Y Empiezan a Caer las Máscaras…

Y Empiezan a Caer las Máscaras…

Por Erreh Svaia

Dispersión Caprina

“La virtud tiene un velo, el vicio una máscara”

Oscar Wilde

En la carrera por la silla presidencial a concluir en el 2018 poco a poco las caretas empiezan a caer, en el llamado Frente Ciudadano por México las cosas se complican para Ricardo Anaya, habiendo sacado de circulación a su benefactor Gustavo Madero, y habiéndose hecho del poder, Anaya parece haber seguido el plan que muchos considerábamos Madero habría de seguir, Anaya uno vez habiéndose hecho del poder en el PAN, prosiguió con la ruta buscando posicionarse también como candidato a la presidencia de la República, en el camino Anaya provocó divisionismo dentro del PAN, a pesar de los impresionantes resultados en la contienda electoral del 2016, lo que terminaría con la salida de Margarita Zavala, potencial candidata que durante dos años consiguió ser la mejor posicionada dentro del partido, hoy la ambición de Anaya parece haberlo puesto en una posición bastante difícil, habiendo dividido a su partido, habiéndole hecho perder a uno de sus activos más importantes y poniendo en riesgo la cohesión del llamado Frente hecho junto al PRD y a MC, Anaya se ha convertido en prisionero de su propia ambición, fuertemente criticado y atacado por mantener su posición como presidente nacional del partido y como aspirante a candidato a la presidencia del país, de dejar Anaya su posición como dirigente del partido, los más probable es que sufriría la misma suerte que su anterior benefactor Madero, sería fácilmente descarrilado en su trayectoria y sus sueños de volverse candidato a la presidencia se evaporarían fácilmente, dentro del mismo Frente ya se han formado otros “frentes”, por un lado el PRD que no ha acabado por errar la alianza y la sigue cuestionando, por otro lado integrantes como el jefe de la CDMX Miguel Ángel Mancera, el ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle y la ex Panista, ajena ya al Frente, Margarita Zavala.

En el caso del PRI ha casi quedado descubierta la identidad del legendario “tapado”, dejando atrás al ex gobernador del Estado de México Eruviel Ávila, y a los Secretarios José Narro y Miguel Ángel Osorio Chong, por otro lado sigue sonando Aurelio Nuño, aunque la balanza ya casi se ha inclinado a favor de José Antonio Meade, economista y abogado y Secretario de varias dependencia, ante la presencia de potenciales candidatos como la ya mencionada Zavala, Jaime Rodríguez o Andrés López, Meade se prepara como el más preparado académicamente, representando un radical giro en la naturaleza del PRI, por un lado, Meade ha participado en administraciones panistas, por otro, no se encuentra afiliado a ningún partido, el PRI, al parecer en una desesperada estrategia para superar el desprestigio que la ha traído la corrupta administración de Enrique Peña, ha derribado candados que impedían a un posible candidato contender por el partido sin tener una militancia, esa aparente distancia entre Meade y el PRI, es una arma de dos filos, por un lado es obvia causa de inconformidad dentro de la militancia dura del PRI, por otro lado, representa cierto magnetismo hacia aquellas fracciones del PAN afines al “Calderonismo”, del que Meade fue parte, y que pudieran buscar, en caso de no prosperar la campaña independiente de Zavala, un nuevo candidato, de ésta forma el PRI hace un viraje total rumbo a la derecha (congraciándose con el sector empresarial, algo que Andrés López ha buscado desesperadamente en éste tercer intento por la presiencia), mientras el PAN busca adquirir mediante el Frente un poco de la vocación social que nunca pudo desarrollar durante los gobiernos de Fox y Calderón, ya se empieza a vislumbrar incluso parte de esto en la controversial propuesta del llamado “Ingreso Básico Universal”, que en su versión más pobre, vimos apenas asomarse en el llamado “Salario Rosa”, una tramposa e inefectiva propuesta por parte del PRI durante la campaña del hoy gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, o en los apoyos a los adultos mayores, instituidos durante las administraciones del PRD en la CDMX.

Entre las sorpresas de éste fin de semana, nos topamos con el Senador Zoé Robledo, alguna vez parte del PRD y que oportunistamente optó por cambiar de partido e ingresar a Morena buscando una candidatura por su natal Chiapas, llamar “oportunista” al Frente por haber tomado la bandera del Ingreso Básico, propuesta que en la versión de Morena, de acuerdo a su Proyecto de nación 2018 se traduce en una aumento del salario mínimo y becas, que son un llamado a la inflación al no incluirse el aspecto productivo, o al clientelismo, parte del posible éxito de un Ingreso Básico sería la premisa de la “incondicionalidad” (recalcado por gente como Gabriel Zaid), o como lo observa el ex canciller Jorge Castañeda, en una posible Impuesto “Negativo” sobre la Renta (propuesto por primera vez por el francés Augustin Cournot y retomado por el economista Milton Friedman), que implicaría un apoyo a todos aquellos mexicanos cuyos ingresos no alcanzan la llamada Línea de Bienestar Mínimo, será interesante ver cómo se va materializando ésta propuesta y que tan eficiente es el llamado Frente para escapar de una posible imposición al estilo Andrés López (en la candidatura para jefe de la CDMX o para candidato a la presidencia de la República) por parte de Ricardo Anaya, esto mediante un adecuando, transparente y democrático método para seleccionar a su “gallo”, con gente como Agustín Basave, Juan Pardinas,Luis Rubio,  Jorge Castañeda, Denisse Dresser, Claudio X. González, Ernesto Ruffo o Pancho Burquez, se antojaría muy estúpido que el Frente no pudiera encontrar la forma de legitimar un candidato que se convierta en la perfecta respuesta al autoritarismo de Morena o al pragmatismo electoral del PRI.

Una Morena que sigue confundiendo a propios ya extraños con un Proyecto de Nación lanzado supuestamente desde la izquierda pero pasado por el filtro “empresarial” de Alfonso Romo, personaje presente en las administraciones de Salinas y de Fox, que inició la confusión al comparar a Andrés López con el ex presidente Colombiano Álvaro Uribe, un hombre de la ultraderecha, esto sumado al conservadurismo de López en temas referentes a la diversidad sexual y cercano a grupos evangélicos, lo que parece haberle extendido puentes al partido PES (Encuentro Social), de reconocida tendencia de ultraderecha por su cercanía al ultra conservador Frente Nacional por la Familia, y mientras Margarita Zavala ha mostrado congruencia refrendando su postura respecto al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo (lo que era de esperarse), López ha preferido jugar a la misma ambigüedad con que agrupa a empresarios y a simpatizantes de la Revolución Bolivariana, a nacionalistas (que exigían recientemente a gritos la expuslión de la politóloga Guatemalteca Gloria Alvarez) y a extranjeros naturalizados (como Enrique Dussel, Paco Ignacio Taibo, John Ackerman, Elena Poniatowska o a Héctor Díaz Polanco), a supuestos simpatizantes del Marxismo- Maoísmo como Albert Anaya, líder del Partido del Trabajo y a ultraderechistas como el ya mencionado PES, a un supuesto movimiento social e masas y a viejos políticos del sistema como Bartlett, Muñoz Ledo, Macedonio Salgado, Miguel Barbosa y en Nuevo León a gente como Dionisio Herrera y José María “Chema Elizondo”, por lo menos en Europa, Marine Le Pen del ultra derechista Frente Nacional, y Jean Luc Melénchon de Francia Insumisa, partido e izquierda radical, aunque se apoyaron de manera tacita, nunca la manifestaron abiertamente, aquí en México vemos que la ideología sale por la venta cuando se trata de ganar una elección a toda costa, la izquierda de Morena se parece más al viejo PRIísmo de Echeverría y López Portillo, o al Peronismo, es más ya vimos a la “Evita” de Andrés López, la escritora Beatriz Mueller interpretar una melodía, empezando a dar vida a un posible tándem que alude a cultos de la personalidad como el del ya mencionado Perón en Argentina, los Ceausescu en Rumania, los Marcos en Filipinas, o más recientemente, dentro el universo del Socialismo del Siglo 21, a los Kirchner en Argentina o a los Ortega en Nicaragua.