Val: Un Alma en Carne Viva
A propósito de la reciente muerte de Val Kilmer, el icónico actor que brilló en los 80 y 90, descubrí en Amazon Prime un documental simplemente titulado Val (2021). Y déjenme decirles: es una joya brutal, cruda y profundamente humana que atrapa desde el primer minuto.
Kilmer, conocido por películas memorables como Top Secret!, Top Gun y The Doors, era un apasionado de las cámaras. Grabó su vida obsesivamente, acumulando más de 800 horas de videos caseros: desde su infancia, su relación con sus hermanos, su familia, sus hijas y su exesposa, hasta sus luchas personales, su divorcio y sus proyectos más íntimos. Para el documental, todo eso, fue editado magistralmente por Leo Scott (colaborador cercano del genio Harmoy Korine). Así el documental se convierte en una ventana única a la vida de un artista perfeccionista, complejo e incomprendido.
El documental nos lleva por la montaña rusa de la carrera de Val. Nos cuenta cómo Kilmer, un fanático del método actoral, dio vida a personajes inolvidables. Por ejemplo, en Top Secret!, una comedia surrealista que él mismo confesó no entender del todo, marcó el inicio de una era de humor loco que luego explotarían nombres como Will Ferrell o Adam Sandler. Luego vino Top Gun, donde su "Tom Iceman" se robó la pantalla frente a Tom Cruise, aunque Kilmer admitió que no le emocionaba el papel al principio. Su obsesión por el detalle lo llevó a construir un trasfondo profundo para un personaje que, en teoría, era secundario y que muchos pensaban no sería lo suficientemente antagónico.
Pero el momento más fascinante del documental llega con The Doors. Kilmer peleó con uñas y dientes por interpretar a Jim Morrison. Rentó un estudio con su propio dinero, se grabó imitando los gestos, la voz y los movimientos del legendario cantante tras estudiar horas y horas de videos de Morrison. El resultado fue tan impactante que los exmiembros de The Doors quedaron boquiabiertos: confundían la voz de Kilmer con la de Morrison. Oliver Stone no tuvo dudas, y Kilmer entregó una actuación que aún hoy pone la piel de gallina a muchos.
Sin embargo, no todo fue un cuento de hadas. Batman Forever pudo ser su gran consagración, pero terminó siendo una decepción personal. Kilmer, atrapado en un traje que apenas le permitía moverse, sentía que no podía actuar. Mientras villanos como Tommy Lee Jones y Jim Carrey brillaban sobre actuando, él se frustraba: “Solo se ven mi boca y mis ojos, ¿cómo actúo así?”. Aunque la película fue un éxito comercial, Kilmer renunció a la secuela sin dudarlo, buscando proyectos que le permitieran expresarse, como Heat junto a De Niro y Pacino, o The Island of Dr. Moreau, donde trabajó con su ídolo Marlon Brando, aunque el rodaje fue un desastre y la cinta fracasó en todos los aspectos.
Val también muestra su lado más vulnerable. Kilmer enfrentó un cáncer de garganta que destruyó su voz y, eventualmente, su vida. Aun así, nunca dejó de crear. Siguió adelante con proyectos personales de teatro, una obra hacerca de Mark Twain, el personaje con e que Kilmer se habia obsesionado hasta que la enfermedad lo paró. Ya no pudiendo llevar la obra a la pantalla grande, como tanto anhelaba.
Val es en parte un homenaje a la carrera de Kilmer. Sin embargo, también es un homenaje a su vida, mostrando la pasión, el sacrificio y la fragilidad de su existenciaby de la vida en general. La magia de Scott para ensamblar esta obra refleja su dura y cruda visión, desgarradora y enternecedora por partes iguales pero siempre hipnótica. Kilmer fue un perosnaje singular, que nos abrió la puerta a su alma como muy pocos han hecho antes.
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