Adaptación ante un Mundo cada vez Más Cambiante

Adaptación ante un Mundo cada vez Más Cambiante

Por: Erreh Svaia

Dispersión Caprina

El Progreso es imposible sin un cambio, y aquellos que no pueden cambiar su mente, no pueden cambiar nada.

George Bernard Shaw

"México 86, el mundo unido por un balón", rezaba aquel slogan del mundial de fútbol realizado en ese año, la primer vez que un país repetía una competencia de éste tipo, a punto del estallido social, derivado del severo colapso económico y político resultado del keynesiano "desarrollo estabilizador" de los 70s-80s; "el mundo unido por un balón ", hoy en día, nuestro globalizado mundo está unido no por un balón, sino por una red, el Internet que nos expone a muchas cosas, unas buenas, otras malas, evidencia nuestras deficiencias, hace más visible nuestros defectos como la corrupción, poniéndonos de frente a situaciones positivas, nuevas ideas, esto último precisamente nos pone en el territorio de la innovación, aprendemos sobre nuevas maneras de hacer las cosas acelerando los cambios, hoy en día el mundo cambia no sólo de forma constante, también a una velocidad asombrosa (según mencionaba el pensador Heráclito, hace miles de años), tanto que incluso la cantante pop Madonna, alguna vez un icono de la innovación musical y de la vocación por el cambio, ha tenido algunos problemas para adaptarse a éste mundo tan revolucionado (no revolucionario), ya que algo que está cambiando en China, en cuestión de minutos ya es conocido América, tal vez por ello, algunos entes con fobia a los cambios se aferran a un "glorioso pasado", a un regreso a él, al cierre de fronteras y al bloqueo de las mismas redes, la innovación y la reinvención son causantes de algo de incertidumbre y como diría el legendario escritor H.P. Lovecraft, pocas cosas causan más temor al hombre que lo desconocido, responsabilizarse y asumir riesgos causa temor, para algunos será mejor permanecer inmóviles y bajo la proyección del “rufián del barrio”, en lugar de moverse hacia adelante, de ahí la necesidad de buscar perder la fragilidad, de buscar volvernos no sólo más maduros, sino también más flexibles y más resistentes a la vez, "anti frágiles" como diría el excelso pensador Nassim Nicholas Taleb, que comenzó a escribir sobre la incertidumbre como algo cada vez más común en nuestro día a día, en sus libros El Cisne Negro y Anti Fragile, hoy vemos a personajes como Elon Musk que han hecho de la innovación el pan nuestro de cada día, en el caso de Musk, fuimos testigos de sus inicios con la aplicación de pagos electrónicos Pay Pal, que derrumbaba de una patada las trabas al comercio digital, después sus inclusiones en los viajes en cohete con SpaceX, que cambiaba el paradigma de los viajes dentro y fuera de la Tierra, y más recientemente el desarrollo de vehículos eléctricos y pilas de litio de gran almacenaje con la empresa Tesla Motors, pero no sólo en la modernidad o en el mundo de la tecnología de punta podemos hallar ejemplos, ahí está la cabeza de Zara, la empresa de moda textil iniciada en España por Amancio Ortega, quien hizo de la "moda rápida (depeche mode) y económica " su estandarte, copiando con asombrosa velocidad las ultimas tendencias de la moda en París y Milán, creando una ingeniería inversa para reducir costos y tener un producto a precios accesibles, además de buscar la estandarización de procesos y la eliminación de intermediarios con el fin de mejorar aún más su oferta al público, eso y el desarrollo de toda una metodología casi legendaria en tienda, creando un sistema disruptivo de diseño, creación, distribución y comercialización que fácilmente dejó atrás a sus competidores, Ortega parece haber hecho a su empresa los suficientemente flexible y robusta para adaptarse a los tiempos y tomar la delantera en todo momento, tanto que en un mundo dominado por las grandes empresas de tecnología, y uno que otro financiero, Ortega sigue encabezando las listas de magnates en Forbes, proveniente de un sector que podría ser clasificado como “tradicional”, a pesar de que Ortega poco o nada tenga de esto.

Así como las empresas se vuelven flexibles y robustas a la vez con el fin de sobrevivir, es deber del hombre explotar también éstas habilidades, adquiriendo constantemente nuevos conocimientos, nuevas destrezas y romper el paradigma de una educación concluida en las aulas (todavía algunos al día de hoy piensan en lo indispensable que resulta cosntruir aulas físicas, ignorando que la educación gracias a la red puede traspasar fronteras y cruzar grandes distancias para estar en dónde más se le requiera), mantener siempre la llama del aprendizaje encendida y la mente abierta a nuevas tendencias o tecnologías verdaderamente disruptivas, herramientas que permitan el desarrollo y alcanzar al final una meta de mayor productividad que nos ayuden a mantenernos fuertes sobre la presente ola y con la experiencia suficiente para detectar la próxima gran ola, hoy la información es básica para ello, para ampliar la visión y permitir que construyamos ese gran sistema adaptable y a prueba de todo.