Leonard Cohen y Yo



Leonard Cohen y Yo

Por: Ghost Writer

Recuerdo que desde la secundaria mi padre empezó a darme un pequeño "sueldo" semanal de $150,  esto a cambio de que mantuviera buenas calificaciones y ayudara a mi madre con algunas tareas en el hogar, resulte bueno para el ahorro y con ese dinero pude comprarme ropa, una guitarra eléctrica y me suscribí a la costumbre de comprar un casete de forma regular una vez al mes, más adelante, ya con un trabajo cambié o acelere la costumbre a una vez a la semana, aunque ya no fueran casetes, sino discos compactos, me resistí por años a la compra de discos compactos,  me disgustaba la idea que mi enorme colección de casete formada por años de compras mensuales de estos, se volviera obsoleta, por años recorrí los estantes de remate de casetes, incrementando aún más la colección. 

La situación se puso complicada cuando las tiendas de discos cambiaron esos pequeños estantes de compactos y pusieron unos enormes,  miles y miles de discos compactos inundaron las tiendas a las que asistía con bastante frecuencia, inimaginables reediciones de discos que en casete eran imposibles de conseguir aparecieron frente a mí, aun así,  el costo de un disco compacto era muy superior al de un casete,  por lo que tuve que recurrir a tiendas de compra y venta de discos usados, creo que lleve 2 o 3 casetes,  no recuerdo cuales fueron,  lo que si recuerdo es que solía marcar todos mis casetes con mis iniciales puestas con un marcador indeleble, esos mismos casetes marcados que me encontraría en otra tienda de cosas usadas en otra ciudad muchos años después. 

El primer disco compacto que tuve fue uno de lo mejor de Leonard Cohen que cambie por un par de casetes, no sé si yo lo encontré, o él me encontró a mí, ¿Quién se deshace de un disco compacto de Cohen en una época en que la era del disco compacto apenas comenzaba? En aquel tiempo yo no contaba con casete de Cohen, era imposible conseguirlos, conocía la música de Cohen de la película Beware of a Holy Whore, película de uno de mis directores favoritos de cine, el alemán Rainer Werner Fassbinder, todo un iconoclasta que había usado la música de Cohen para conseguir un doloroso efecto de amargura y rencor. 

Sabía que Cohen era un maestro de las palabras, que al igual que Dylan,  su poesía puesta en música era algo fuera de serie,  que podía,  y se atrevía a decir lo que muchos no podían,  y o o que por si fuera poco,  también sabia descender a los infiernos literarios de Jaques Brel y Lou Reed, no es auto alabanza si menciono que muchos conocieron a Cohen por mí,  y por ese disco que me encontró,  después de ese disco vino otro de covers a cargo de bandas y artistas como Nick Cave,  yo no hice mucho,  simplemente estaba ahí,  y Monterrey estaba listo para Cohen,  no se requirió de Internet, ya que esto pasó años antes de que existiera la red de redes,  y el culto a Cohen sigue creciendo,  y su obra también, sin perder relevancia y adaptándose al movimiento de los tiempos.

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