El Equilibrista
El Equilibrista
Por:
Erreh Svaia
Dispersión
Caprina
“Se
necesitan 20 años para construir una reputación y cinco minutos para
arruinarla.”
Es un mundo en el que los choques generacionales se vuelven
más y más evidentes, "la vieja guardia" ha dejado una notoria huella
de radical en los últimos años, con gente como Vladimir Putin en Rusia (65
años), Donald Trump y Bernie Sanders en los EEUU (71 y 76 años respectivamente),
José Mújica en Uruguay (82 años), Jeremy Corbyn en el Reino Unido (68 años)
Pedro Pablo Kuczynski en Perú (79 años) o Jean Luc Mélenchon en Francia (66 años), a
su vez, una nueva generación de políticos rozando apenas los 40 años o menos
comienza poco a poco a ocupar los primeros planos y a ganar notoriedad política
en sus países de origen, el presidente francés Emmanuel Macron (39 años), el
líder del partido español Podemos, Pablo Iglesias (39 años), el primer ministro
griego Alexis Tsipras (43 años), el ex primer ministro italiano Matteo Renzi
(42 años), el ex candidato a primer ministro por el Partido Verde en Países Bajos,
Jesse Klaver (31 años), el líder del ultraderechista Partido Popular de Austria,
Sebastian Kurz (31 años), la líder de la izquierda “Neochavista” en Perú,
Veronika Menoza (37 años), el Secretario de Eduación en México Aurelio Nuño (39 años) o el primer ministro canadiense Justin Trudeau (45
años), jóvenes que parecen enfrentar a lo que queda de esa vieja guardia para
efectuar un cambio generacional y dar paso a la juventud dentro de la política
global, México pareciera no ser la excepción y en el ahora llamado Por México
el Frente (luego de convenientemente eliminar el título de Frente Ciudadano por
México, que deja claro que de Ciudadano no tiene nada) , coalición de partidos
de derecha (Partido Acción Nacional) y de izquierda (Partido de la Revolución Democrática
y Movimiento Ciudadano), quien pareciera buscar hacerse de la candidatura a la
presidencia por éste conglomerado político es el ahora ex presidente nacional
del PAN, Ricardo Anaya Cortés (38 años), Anaya de origen Queretano, ha dado
notorias muestra de su habilidad como operador político (que ya he señalado me
recuerdo bastante el español Mariano Rajoy), escalando peldaños en su ascenso a
la cúpula del partido, dejando fuera del camino con movimientos inesperados y
certeros a su ex jefe y mentor, Gustavo Madero, también ex presidente nacional
del PAN, Anaya también derrotó en la contienda interna al hoy gobernador de
Chihuahua, Javier Corral con un contundente 80% de los votos de sus partidarios
consolidando su liderazgo indiscutible en el partido, en el 2016, con Anaya
como presidente nacional, el PAN asestó una durísima derrota al PRI, presidido
en aquél entonces por el experimentado político Manlio Fabio Beltrones (de
quien definitivamente se esperaba un papel más aguerrido al frente del partido),
ganando gran parte de las elecciones medias en varios estados, aunque ya
probada con anterioridad (las primeras coaliciones PAN-PRD datan de 1991 durante la candidatura de Salvador Nava en San Luis Potosí), Anaya hizo suya la estrategia de trabajar en
coalición (estrategia que ha probado ser altamente efectiva contra el PRI, no por nada gente como el mismo Manlio se ha manifestado contra las colaciones, a pesar de que el PRI realiza las suyas con partidos como el PVEM, el PES o el PANAL y otro que se queja de ellas, el candidato de Morena, Andrés López, apoyó una desde el PRD a favor de Antonio Echevarría por Nayarit en 1999, hoy su partido Morena busca lanzar una alianza con el partido retrógrada de izquierda, el PT y un partido de ultraderecha, el PES) para lograr victorias tan complejas como la de Veracruz, bastión
PRIísta en el cual no había operado nunca antes la alternancia y el PRI había
sido invencible), hoy en día Anaya ha replicado la estrategia, reuniendo a dos
partidos de izquierda buscando repetir la hazaña del 2016 con miras al 2018,
acusado por muchos de seguir una ruta directa al poder y a la candidatura
presidencial, Anaya, el brillante operador político, ha dejado fuera de la
contienda a fuertes candidatos potenciales dentro del Frente, la ex primera
dama Margarita Zavala, PANista de cepa y quien optó por dejar el partido y
tomar la vía independiente, al ex gobernador de Puebla y también pragmático operador
político Rafael Moreno Valle y al ex jefe de gobierno de la CDMX, Miguel Ángel
Mancera (cuyo Cuarto Polo en alianza con Cuauhtémoc Cárdenas no fructificó), quien ya ha anunciado dejar el camino libre a Anaya (buscando posiblemente
un puesto como Fiscal de la República).
Cabe mencionar que el Frente en semanas ha perdido parte de
su brillo original, propuestas controversiales como el de la Renta Básica
Universal (que de ser bien aplicada pudiera implicar un inicio de traslado de
la derecha del PAN hacia el centro, apoyados por las tendencias de izquierda
del PRD y de MC, lo que le daría ese enfoque social que ha faltado en los dos
gobiernos del PAN de Fox y Calderón, pero de ser mal concebido sólo terminaría convirtiéndose
en una mala versión de los programas sociales fallidos del PRI, el PRD o
Morena), la despiadada operación política en dos frentes de Anaya para llegar a
la candidatura (como Presidente Nacional del Pan y como potencial candidato del
Frente, aprovechando una posición para acceder a otra y cuidando no dejar su
puesto en el PAN para no sufrir la suerte de su antecesor Gustavo Madero y perder
ambas posiciones), y el divisionismo interno que se ha generado dentro del PAN
(con la salida de Zavala y las fallidas aspiraciones de Rafael Moreno) y del
PRD (con corrientes rebelándose a votar por un PANista), de éstos últimos
puntos tal vez el menos grave sea el tema del PRD, considerando sus orígenes populistas
y autoritarios, y una escasez de verdaderos liderazgos de arraigo, sólo dos
candidatos presidenciales en casi 30 años (Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés López)
y una necesidad de supervivencia ante los malos resultados individuales de los
últimos años (con la excepción de la exitosa candidatura de Juan Zepeda por el
EDOMEX, que pudiera asomar esperanza para el futuro del partido), el riesgo de
perder fuerza es grande, lo mismo ha sucedido a partidos como el
Socialdemócrata en Alemania, que luego de ir en una “gran coalición” con el
Demócrata Cristiano, hoy duda de haberse beneficiado de ello y sigue en duda si
aceptará una nueva alianza, poniendo al gobierno de Merkel en un gran
predicamento.
Posiblemente la afectación más grande a la posible
candidatura de Anaya provenga de dos sitios, una contienda legítima dentro del
Frente que incluya a varios candidatos y de la cual democráticamente un
representante, de auto imponerse Anaya, un efecto de divisionismo al interior
del Frente pudiera surgir, con partidarios del PRD y de MC dándole la espalda a
Anaya de forma privada y desviando el voto a otro candidato, esto además del
divisionismo interno en el PAN, con una parte del voto de la fracción del ex
presidente Felipe Calderón, yéndose no sólo hacia su esposa, sino incluso a un
ex colaborador de él, el hoy candidato oficial por el PRI, José Antonio Meade
(48 años); En la película The Walk, del cineasta Robert Zemeckis, basada en la historia
del funámbulo francés Philipe Petit, el personaje principal señalaba : “No
dejes que la arrogancia te embargue faltando tres pasos, si lo haces, estás
muerto”, ahora que Anaya ha conseguido ejecutar su maniobra política de manera
precisa, le quedan esos últimos tres pasos, dónde el exceso de confianza y
relajación por encontrarse cerca la meta, pueden traer una caída mortal, ¿Se impondrán
las nuevas generaciones de manera convincente también en México?
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