La Basura que uno Tira, el Tesoro de Otros Puede Ser
La Basura que
uno Tira, el Tesoro de Otros Puede Ser
Por: Ghost Writer
Rock N Roll Animal
Y hasta la frase
que da título a éste escrito pudiera sonar a frase a una de esas utilizadas por
ex parejas despechadas, aunque en realidad poco a nada tuviera que ver con ello
en éste caso, aunque debo admitir que hay algo de molestia en mi interior en
especial cuando pienso en esa frase al referirme a la industria de la
explotación de la nostalgia que por lo generalmente nos llega del vecino país
del norte, y es que montándose sobre la reciente tendencia de los festivales
masivos de música y explotación oportunista de la nostalgia, nos hemos vuelto fácil
público al abrazar éstos eventos, si bien muchos de los actos musicales que
llegan al país por lo general llegan años después de su era de gloria, años
después de que dejaron de ser trascendentes, anos después de que dejaron de ser
comercialmente atractivos individualmente y años después de que dejaron de ser
atractivos comercialmente como parte de un “paquete”, porque sí, hace poco casi
dos décadas que éstos masivos dejaron de ser interesantes incluso para nuestros
amigos del norte del Río Bravo, en la ciudad llegó incluso al borde de lo
patético cuando vino de gira una versión bizarra de los Credence Clearwater
Revival que incluía sólo al baterista, o una versión de los Beach Boys
únicamente con el nefasto Mike Love y que ejecutaron algunos de sus éxitos en
un mediocre festival de moda.
Se anunció
como bombo y platillo el llamado “Mother of All Rock Festival” a llevarse de
acabo en Monterrey el 7 de octubre, una suerte de desfile de viejas y ya casi
olvidadas glorias musicales del mundo del hard rock de los 70s, 80s y 90s, como
cabezas de cartel cabe destacar la presencia de los llamados “Bad Boys” de
Boston: Aerosmith, una vieja gloria del pop metal inglés: Def Leppard, y la
longeva leyenda del shock rock, EL SEÑOR Alice Cooper, para alguien como yo que
fui fan a rabiar de casi todas éstas bandas, el festival debiese parecer todo
un festín, un sueño hecho realidad, de no ser porque me sigue pareciendo éste
tipo de festivales, aparte de mero oportunismo comercial, la explotación
descarada de la nostalgia, y casi un insulto a los verdaderos fans del género,
muchos de ellos ya casados, con hijos y posiblemente hasta nietos (en el caso
de los fans del Aerosmith y Alice Cooper de los 70s) pero iremos por partes
para poder analizar con detenimiento lo trascendental o intrascendente que
pudiera resultar “La Madre de Todos los Festivales de Rock”.
Difícil
sería decir que el peso de Aerosmith hoy en día es mayor al que tuvieron en los
70s, musicalmente hablando (y comercialmente hablando en proporción), ellos y
Kiss se convirtieron en el epitome de las bandas de hard rock estadounidenses
(tal vez con Cheap Trick como un cercano tercer comparsa), discos clásicos como
su debut, Get Your Wings, Toys in the Attic y Rocks son verdaderos templos
eternos al rock duro, y aunque discos como Permanent Vacation, PUMP y Get a
Grip de su segunda etapa en los 80s pudieran haber sido más exitosos
comercialmente, difícilmente futuras generaciones podrán hablar como ellos como
nosotros hablamos de esos influyentes discos de los 70s, PUMP podrá ser de lo mejor
que hayan hecho en su segunda etapa, luego de su regreso triunfal a finales de
los 80s, pero disco contra disco palidece contra Get Your Wings, Toys in the
Attic o Rocks, tal vez si Aerosmith llegara con un disco como esos clásicos o
con un PUMP por lo menos bajo el brazo, pudiéramos hablar de una gran cabeza de
cartel, agradecer que nos hayan incluido en su gira, pero hoy en día Aerosmith
se dedica sólo a hacer baladas para adolescentes, o temas que terminan sonando
en los “table dance”, nada que escuchar para un viejo fan del rock duro,
descarada comercialización de una vieja gloria que ya no es relevante
musicalmente hablando ni en su tierra natal.
¿Que pudiera
decir de los Def Leppard? Fui seguidor de sus primeros discos de principios de
los 80s, el On Through the Night y el High N Dry, dos discos que definieron el
rostro ambicioso de una joven banda que abandonaba sus orígenes callejeros en
la NWOBHM (de la que también fueron parte los aún furiosos Iron Maiden y los
aún rebeldes Saxon) y se adentraba en el mundo del hard rock apoyados por la
recién comenzada industria del video, catapultaron su éxito con el omnipresente
Pyromania, que ya se metía descaradamente el mundo del pop metal y creaba una
tendencia general y una escuela orientada hacia producciones masivas y muy
pulidas (con rivales como Bon Jovi y Poison), línea que seguirían después con
el también disfrutable Hysteria, en el cual los DL se vuelven descaradamente
estrellas pop, posición ventajosa pero frágil cuando los jóvenes les dan la
espalda a los actos convencionales pop y enloquecen por el pop punk, el grunge
y el post hardcore, los Bon Jovi supieron “desaparecer” para evitar caer en
desgracia y después regresar como un acto de pop comercial, pero irónicamente
en el caso de los DL que eran descaradamente pop y que buscaron endurecer su
sonido para tratar de llenar los nuevos gustos del público, el desenlace fue
más que penoso, se volvieron parias musicales y su carrera casi se volvió
maldita, al grado de que aún y con discos de mediana calidad no volvieron a ser
considerados trascendentales y fueron condenados al panteón de la nostalgia.
Ahora bien,
no todo es negativo ya que Alice Cooper a quien disfruté de niño en el estado
universitario un viernes como hoy a medio día (bonito horario para un concierto
de rock) hace más más de 3 décadas, hoy llega y con nuevo disco bajo el brazo
llamado Paranormal, el cual incluye algunos temas grabados con su vieja banda,
cuando Alice Cooper era una banda pionera del hard rock y no un personaje
teatral como después se volvió Cooper ya como solista, Cooper ha hecho una
serie de discos bastante buenos recientemente así que lo menos que pudiéramos esperar
es un disco más afortunados que las últimas grabaciones de Aerosmith o Def
Leppard, así que no dudo que sea Cooper la pieza verdaderamente fuerte de éste
cartel.
Se anuncia
por último la presencia de Vince Neil “de Motley Crue”, quien nunca dio “pie
con bola” con su carrera de solista, algo que también le sucedió a los MC después
de la salida de Neil, grabaron un disco epónimo con John Corabi que me gustó
bastante, pero que no gustó a nadie más, y cuando los MC se reunieron con Neil
nunca pudieron recuperar la magia de sus discos Theatre of Pain, Shout At The
Devil o el brillantísimo e impecable Dr. Feelgood, uno de los mejores discos de
hard rock de la época, tan bien realizado que Metallica llamaría al productor
Bob Rock, deslumbrados por la producción de éste y los Crue, para grabar el
controversial “disco negro”, que dividiría a los que hasta ese entonces
escuchábamos a Metallica, quienes cambiarían de ruta para dejar de ser
estrellas del Thrash Metal para transformarse en estrellas pop, y
posteriormente perder el rumbo, aún hasta nuestros días, el otro acto parte del
paquete “nostálgico” serían los Tesla, que de no ser por el nombre del célebre
Nikola Tesla, serían bastante olvidables, habiendo disfrutado de una sola
canción exitosa, la chantajista Love Song y un disco acústico cuya principal
novedad sería que iniciaría la serie de álbumes “unplugged” o acústicos que se
convertirían en una suerte de moda en aquellos años.
Por más que
me declaro amante de la música y melómano de corazón, es difícil no enfrentarse
a sentimientos encontrados al respecto, sentirse incomodo ante la atrevida
explotación de la nostalgia, ante la desorientación de los nuevos “fans” que
buscan “the real thing” y que terminan siendo engañados por bandas que ya no
son ni la sombra de lo que solían ser, cuyos intereses son ya muy diferentes a
los que tenían en sus orígenes y que hoy sólo se decían a montar una obra de
teatro con el fin de sacar capital para su retiro, hasta a los Stones les dio
pena ser un acto de feria y prefirieron ponerse las pilas y editar un muy buen
disco de blues crudo el año pasado, hasta el añejo y legendario “bad boy” Keith
Richards y Ray Davies han editado muy buenos discos solistas en los que la edad
en ningún momento les ha sido obstáculo para seguir haciendo música de calidad,
hasta el difunto Chuck Berry nos dio la sorpresa hace unos días.
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