Melvins, Bad Mood Rising, 2022

 


Por: Rock N Roll Animal

 

Los Melvins están de regreso con un disco titulado de forma bastante enigmática. Bad Mood Rising. En definitiva, el título podría tener relación con el mal humor, no sé tal vez el mal humor que hoy recorre el mundo. Es una obvia referencia a Bad Moon Rising, pero ¿Será a la canción de los Creedence Clearwater Revival de 1969, o al disco Bad Moon Rising de 1985 de los Sonic Youth? Los Melvins son una verdadera institución musical nacida en 1983, mucho tiempo antes del surgimiento del llamado “grunge”. Cuando el grunge comenzó a tomar notoriedad en los 90s en el estado de Washington, los Melvins (al igual que los Mudhoney), se alejaron de la escena para buscar refugio en California. Al día de hoy han grabado más de 30 discos oficiales, y han agregado a sus filas al bajista Steven Shane McDonald de los también legendarios Redd Kross, lo cual le ha sumado a los Melvins, una nueva dimensión de sonido, gracias a los coros de McDonald. El núcleo de la banda siguen siendo Buzz Osborne en la voz y guitarras y Dale Crover en la batería. Bad Mood Rising continúa la larga tradición del grupo de evadir todo tipo de clasificación, la música sigue desafiando todo tipo de encasillamiento. Hay un trabajo de batería sumamente dinámico por parte de Crover, uno de los mejores bateristas del rock moderno. Las guitarras de Osborne siguen siendo una feroz bestia, pero en ésta ocasión no parecieran predominar en la mezcla, la atención, desde mi punto de vista, ha pasado más a las vocales. El primer tema, Mr Dog Is Totally Right es una bestia pesada que avanza de manera inmisericorde, con un trabajo único de baterías, guitarras llenas de drama y vocales predominantes, definitivamente los Melvins siguen jugando a hacer cosas diferentes, a no encasillarse en nada, a reírse de aquellos que les han llamado grunge, metal alternativo, sludge e incluso stoner rock. Aunque cabe señalar que hay un poco de todo eso en el sonido de la banda. Never Say Youre Sorry es más directa. Crover sigue un patrón similar en la batería, aunque Osborne sube los decibeles y la distorsión. La bestia sigue avanzando, pero su capacidad de estremecer el suelo, va aumentando. Para My Discomfort Is Radiant, es un hecho que estamos en territorio de los Melvins, pero en un momento bastante extraño, con un sonido casi a rock clásico, pudiéramos decir que la banda se muestra a gusto mostrando un lado bastante accesible aquí. It Wont Or It Might se encarga de poner todo al rojo vivo, la banda maneja un rango interesante que va de lo más intenso a momentos bastante contenidos, no cabe duda que los Melvins están jugando al máximo con todas las posibilidades de su sonido, sin miedo y buscando seguir evolucionando, incluso introduciendo texturas vocales que añaden a la banda una dimensión de sonido bastante inusual. Hammering es simplemente espectacular, rock clásico de primer nivel. Curiosamente, pero cumpliendo con la tradición, los Melvins casi al final del disco, arrojan una pieza que es puro Melvins, The Receiver and The Empire State. Si, Bad Mood Rising es un disco bastante extraño. Presenta cambios considerables en el clásico sonido de la banda, pero también pareciera que la banda ha diseñado éste disco para tocarse en vivo y sonar más directo con sus audiencias. Bad Mood Rising podría no ser de lo mejor que ha publicado Melvins últimamente, pero por alguna razón pienso que como los Grateful Dead, los Melvins han creado un disco hecho para explotar sobre los escenarios.


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