El Peor Ejemplo
Lo más seguro es que el presidente ya haya sido vacunado, sería ingenuo pensar que por la naturaleza de su puesto, éste no haya sido protegido de alguna manera, lo que resulta realmente indignante, sigue siendo su negativa a usar cubre bocas, considerando que a pesar de que por contar con la vacuna, sus síntomas, como afirma, serán leves, su capacidad de contagiar el COVID a otros sigue vigente, y si a ésto sumamos que el presidente sigue haciendo giras y teniendo reuniones con otras personas (las cuales, seguramente se realizan pruebas CPR antes de reunirse con él), cómo recientemente sucedió en Nuevo León, la situación además de grave, da muestras de su insensatez, de su poca empatía hacia los demás y de su pésimo ejemplo de manejo de la pandemia.
Si sus síntomas como el comenta, resultan "leves", el presidente debería estar obligado a declarar públicamente que ya fue vacunado, de otra forma, envía una vez más una terrible señal a la población, de que no hay que cuidarse, de que no hay que usar cubre bocas,de que no hay que cuidar a los demás y de que los síntomas en caso de contagio son leves, de que el virus no es tan letal, lo cual resulta realmente grave en los momentos que estamos viviendo en que la estadística nos dice que la pandemia en México sigue en su momento más crítico y que los muertos siguen contándose en cantidades récord, día tras día.
Considerando que el presidente una de las personas más reconocidas, seguidas, vistas y populares del país, su actuación durante la pandemia debiese ser ejemplar con el fin de instar a los mexicanos a cuidarse de forma meticulosa durante éste período, a pesar de ésto, no ha sido así y el presidente sigue minimizando la situación y poniendo en riesgo a millones de mexicanos, claro,su sintomatología será leve, ya que seguramente está vacunado, no así, millones de Mexicanos, claro, lo más probable es que salga adelante sin mayores contratiempos, considerando que tendrá atención médica de primer nivel,no así millones de mexicanos que aún esperaban que el sistema de salud pública llegué a niveles de países como Dinamarca, durante su sexenio, lo cual simplemente resulta una mentira si pensamos en la cada vez menos recursos que se le destina al rubro de salud.
La mayor aportación personal durante ésta pandemia, por parte del presidente debería ser su buen ejemplo y recalcar a la población la importancia de cuidarnos, y hasta eso nos ha quedado debiendo el presidente, 150,000 muertes no pueden tomarse a la ligera.
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