De Lunes y Tragedias



Cosas Un Tanto Escabrosas y Trágicas 

Por: Rolando J. Vivas


Algunos hablan sobre la “cuesta de enero”, esa época complicada en que, luego de los excesos de todo tipo ocurridos durante el mes de diciembre, aún no es posible recuperarse emocionalmente y económicamente durante el primer mes del año nuevo, causando cierta incomodidad en gran parte de las personas. Otros, como la empresa inglesa Sky Travel (agencia de viajes), se le ocurrió hace unos 15 años realizar un estudio “pseudocientífico” para determinar cuál era el día más triste del año. Obviamente el mes determinado fue enero, por las razones ya mencionadas. Lo más curioso del estudio, es que el día determinado, dentro del mes de enero, como “el más triste del año”, fue el tercer lunes. Sky Travel señalaría que, por temas del clima, las deudas y los salarios (en el hemisferio norte solamente), el tercer lunes de enero sería declarado como el famoso “Blue Monday”. El nombre seguramente se podría derivar de la canción Blue Monday del grupo New Order, publicada en el año de 1983, refiriéndose específicamente a el lunes siguiente de un fin de semana de intensa fiesta. En lo personal me gusta más pensar el “manic Monday” de la canción de Prince que la Bangles harían famoso. Al final, esa tristeza percibida los lunes, es una clara consecuencia de la euforia vivida el fin de semana, o después de cierto período vacacional. En contraste, el día más feliz del año, lo determinó una empresa también inglesa (pero de helados), la penúltima semana del mes de junio (que “casualmente” coincide con el inicio del verano aka vacaciones). 

Además de las canciones de New Order y de las Bangles, muchos otros han dedicado a los lunes muchos temas inspirados en la nostalgia que les provoca ese día, están Monday, Monday de los Mamas & The Papas, o Rainy Days and Mondays de The Carpenters. Aún sin fiestas, el lunes sigue siendo el día menos popular de la semana, según encuestas realizadas. Para muchos, el hecho de que, el lunes sea cuando termina el fin de semana y se comienza con la rutina escolar o laboral, es una razón suficiente para no disfrutar mucho del día. Algunos dicen que, los ciclos circadianos del fin de semana (dormimos hasta que nos cansamos, despertamos de manera natural sin alarmas, a diferencia de cómo lo hacemos entre semana), al romperse en lunes, provocan cansancio inusual en la mayoría de las personas. Confieso que siento cierta nostalgia los domingos por la tarde. La sensación de que el fin de semana está por termina me pone un poco de mal humor. Acostumbro leer los domingos hasta altas horas de la noche, tratando de “hacer rendir más el fin de semana”, y buscando de alguna forma que éste no termine. Los lunes por la mañana, aunque me tengo que despedir de la familia, me resultan bastante motivantes, la oportunidad de enfrentar nuevos desafíos personales y profesionales me ponen de bastante buen humor, el cambio de rutina me sienta bien por lo general. 

Soy de la filosofía de hacer las cosas más difíciles (tragar sapos primero, como diría Brian Tracy) lo más temprano y al inicio de la semana. Me gusta que los lunes sean pesados y difíciles, ya que ello me ayuda a retarme, enfocarme y salir satisfecho al final del día, lo cual psicológica y emocionalmente ayuda a que el resto de la semana sea más sencillo. Las labores más pesadas del trabajo las programo para el lunes, revisiones con el equipo, juntas uno a uno y elaboración de reportes. En otras actividades como el ejercicio, empiezo con el entrenamiento de pierna, en específico con sentadillas. Mucha gente no entrena pierna o suele dejarla para el viernes y evita realizar sentadillas hasta el último día. Yo las hago cuando estoy más lleno de energía al comenzar la semana. Cuando pones en línea lo más pesado, tedioso, difícil y complejo al inicio de la semana, tienes la capacidad de enfrentarlo mejor porque estás más descansado y fresco. Aprovechas mejor la energía, aplicas la disciplina y generas motivación para el resto de la semana, ¿Te cuesta trabajo hacer ejercicio? Procura hacerlo a primera hora en la mañana, el resto del día será de lo más sencillo. 

Los Boomtown Rats fueron una banda de new wave irlandesa de mediados de los 70s. Pienso que poco sabríamos de los BR de no ser por dos cosas muy en específico. La primera, la existencia de su líder y vocalista Bob Geldof. Geldof tal vez no será recordado como el mejor “frontman” del rock n roll, pero si como el organizador de uno de los más grandes y famosos festivales de música de la historia, el legendario Live Aid de 1985. La reunión de los Queen de Freddie Mercury, para presentarse en el estado de Wembley en esa ocasión, es considerada la presentación de rock n roll en vivo más importante de la historia. La segunda sería una canción específica que se convertiría en la composición más famosa de la banda, llamada I Don´t Like Mondays, extraída de su tercer disco The Fine Art of Surfacing. La verdad, no hay mucho que hablar de los BR más allá de I Don´t Like Mondays, pudiéramos usar esa frase legendaria de Andy Warhol, para decir que el tema serían los “15 minutos de fama” de la banda, aunque en realidad fueron menos, como 5. Sería fácil pensar en la sagacidad de Geldof para utilizar un tema universal para inspiración de su canción, pero la realidad va mucho más allá de sólo detestar los lunes. 

En 1979 Brenda Ann Spencer era una adolescente de 16 años que vivía en San Diego, California. Spencer vivía con su padre en una casa frente a la escuela primaria Grover Cleveland. La vida de Spencer distaba mucho de ser una vida ideal. Había abuso y maltrato por parte de su padre Wallace, lo que había moldeado el carácter de Ann en forma de una chica tímida, con fuertes problemas para relacionarse con los demás y de aprendizaje. Sin embargo, había algo que unía curiosamente a Brenda y a su padre, su gusto por las armas de fuego. Wallace contaba con varias armas de fuego en casa y había enseñado a Brenda lo básico para cargarlas y disparar. Tal era el gusto de Brenda por las armas, que una navidad su padre decidió darle de regalo un rifle Ruger semiautomático calibre 22, según Brenda, ella había pedido un radio, también, según Brenda, su padre le había regalado el rifle para que ella misma se matara. Para muchos lectores, éste hecho podrá resultar algo casi inverosímil, pero la cultura de las armas en los EEUU, es muy diferente a la de muchos otros países. En los EEUU se habla de la segunda enmienda que permite a los ciudadanos tener armas, pero habría que considerarse que la enmienda data de inicios de 1,800, una época en que la mayor parte de la población estadounidense vivía en pueblos rodeados de bosques habitados por osos, y en que había que viajar a otros pueblos por caminos repletos de asaltantes e indios hostiles. Hoy en día, las armas de fuego en los EEUU, ya ocupan el primer lugar como causa de muerte en menores de edad. 

La mañana del 29 de enero, Brenda decidió usar su rifle nuevo (no contra ella), estaba sola en casa y se acercó a la ventana del frente. A la vista estaba la escuela primaria, a la cual, los alumnos empezaban a llegar de mano de sus padres luego del fin de semana. A la entrada, el director de la institución y un guardia se encargaban de recibir a los niños. Brenda disparó alrededor de 30 balas contra la escuela y la multitud que ahí se encontraba. Burton Wragg, director de la institución y Mike Suchar, guardia de la misma, fueron asesinados al tratar de proteger a los niños de la brutal lluvia de balas. Un oficial que llegó al lugar para dar auxilio resultó lesionado. 8 niños resultaron heridos, aunque gracias a Wragg y Suchar, ninguno de ellos de gravedad. Brenda se atrincheró en su hogar, amenazando con disparar a quien se acercara demasiado. Cuando un reportero se encargó de contactar a Brenda por teléfono en su casa y le preguntó el motivo de la agresión, Brenda respondió que “no le gustaban los lunes, le parecían muy aburridos y lo que había hecho fue para animar el día”. Después de 6 horas atrincherada en su hogar, Brenda aceptó entregarse a cambio de una hamburguesa Burger King que le había ofrecido durante la negociación. La frase, “no me gustan los lunes”, se convertirían en titular de las noticias y serían la inspiración para la canción de Geldof, que señalaría, era un homenaje a las víctimas de aquel sangriento tiroteo. Irónicamente, Spencer escribiría una carta a Geldof diciéndole que le gustaba mucho la canción, lo cual no agradó para nada a Geldof.

Se hablaron muchas cosas sobre Brenda. Las historias del abuso salieron a la luz (aunque nunca se comprobaron del todo), su naturaleza antisocial, su contacto con el alcohol y las drogas, y una lesión en la cabeza que había sufrido durante una caída, eran de las muchas causas que se mencionaron durante el juicio, tratando de explicar el evento y la conducta violenta de Spencer. En ocasiones Brenda señalaba que había cometido el crimen solamente para aparecer en la televisión. Seguramente Brenda hubiera dicho hoy en día que quería ser famosa y ser popular en internet. Por el crimen, Brenda sería juzgada como adulta y condenada a cadena perpetua, así, Brenda, una mujer de apenas 16 años, se convertía en la trágica protagonista de uno de los primeros tiroteos masivos de la era moderna en una escuela de los EEUU. Hoy en día, el psicólogo canadiense Jordan Peterson diría que para evitar éstos tiroteos, lo mejor sería que los medios callaran el nombre de los tiradores. Según Peterson, la principal causa de los tiroteos, es la búsqueda de notoriedad por parte de los tiradores, pero, ¿Y las armas? Si lo que quería Brenda era aparecer en la televisión, ¿Lo hubiera logrado de no tener un arma a su alcance? Pienso que no. Muchos culpan a las enfermedades mentales como causantes de las muertes por arma de fuego, pero si quitáramos el factor “arma de fuego” muchos tiroteos masivos se pudieron haber evitado.

De mi infancia, tengo muy presente otro tiroteo en San Diego, esta vez en el año de 1984, en el interior de un McDonalds (considerado hasta entonces el tiroteo masivo más letal en la historia de los EEUU, sería superado unos años más tarde, en otro restaurante). De niño, mis padres me habían levado un par de ocasiones a los EEUU y habíamos comido en uno de esos restaurantes, recuerdo haber visto la noticia en televisión y preguntarme, ¿Cómo era posible que 23 personas fueran asesinadas en un lugar “feliz” como McDonalds? El tiroteo había sido perpetuado por James Huberty, un hombre de 41 años, casado y con dos hijas. Huberty era un aficionado a las teorías de conspiración y aseguraba la proliferación de comunistas en los EEUU y la destrucción gradual de la sociedad (algo nada diferente a lo que señalan los aficionados a las teorías de conspiración hoy en día). En épocas más recientes, podríamos hablar de una nueva “ola” de tiroteos iniciados con la infame masacre de Columbine, en 1999, que dejó un total de 15 estudiantes muertos en una escuela. Otros más recientes como el ocurrido en la escuela Virginia Tech en el 2007, que dejó 33 víctimas mortales. En el 2012 ocurriría una nueva masacre, esta vez en Connecticut, en la escuela primaria Sandy Hook que dejaría 28 personas muertas, y que irónicamente algunos aficionados a las teorías de conspiración negarían hubiese ocurrido (los aficionados a las teorías de conspiración creen en lo que no ven y desacreditan lo que se ve con obviedad). El peor tiroteo masivo ocurrido en los EEUU, sucedería en el año del 2016, en Orlando, Florida en un club nocturno. 49 personas resultarían muertas en éste lamentable suceso.

Hay algo realmente escabroso en aquella infame masacre en Columbine, y ese es el hecho que detonó la mayor parte de los tiroteos masivos hoy en día. Eric Harris y Dylan Klebold, los tiradores adolescentes sentaron el precedente y dejaron claro el camino a seguir para la gran parte de los tiroteos masivos a suceder de forma posterior en los EEUU y en el mundo. Páginas en internet o en redes sociales, manifiestos escritos con su decadente forma de ver la vida, las motivaciones mostradas como algo “revolucionario”. Ver videos hoy en día de los tiradores en las escuelas, es transportarse directamente a 1999, misma vestimenta, gorra, pantalones, camisas, botas. El objetivo sigue siendo el mismo, la escuela y los estudiantes. El “escenario de la cacería” es el mismo, Los salones y pasillos de la escuela. Al día de hoy la mayor parte de los tiroteos masivos son imitaciones una y otra vez de lo ocurrido en Columbine. Los expertos lo llamarían el “Efecto Columbine” y las réplicas continúan aún hoy en día. La fecha, sigue teniendo cierto significado ambiguo, abril 20 (4.20, algunos dirán que es el día internacional del consumo de mariguana, otros el día en que nació Adolfo Hitler, incluso Elon Musk juega con esa fecha cuando hace propuestas de pago). En muchos casos, la existencia de video juegos violentos y una suerte de confusión entre lo virtual y la vida real se han presentado. La derecha religiosa generalmente ha usado estos eventos para sacar provecho político. En Columbine, hablaron de “mártires” que confirmaron su creencia religiosa antes de ser ejecutados por los tiradores (a quienes la derecha religiosa señaló falsamente como gays), hoy en día, en Nashville, Tennessee se habla nuevamente de un ataque a la “cristiandad”. La misma derecha religiosa, tan cercana a la Asociación Nacional del Rifle, denunciaría falsamente a Harris y a Klebold como agentes del gobierno escenificando la masacre para buscar influir en la opinión de la gente respecto a las armas.

Lunes (para variar) 27 de marzo, el más reciente de los tiroteos masivos en los EEUU tiene lugar en la escuela Covenant en Nashville, Tennessee. Audrey Elizabeth Hale de 28 años, persona aparentemente transgénero, sería señalada como la autora del tiroteo que cobraría la vida de 6 personas, 3 niños (de aproximadamente 9 años) y 3 adultos. Audrey moriría resultado de la reacción inmediata por parte de la policía, luego de accionar un par de rifles y un arma de mano. Audrey se desempeñaba de manera eficiente en los ámbitos del diseño gráfico y vivía con sus padres. Son contradictorios los datos que señalan a Audrey como persona transgénero, algunos conocidos señalaban que Audrey había hecho declaraciones sobre su identidad en Facebook, mientras otros conocidos niegan que Audrey alguna vez haya hablado sobre identidad de género (sus padres se refieren a ella como “su hija”). Una supuesta foto de su cuarto, en desorden, circulaba en redes sociales días después del tiroteo. La realidad es que la foto es un “meme” circulando en internet desde hace más de dos años. Muchos señalaban (sobre todo en círculos conservadores) que Audrey era la primera mujer en llevar a cabo un tiroteo masivo en los EEUU (influida según ellos, por la “ideología de género”), pero sin duda, Brenda Ann Spencer se le adelantó más de 4 décadas. Los motivos aún se desconocen, aunque se habla de que Audrey, además de tener resentimiento contra varios maestros en la escuela de naturaleza presbiteriana, enfrentaba un conflicto emocional ante la muerte de una compañera de clase fallecida un año antes. Esto la tenía en observación médica, una de las razones importantes por la cual, se le debió negar a Audrey la adquisición legal de 7 armas de fuego, lo cual no sucedió.

Los tiroteos masivos en los EEUU han ido incrementando año contra año. El número de víctimas en cada evento también. Las edades de los tiradores, sexo y etnia varían como para señalar un patrón fijo, aunque el 98% de los tiradores son hombres. Lo de Audrey Hale podría parecer un caso único por su condición, pero la realidad es que no es la primera mujer en llevar a acabo un acto de ésta naturaleza. Llama la atención el uso oportunista de información por parte de sectores de la ultraderecha que trataron de manipular los acontecimientos para empujar su agenda ultraconservadora. Se habló de la condición sexual de Hale, que no resultó realmente relevante. No era una persona considerada peligrosa o de naturaleza criminal (su expediente, a diferencia de muchos tiradores, estaba limpio). No estaba sujeta a tratamientos hormonales o a dosis masivas de testosterona, como sugirió abiertamente Marjorie Green Taylor, miembro de la cámara de representantes, y aficionada a las teorías de conspiración, que obviamente trató de usar el evento para impulsar su iniciativa de cancelar tratamientos hormonales a personas trans. Se habló también de un supuesto “manifiesto” escrito por Hale, el cual rápidamente se desmintió y resultó no ser cierto. No hubo una agenda radical influida por la identidad de género, no hubo ideología extremista, ni enfermedades mentales graves, ni tratamientos hormonales (los cuales rara vez ocurren en personas trans) que pudieran resultar detonantes del acto perpetrado por Hale. Podemos señalar que las causas siguen siendo las mismas de décadas atrás, armas de alto poder disponibles para la compra de cualquiera sin la mayor verificación o sin el mayor control que son comprados por jóvenes con problemas emocionales. Algunos culpaban a la identidad sexual de Hale y al hecho de que los shows de Drag Queens en el estado habían sido prohibidos recientemente. Mejor se debió prohibir que los jóvenes consigan almas de alto poder de una forma tan fácil, seguramente se salvarían más vidas.

Sin duda para muchos el lunes es un día triste. Lo es más cuando eventos trágicos como los tiroteos masivos se presentan en esos días. Estados de animo afectados sumados a armas de fuego son una mala combinación. Las armas de fuego en manos de jóvenes no solamente representan un daño para ellos mismos, también para el resto de la población. Armas de alto poder no deberían estar disponibles para toda la población y menos para jóvenes. Si, se puede prevenir que éstas lleguen a ciudadanos con antecedentes, pero en la mayoría de los casos, quienes llevan a cabo tiroteos masivos no son personas con antecedentes criminales, ni con enfermedades mentales graves. Hoy en día se prohíben shows de diversidad sexual, pero se permite en su mayoría la libre compra de armas de fuego. Se habla de prohibir los shows para proteger a los menores, pero no se busca un control más estricto de armas de fuego para realmente proteger a los menores. Hoy en día la muerte por armas de fuego son la causa mayor de muertes de menor en los EEUU. Parecería que proteger a los niños no es más que una excusa para continuar atacando a minorías y restringiendo sus derechos, no para hacer realmente lo necesario para protegerlos, no sólo en lugares dónde se dan “shows” de diversidad sexual, también en las iglesias, en las escuelas y en el hogar.

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