Neil Young & Crazy Horse, World Record, 2022
Por: Rock N Roll Animal
Rick Rubin
señalaba en una entrevista, que el único músico con quien le gustaría trabajar,
y no lo había hecho, era el ex Beatle, Paul McCartney. Rubin señalaba que le
interesaba McCartney ya que “él había hecho prácticamente todo tipo de música”.
El argumento de Rubin es contundente, si consideramos que las producciones de
Rubin también abarcan casi todo tipo de música. Claro, McCartney ya no es el
Beatle “experimental”, como lo fue en su época con este grupo. Aunque durante
su carrera solista, McCartney ha experimentado bastante dentro de los confines
del pop. Sobre lo comentado por Rubin, otro nombre viene a la mente, el de Neil
Young. Un músico tan legendario como McCartney, tan prolífico como McCartney, y
definitivamente mucho más experimental que McCartney. Pienso que trabajar con
Young debe ser complicado, ya que sabemos que Neil es un hombre de fuertes
convicciones. Su lucha a favor de los derechos humanos, del medio ambiente y de
empresas como Spotify, recientemente, dejan claro testimonio de esto. Si, pienso
que trabajar con Young no debe ser cosa fácil.
Importante
señalar aquí, que cuando hablamos de los discos favoritos de Rubin, el “White
Album” de los Beatles aparece en primer lugar, de ahí su obvia admiración hacia
McCartney y su deseo de poder algún día, trabajar con él. Pero si vamos más
allá del disco favorito de Rubin, nos encontraremos con el segundo disco
favorito de Rubin, y allí encontraremos precisamente el After The Gold Rush, el
legendario disco de los 70s de Young que el destino quiso, me encontrara con él
por casualidad (Aunque pienso que las casualidades no existen). Una amiga en
alguna ocasión me prestó un caset grabado de forma casera, no recuerdo de que grupo
era, lo que si recuerdo es que el disco no ocupaba la totalidad del espacio del
caset, y éste había sido rellenado con música de Neil Young. No sabía que disco
era, pero me encantó. Después supe que era el After the Gold Rush, y desde entonces
se convirtió en uno de mis favoritos. Neil Young es definitivamente de mis artistas
favoritos. Fue gracioso cuando sucedió el conflicto con Spotify y muchos
dijeron “¿Quién es Neil Young?”. Lo único que nos dimos cuenta es que eso
defensores de Joe Rogan y de Spotify, es que no saben nada de música.
Neil Young y Rick Rubin en un disco. Si, por fin. World
Record (no confundir con el disco de Van der Graff Generator, World Record de
1976) es un disco en el cual ambos personajes comparten la producción, y en el
cual Young trae de vuelta su legendaria banda de apoyo, los rockerísimos Crazy
Horse, formados por Billy Talbot, Ralph Molina y el multi instrumentalista Nils
Lofgren. Love Earth es el primer sencillo del disco y que habla precisamente de
ese fuerte interés de Young por el medio ambiente. World Record es un disco
para el cual, Young y Rubin acordaron se grabaría lo más “en vivo” posible.
Poder capturar el poder de la banda en vivo y sin sonar tanto a “estudio”. El
resultado es un disco que suena a Young como pocos. Hay temas que sin duda
recuerdan los álbumes clásicos de Young en los 70s y otros que suenan a rock
duro, aunque nada que ver con las legendarias grabaciones de los Crazy Horse
con el inolvidable Danny Whitten, quién fallecería en los 70s víctima de los excesos
de las drogas, problemas que en aquel tiempo plagaban a toda la banda.
Overhead tiene el extraordinario sonido de la batería de
Molina y los coros de toda la banda. Un tema con el sonido de rock primitivo y
de raíces que tanto le fascina a Young. Para I Walk With You, el sonido es bestial. Las guitarras de Young
y Lofgren rugen feroces al lento paso que marca Molina. Young añade dosis de
guitarra eléctrica esquizoide, para no olvidar que éste es un disco de Neil
Young y la electricidad siempre está presente y es impredecible. This Old
Planet tiene hermosas líneas de piano a cargo de Lofgren. Un tema plácido que trae
de regreso el clásico sonido de ese disco que ya mencionamos, el After the Gold
Rush. Para The World, el sonido recobra dureza y todo estalla de forma bastante
jovial. Young haciendo su iconoclasta rock mejor que nadie y seguramente Rubin
en la cabina dándole a Young el mejor sonido que ha tenido en años. Break The
Chain es otro prodigio eléctrico, bien sabemos que Young es una fuerza de la
naturaleza imposible de contener en ocasiones. Guitarras bastante furiosas,
electricidad al por mayor y los devastadores ritmos de Molina. Young es un prodigio
cuando se propone empatar el ruido puro y la capacidad de hacer swing.
Si alguien se preguntó, cuando surgió el conflicto con Joe
Rogan y Spotify, ¿Quién es Neil Young? Bastará que le den una buena escuchada a
Chevrolet para que aprendan quien es Neil Young, y entender que el legendario
artista está más vigente y vital que nunca, y que aún es capaz de emocionar y
de asumir riesgos mejor que nadie. Rubin debe estar muy feliz con el resultado
y por haber trabajado con uno de sus ídolos, aunque aún le fata McCartney,
pero Young, no es ningún premio de consolación, es un premio mayor.
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