a ningún
Gobierno que salga de su Asamblea Constituyente ilegítima", me dijo
Schneider.
Mi opinión:
Estoy de acuerdo. Todos los escenarios venezolanos son malos, pero el menos
catastrófico sería uno que se asemeje a las elecciones de Nicaragua de 1990, en
que Maduro se vea presionado para celebrar elecciones libres con autoridades
electorales imparciales. En cambio, si la comunidad internacional le permite a
Maduro seguir adelante con su plan e imponer una constitución al estilo cubano,
es probable que veamos un mayor deterioro, y muchos más muertos.
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