Lecturas que Liberan…
Lecturas
que Liberan…
By: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
“Una capacidad y un
gusto para la lectura da acceso a lo que ya ha sido descubierto por otros.”
Abraham Lincoln
Aprendí a
leer bastante rápido, los llamativos colores de los comics acapararon
poderosamente mi atención, me era difícil a los 4 años entender bien la final
que sucedía en esas historias desarrolladas por el gran Stan Lee, por lo que mi
madre al ver mi desesperación me pidió comenzar por otro lado, así que por
varios meses La Pequeña Lulú y sus Amigos me ayudaron a perfeccionar mi lectura
y rápidamente pude cambiar y retomar esas historias de súper héroes que
demandaban fuertemente mi atención.
El Asombroso
Hombre Araña y Diabólico (Daredevil, la respuesta de Marvel al Batman de la DC)
fueron esos primeros títulos a los que me volví adicto, tuve suerte de que en
esa época se empezaron a editar muchos títulos de la Marvel, Los Vengadores
(The Avengers), Los Cuatro Fantásticos y La Masa (Hulk), en realidad era el
cielo en la tierra para un fan de los comics como yo, para cuando cumplí 6 años
e ingresé a la primaria leía a la perfección y causaba admiración en mis
maestros y compañeros.
Empecé con
los comics nacionales, Kalimán y Fantomas, lo fascinante es que éstos comics
integraban sucesos más realistas que los de la Marvel, Kalimán añadía
información sobre la cultura oriental, algo de filosofía y cultura global a
través de los viajes del héroe a exóticos lugares, mientras que Fantomas, una
surrealista adaptación del villano francés, que aquí era un héroe, integraba a
a su vez temas de espionaje, hoy tan de moda, acercándose a la dinámica de la
guerra fría, así que cuando empezaron las clases de historia y geografía en la
escuela debo confesar que ya llevaba ventaja, recuerdo que mi maestra tenía
problemas en saber en dónde se encontraba en un mapa la hoy atribulada
Venezuela, por lo que le tuve que ayudar, en alguna aventura Kalimán había
llegado a las costas de éste país, en otra localice fácilmente el Tíbet, hogar
de Kailmán; ¿Quién era Lech Walesa? Esa me la supe fácilmente gracias a que en una
aventura Fantomas ayudaba al legendario líder polaco del sindicato Solidaridad
a derrotar a los espías comunistas que trataban de liquidarlo.
Hoy en día
sigo pensando que la lectura ha hecho mucho por mí, claro, pasé algunos años en
la vida loca de la rebeldía y el rock n roll, pero al final volví a mis libros,
a las narraciones y a las historias, tuve miles de cómics y libros en mi
adolescencia y juventud, tantos que ya no cabían en mi cuarto, en mi ausencia
mi madre los sacó al patio y la lluvia y el calor hicieron lo suyo, cuando
regresaba a la casa me iba al patio sacaba cómics y libros de aquellas enormes
cajas y me iba al techo de la casa en donde pasaba la tarde leyendo y comiendo
mandarinas del árbol que estaba en el patio de la casa, extraño esas épocas,
extraño las historias que Frank Miller hizo para Spider Man y Daredevil, tan
oscuras, extraño a García Márquez, a Cortázar, a Herman Hesse, y a Agustín
Basave padre, el más grande filósofo que ha dado éste país, esos eran como
dicen los rusos: "Los viejos tiempos ".
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