Tratando de Trabajar Desde Casa
Tratando de Trabajar Desde Casa
Por: Erreh Svaia
CRANEOSCOPIO
Lo que muchos han vivido durante éstos días de pandemia,
confinamiento y trabajo desde casa, no ha sido precisamente Home Office, no en
el sentido de cómo se hacía antes, tuve la oportunidad de trabajar hace unos
años en ésta modalidad, de poder seleccionar a mi voluntad y bajo la aprobación
de la empresa varios días para trabajar en mi casa, por alguna necesidad mía de
estar ahí, cuidar a mis hijos, supervisar un trabajo de mantenimiento en mi
casa, o estar al pendiente de algún enfermo, también por alguna tarea en
especial que requería de mayor concentración y de eliminar interrupciones para
lograr cumplir con alguna fecha de entrega imposible de postergar.
Se de muchos conocidos que su trabajo, por su naturaleza,
está hecho para el Home Office, agentes de ventas que por lo regular su día
consiste en visitas a clientes, se reportaban con su jefe por las mañanas, tenían
una junta a la mitad del día y se reportaban al cierre de éste, personas que
trabajaban en diseño de programas, los cuales se “desaparecían” por días de la
oficina y regresaban con un programa ya terminado, o personas dedicadas exclusivamente
al análisis de datos que en ocasiones trabajaban por la noche con el fin de
tener un acceso a la red más rápido y menos saturado, no se diga de quienes en
ocasiones trabajan también por la noche para dar servicio a clientes en el
continente asiático, ese es otro caso también.
Tras la llegada del Covid-19 a México, y de la crisis
sanitaria, como medida de contención, muchas empresas se vieron en la necesidad
de enviar a sus empleados a casa, no hacer Home Office propiamente, sino a “tratar”
de realizar sus labores desde casa, y digo “tratar”, porque muchos no estaban capacitados
al momento para seguir la disciplina necesaria para trabajar desde casa, o
entrenados en el uso de herramientas tecnológicas para esto, lo cual en ocasiones
ha ocasionado más estrés por el proceso de aprendizaje y adaptación que por las
funciones a ejercer de forma rutinaria.
Luego del Home Office, aprovechaba uno que no tenía que
moverse a la casa para salir con la familia al centro comercial, para ir al gimnasio
o al cine, bajo el confinamiento actual, una vez terminado el horario laboral,
no se puede salir a ninguno de éstos lugares, se tiene que permanecer en casa, muchos
incluso siguen trabajando luego de su hora de salida, y al final, todo esto conlleva
más a eliminar esa línea entre lo laboral y lo personal, termina convirtiéndose
en un todo continuo que lejos de permitir ese “cambio de switch”, empieza a
convertirse en una continuidad abrumadora de la que no cualquiera puede desconectarse
tan fácilmente.
Todos estamos en un proceso de aprendizaje, no en un Home
Office, sino en un “tratar” de trabajar desde casa, sin duda ha sido una labor
compleja adaptarse tan rápido, ha sido una labor compleja tratar de que las
cosas sigan moviéndose y los resultados generándose, estamos en medio de una
dinámica que ha sido sin duda más pesada, y que se ha convertido en un estresor
más para muchos, confinados las 24 horas a una “oficina” aunque sea en casa,
muchas veces sin apoyo doméstico y con los hijos en casa, incluso con la pareja
las 24 horas al lado, lo cual para algunos podría incluso volverse una
situación muy difícil.
Hablar de la cultura laboral, de la dinámica de equipos, de
la interacción con los compañeros de trabajo, se ha vuelto un tema que se ve
fuertemente afectado por nuestra actual condición de distancia o de
confinamiento, pero pienso que no todo cae en un término negativo, las oportunidades
para enfocarnos más en las relaciones laborales con nuestros compañeros están
ahí, ya sin el ajetreo de la oficina, sin las múltiples interrupciones del día
a día, hay la oportunidad de a la distancia estar más cerca, de poder
establecer pláticas 1 a 1 sin interrupciones, de realmente mostrar el gusto por
ver, aunque sea en la pantalla de una computadora, a los demás, como en una
relación de pareja, muy posiblemente también en las relaciones laborales, hay
que sacar provecho de la oportunidad de extrañar al equipo, de valorarlo y de concertarnos
en cada uno de ellos para fortalecer la relación de trabajo, ahora el gran reto
será, si pudimos “crecer” en nuestras relaciones laborales durante la pandemia,
cómo al momento de regresar, no perdamos lo que hemos ganado.
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