Avanza la Ignorancia (Porque es Popular)




Avanza la Ignorancia (Porque es Popular)

Por: Ghost Writer

Cada día, el presidente Andrés López lo deja muy claro, en su administración, la popularidad es dios (y esto no es bueno, ya que cómo lo ha señalado Borges, la ignorancia siempre es popular), es la que manda y es la que pesa a la hora de repartir el poder, esta explicación resulta válida si tratamos de entender por qué varios organismos, entre ellos la Cofepris partir de hoy pasan a cargo de la Secretaría de Salud, deberíamos decir que dichos organismos autónomos pasarán a manos del Secretario de Salud, Jorge Alcocer, el detalle es que durante los casi seis meses que ha durado la crisis sanitaria, por el Covid, en México, el secretario ha estado ausente, su lugar ocupado por el sub secretario Hugo López Gatell, quien ha logrado una fuerte presencia mediática durante la pandemia y se ha manifestado de forma reverencial al presidente en todo momento, enalteciendo de forma grotesca la "fuerza moral del presidente", como barrera para evitar el contagio, lo cual ya habla de un fuerte sesgo ideológico que contradice su supuesta naturaleza “científica” y lo evidencia más como un operador político en total sumisión al presidente.

La posición dominante sobre Cofepris restará autonomía a éste organismo y podría convertirse en un muro preventivo (o peor aún, como un elemento restrictivo o de chantaje) para entes comerciales al mercado nacional, (si consideramos que la Cofepris tiene injerencia sobre directa sobre el 10% del PIB nacional y prácticamente sobre el 11% del comercio internacional de México)   lo cual podría favorecer a unos cuantos y producir una regresión en el rumbo hacia el libre mercado que ha tomado el país por décadas, pensar en ir décadas atrás, implica pensar en aquellos monopolios de los años 70s, en los que unos cuantos cercanos al gobierno se beneficiaban de la poca competencia (reduciendo los niveles de competitividad el país a nivel global), mientras el mismo gobierno se encargaba de manejar el mercado negro de mercancías de entrada ilegal en contubernio con puertos y aduanas, una situación no muy diferente a la que se está perfilando con la toma de militares de en las fronteras y puertos, salgo visto en lugares como Venezuela, en donde los mismos Chavistas y el ejército manejan el mercado negro vendiendo todo tipo de mercancías a precios exorbitantes, incluso de primera necesidad.

En tiempos del reinado de la popularidad (sin ningún otro mérito), resulta que no solo un presidente incompetente puede ser adorado por miles de sus seguidores de forma ferviente e irracional, también un sub secretario con más de medio millón de contagiados, casi 60,000 muertos y sin una estrategia clara para combatir al Covid (excepto ocurrencias, cómo ya lo ha confirmado incluso el presidente), puede convertirse en una figura mediática seguida y reverenciada por muchos, al grado de convertirse en una figura de mayor reverencia que un Secretario de Estado o que una Jefa de Gobierno de la capital, más si éste sub secretario, como ya hemos mencionado, despliega una reverencia ciega hacia el presidente, otra de las características importantes para crecer en una administración contraria a la méritocracia en la que la aptitud es vista como una amenaza por el poder superior, no cabe duda que el reinado de los “científicos” que tanto le gusta al presiente, no es otra cosa que más circo, más forma y nada de esencia o fondo.

Lo que sigue es continuar viendo una concentración obsesiva (y enferma) del poder, no es sorpresa ya que lo vimos en el camino del presidente en su época como candidato, en sus anteriores partidos (lo aprendido en su “alma mater”, el viejo PRI de Cárdenas), en su salida del PRD, en qué su poder no era total (y esto le resultaba sumamente incómodo), después en Morena, dónde si pudo concentrar todo el poder como fundador, presidente, vocero y principal candidato, que a nadie le sorprenda que ahora quiera destruir cualquier organismo de contra peso a la presidencia, ya que esa ha sido su única estrategia clara desde el inicio, no gobernar, no ayudar, no beneficiar, sólo concentrar el poder y quitar a quien le estorbe, lo que generará un daño al país que sólo se revertirá en una generación más, así los caminos de la resurrección del nacionalismo revolucionario en épocas de los “influencers” y la obsesión por la popularidad, así las “benditas redes sociales”, se convierten en nuestros tiempos no un instrumento para distribuir el bienestar y el conocimiento, sino para concentrar el poder y la ignorancia, no hay que confundir la popularidad con el mérito, y menos en épocas en que hay personas dispuestas a "venderse" prácticamente por unos minutos de popularidad.

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