Slint, Spiderland, 1991
Spiderland es uno
de mis discos favoritos de toda la historia. Es un disco único, imposible de
repetirse. Algo así como cuando escuchas el White Light / White Heat de los Velvet
Underground, el Tago Mago de los Can o el disco debut de Black Sabbath. Es el
sonido de un momento bastante incómodo. Un disco "maldito" que quizá no debió existir, y
allí precisamente, yace su magia negra. Slint es una banda formada en los EEUU
en 1986. En una época en que el “underground” estadounidense era más vibrante
que nunca, pero aún muy lejos de la ventana que se abrió hacia el “mainstream”
en los 90s. La banda buscaba en aquél entonces hacer algo diferente a lo que se
había hecho en la escena hardcore punk, que había hecho a muchos chicos tomar
las guitarras y subirles el volumen a los amplificadores. Louisville, Kentucky
no es un sitio que tenga una gran tradición de rock. En 1987, Steve Albini, un
sujeto legendario en el “underground” estadounidense y que produciría a bandas
como Pixies y a los Head of David un año más tarde, iniciaba una carrera en la
consola grabando grupos muy poco conocidos. Tweez sería el primer disco de los
Slint. La producción de Albini no fue lo esperado y la banda no quedó muy conforme.
Sin embargo, en 1990, la banda volvería a meterse al estudio de grabación, esta
vez con el ingeniero de sonido Brian Paulson. El resultado sería más que
brillante. El mismo Steve Albini enloquecería con el sonido de la banda. Uno
tendría que ser capaz de describir el sonido de los Can, o de los VU para
tratar de describir el sonido de los Slint, y aun así sería muy difícil hacerlo.
La banda había cambiado radicalmente su sonido, y se había convertido en algo
totalmente indescriptible. Si, había esa dinámica de la sección rítmica (a
cargo del baterista Britt Walford y el bajista Todd Brashear) que bandas como
Pixies, Dinosaur Jr. y Nirvana presumirían unos años más tarde. Si, estaban
esas guitarras estridentes y penetrantes que bandas como Shellac o los Breeders
presentarían años más tarde (aunque con raíces en lo que los Big Black o los
Sonic Youth ya habían hecho). Si, había guitarras que eran sonido puro, más
allá de riffs o acordes. Había voces, no vocales. Había conversaciones. Había caos
emocional. Recuerdo haber visto la portada y quedar intrigado. 4 jóvenes en una
cantera inundada con el agua hasta el cuello, era algo aterrador. La música era
aterradora pero no en un sentido agresivo, sino psicológico, de gran estrés emocional.
Había una tensión, había miedo y había una catarsis. El disco se publicaría en
1991, cuando R.E.M. apenas comenzaba a salir a la superficie y cuando The
Smashing Pumpkins apenas publicaba Gish con Butch Vig (para ese año, la banda
ya no existía). Slint era todo lo contrario a eso, aunque emergía de dónde
mismo. Breadcrumb Trail es hermosa. Sus guitarras brillan como rayos de sol por
la mañana, pero el ritmo es lánguido en exceso. Es un extraño contraste entre
luz y sombra. La narración podría ser algo así como el radio por la mañana.
Parece algo sencillo, pero, son demasiadas cosas sucediendo. Hay pausas, hay
silencios y después hay ruido y explosividad. después, hay terror. Nosferatu
Man tiene ritmo, la sección rítmica avanza de forma amenazadora, hay guitarras
estridentes como taladros que atacan los oídos (muchos solos de una nota al más
puro estilo Neil Young). Una vez más, muchas cosas sucediendo al unísono. Guitarras
escupiendo electricidad y esos ritmos que simplemente van y vienen sin
definirse del todo. La tensión es asombrosa. Don, Aman es un extraño susurro,
es el sonido de una banda sonando como ninguna otra banda de rock en ese
momento. Good Morning, Captain cierra el disco. Es un tema monstruoso, es un
vacío enorme, un hoyo negro del cual no se puede escapar. Es la creación de un
universo sonoro desconocido que se abre frente a nosotros. La dinámica
instrumental entre David Pajo y Brian McMahan es extraordinaria. Spiderland es
un universo sonoro oculto tras las sombras, en un arcoíris ahogado en el lodo.
Spiderland es uno de mis discos favoritos. Seguramente un disco en dirección
completamente contraria a la que tomaría el “mainstream” al llegar Nirvana y el
Nevermind en 1992. Sin
embargo, bandas como Mogwai, Isis, Explosions In the Sky y Godspeed You! Black
Emperor lo convertirían en su biblia sin lugar a dudas.
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