Black Flag, Damaged, 1981, Una Reseña

Black Flag, Damaged, 1981, Una Reseña

Por: Erreh Svaia

ROCK N ROLL ANIMAL

Para cuando los Black Flag debutaron en 1981 con Damaged, la banda ya contaba con un par de años en el circuito hardcore punk de Los Ángeles y por sus filas ya habían pasado varios integrantes como el vocalista Keith Morris (sonando como la versión estadounidense de Johnny Rotten), bajo méritos estrictos del hardcore punk, Damaged es el lugar en dónde éste genero definitivamente estadounidense, tuvo su disparo inicial en su estado más puro, por supuesto que hubo antecedentes espectaculares como los Bad Brains, aunque cabe señalar que los Bad Brains, a pesar de su papel fundamental en la creación del hardcore punk, también tenían un pie en la música reggae.

Damaged nos muestra una alineación reforzada de la banda, con Dez Cadena (anterior vocalista de la banda) como segundo guitarrista acompañando a Greg Ginn, líder y principal compositor de la banda, el resultado es un sonido más denso y rabioso, con ambas guitarras sumando al ya de por si golpe sónico brutal de la banda, que aquí empieza a tomar un giro más serio que en composiciones anteriores, principalmente por la primera inclusión del vocalista Henry Rollins como letrista en un tema del disco, Rollins llevaría a la banda por una dirección más reflexiva, alejándolos de la monotonía temática de la música hardcore punk tradicional.

Estaría de más mencionar el poco impacto comercial que la banda tendría en su momento, a pesar de incurrir en la grabación de un video para uno de los temas, el hardcore punk al momento se mantendría como un movimiento meramente “underground”, aunque en un par de años y luego de una incesante obsesión por las giras en todo el país, la banda conseguiría reunir unos cuantos miles de seguidores en sus conciertos, los cuales se convertirían en legendarios eventos dentro de la escena, considerando que la banda empezó presentándose en cualquier sitio disponible ante audiencias de apenas un par de decenas de personas.

Damaged es un disco furioso, y en Henry Rollins, los Black Flag encontraron a la persona perfecta para canalizar toda esa furia y convertir al vocalista en un ícono del movimiento, algo que posteriormente Rollins y el resto de la banda buscarían destruir, temas como Rise Above con su llamado y respuesta coral, se convertirían en los ejemplos a seguir para miles de músicos que adoptarían las enseñanzas de la banda y su estética, una furiosa y minimalista que se inspiraría en la brutalidad caótica de los Stooges, en la velocidad letal de los Ramones y en el minimalismo sonoro de los Wire (otro gran referente del nacimiento del hardcore punk).

Spray Paint (The Walls) es otra pieza de hardcore puro, en la batería, Robo mantiene un paso firme, rara vez cambiando el ritmo, mientras que, en el bajo, Chuck Dukowski ejercía líneas que servirían de introducción para temas como Six Pack, una oda brutal al alcoholismo, con un punzante ejercicio de guitarras por parte de Ginn y Cadena, con un Rollins empelando a fondo su voz de forma furiosa, What I See, en dónde su bajo pareciera un látigo que empuja a la banda en una interesante dirección, con algunos toques de las desviaciones free jazz que la banda empezaría a tomar unos meses más adelante, por otro lado, Tv Party es otro tema detonado por Dukwoski, y posiblemente uno de los temas característicos de la banda, y que serían reclamados meses más tarde por las audiencias, luego de que la banda empezara a cambiar su sonido hardcore punk por uno mucho más experimental.

Thirsty and Miserable sería uno de esos temas en los que la banda imprimiría su huella muy particular sobre el género, no sólo con la abrasiva voz de Rollins, también con esas guitarras profundas durante los riffs e intensas durante los particulares solos ejecutados por Ginn, mostrando que, aunque los BF serían la banda icónica del hardcore punk, la banda se encontraría pronto insatisfecha y dispuesta a experimentar de forma inusual con su sonido.

Police Story es una oda a la brutal policía de Los Ángeles (pocas cosas han cambiado desde entonces), la cual por momentos se dedicó a acosar a la banda y a los seguidores de ésta durante sus presentaciones, seguida de la monstruosa Gimmie, Gimmie, Gimmie, que pareciera dejar evidencia de su afición inicial por la franca simpleza de unos Ramones, pasando después a la muy densa y catártica Depression, tema que pareciera apuntar a los intereses de Rollins dentro de la banda, y sobre los cuales poco a poco la banda iría girando en esa dirección.

Temas como Room 13, Damaged II o No More, serían otras oscuras capturas de la furiosa visión de los Black Flag, capturando de una forma especial las inquietudes de una generación que no sólo estallaba de forma violenta contra toda autoridad, también que ponía de punta los cabellos de los padres, muchos de ellos, pensando que Damaged era una clara señal de la decadencia de la sociedad de los 80s.

Greg Ginn y Cadena se alzarían como “héroe” para muchos guitarristas que adorarían el intenso estilo minimalista pero letal que retomaba la herencia de bandas como los Stooges y los Ramones, y la unía en un pase de alquimista con la influencia de los Black Sabbath, otra de las bandas favoritas de Ginn y compañía, que cerrarían éste increíble disco con temas como la dramática Padded Cell, la alucinante Life of Pain, con sus dolorosa introducción de oscuras guitarras y finalmente Damaged I, que ya en definitiva celebraba ese sonido lento y estremecedor que la banda había hecho suyo tras años de escuchar a la banda de Tony Iommi y Ozzy Osbourne.

Damaged es el retrato esencial de la escena hardcore punk californiana, en un momento en que el “undeground” estadounidense en su mejor versión, la de los 80s y principios de los 90s, se empezaba a formar, un disco esencial.

    

 

 


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