Por: Rock N Roll Animal
Si, TMV es pop, pero es la versión de los Mars Volta de lo que es el pop. Decía el director español Luis Buñuel,
“Lo más extraño que puedo hacer es una película normal”. En ese sentido, anuncia
la banda texana The Mars Volta su nuevo disco (el primero en 10 años), de
entrada, titulado enigmáticamente de forma homónima. “Lo más revolucionario que
podemos hacer es un disco pop”. The Mars Volta no es precisamente un disco pop
en el estricto sentido del pop común y corriente que suena en la radio y que se
ve en los canales de video. TMV es un disco diferente si, su instrumentación es
en definitiva menos estridente que en sus anteriores discos (aunque hay cierta
conexión con el Noctourniquet) y elementos “punk” por así decirlo han sido
hasta cierto punto descartados, aunque, hay que recordar que el “punk” no es
necesariamente un sonido, sino una actitud. Bajo ese contexto TMV es un disco
bastante “punk”. La legendaria banda está decidida a hacer música a su manera
y así lo dejan bien claro desde su primer tema The Blacklight Shine, con un
ligero tono latino que pudiera traer a la mente al primer disco de mis adorados
Steely Dan (aunque los Mars Volta señalan que la inspiración real es el disco
So de Peter Gabriel, disco favorito de, ni más ni menos que, Eddie Van Halen). Definitivamente
TMV es un disco que nos lleva en un viaje directamente a los cálidos, profundos
y oscuros tiempos de discos como la joya de estudio de Steely Dan llamada Aja.
Graveyard va incluso un poco más allá, al grado que introduce un fondo basado
en ritmos electrónicos. No es en definitiva, el tipo de tema que conquistaría
la radio, sin embargo es un tema que muestra un rostro diferente de la banda,
sin perder ese toque enigmático, pero si, y esto es clave, siendo un tanto más
accesible. Aun así, el final del tema es espectacular sin duda. Si escuchamos
Shore Story, podemos constatar que en definitiva, estamos en territorio de los
legendarios Steely Dan. Destacables las guitarras de Omar Rodriguez López en
Blanck Conoclences, monumental tema con excepcionales melodías. Vigil podría
ser fácilmente el mejor tema pop del disco. ¿Seré el único que nota una cierta
conexión entre la voz de Cedric Bixler Zavala y el tono de voz del Motley Crüe,
Vince Neil en los 80s? Cerulea es seguramente el tema que más se apega al sentido
pop que la banda pretende dar al disco y que en estricto sentido podría quizá
funcionar en el radio. Flash Burns From Flashbacks es un tema con un ritmo más
predominante e intenso y poderosas guitarras asomándose a cada instante. Y tal
vez, prepárense, No Case Gains, con su extraña dinámica, podría ser el tema más
“accesible” que The Mars Volta haya hecho en toda su carrera. TMV es un disco
asombrosamente sorprendente, brutal para los que se hayan quedado prendados de
la época del De-Loused in the Comatorium y el Frances The Mute, nada del otro
mundo para los que entienden la filosofía experiemntal e inconformista de la
banda. TMV es un disco diferente, sí, pero bajo un contexto pop, The Mars Volta
hace un disco increíble, uno más de muchos que ésta increíble banda ha hecho.
Otro muy grato regalo que nos ha traído septiembre, y aún faltan otros más.
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