Más Allá del Espejo: El Lado Oscuro del Cuerpo Humano en el Mundo del Bodybuilding



El 14 de febrero de 1995, Ray McNeil, un joven bodybuilder que recién se había consagrado profesional, regresaba tarde a su casa. Su esposa, Sally McNeil, lo esperaba con una furia acumulada, alimentada por la sospecha de que su esposo, quien ya la había maltratado físicamente en el pasado, también la engañaba. Ante los reclamos, Ray perdió la cabeza, y la agresión comenzó. Aunque Sally había sido entrenada en el ejército y se dedicaba a "luchar contra hombres", su fuerza física no podía competir con la brutalidad de Ray, quien ya había competido en el Mr. Olympia.

En un desesperado intento por defenderse, Sally tomó una escopeta y disparó contra él en varias ocasiones. Pero Ray, impulsado por su furia, parecía imparable. Sally sostenía que los esteroides que le compraba a Ray lo habían desquiciado, pero lo cierto es que ella también los usaba. Su físico musculoso y su destreza con las armas hablaban por sí mismos. En su pasado, además, Sally había sido acusada de emplear la violencia contra sus compañeros en el ejército. La prensa no dudó en llamarla "Sally la Asesina", su apodo como luchadora. El juicio fue despiadado, y el relato de esta tragedia se convirtió en una oscura leyenda dentro del mundo del bodybuilding.

En 1996, Craig Titus se unió a la élite del bodybuilding. En 1997, fue arrestado por posesión de esteroides, una sustancia aún prohibida en Estados Unidos. Sin embargo, el verdadero giro en su historia ocurrió en 2005, cuando el cuerpo de su asistente personal, Melissa James, fue encontrado atado y amordazado en el maletero de un coche en llamas en Las Vegas. Titus había mantenido una relación extramarital con James, y la confrontación de la esposa de Titus, Kelly Ryan, con la víctima escaló a un nivel mortal. Titus, en un arrebato de furia, ahorcó a James. Aunque evitó la pena de muerte, fue condenado a entre 21 y 55 años de prisión.

El cine ha abordado estas historias oscuras que parecen pertenecer a un mundo ajeno, pero que son más comunes de lo que se cree. Magazine Dreams (2023) presenta a Killian Maddox, un joven con una obsesión enfermiza por el Mr. Olympia. Para alcanzar la perfección física, Maddox recurre al abuso de esteroides, lo que deteriora tanto su salud como su personalidad. La película refleja cómo la búsqueda de un cuerpo perfecto puede destruir a un ser humano desde adentro, un recordatorio de lo que muchos bodybuilders experimentan en su intento de alcanzar lo inalcanzable.

En Loves Lies Bleeding, otra película que explora el lado oscuro del bodybuilding, Jackie, una aspirante a competidora, se ve atrapada en el mundo de la criminalidad al involucrarse con Lou, la hija de un capo de la mafia. A medida que la historia avanza, Jackie se adentra más en un torbellino de decisiones equivocadas, hasta que la justicia comienza a acercarse al padre de Lou. La lucha por salvar a Jackie se convierte en una metáfora de cómo la ambición puede arrastrar a quienes están dispuestos a todo para alcanzar el éxito.

Este 22 de febrero, Netflix estrenará The Standard, un documental sobre Chris Bumstead, el seis veces campeón del Mr. Olympia en la categoría Classic Physique. Bumstead, también conocido como CBUM, ha sido fundamental en la explosión de la popularidad del bodybuilding en los últimos años, especialmente en las redes sociales. Su éxito en las plataformas digitales ha brindado al mundo del fitness una visibilidad que recuerda a la que Arnold Schwarzenegger logró con Pumping Iron en su época. La serie sigue a Bumstead en su camino hacia su última competencia, cuando ya ha anunciado su retiro, y revela cómo la fama, la disciplina y las redes sociales han moldeado su legado.

Hoy en día, las redes sociales tienen un papel crucial en la visibilidad del fitness y el bodybuilding. El auge de la categoría Classic Physique ha permitido que más personas se sientan identificadas con los cuerpos estéticos que promueven, más accesibles que los "mass monsters" tradicionales. Sin embargo, no podemos olvidar que las sombras siguen presentes: los bodybuilders que han llevado el deporte a extremos impensables siguen luchando en las profundidades, lejos del foco mediático.

Es necesario destacar que muchos aspirantes a bodybuilders viven en la pobreza, sin apoyo económico, tratando de sostener un estilo de vida extremadamente costoso y demandante. El cine ha comenzado a reflejar esta realidad oculta, mostrando cómo el deseo de alcanzar la perfección física puede llevar a los atletas a situaciones extremas. Estos relatos, aunque oscuros, son una parte integral del mundo del bodybuilding, una industria que, aunque brillante en su exterior, está marcada por sacrificios personales, abusos y tragedias.

El auge del bodybuilding moderno, especialmente gracias a la visibilidad que ofrecen las redes sociales, ha dado paso a una nueva era. Sin embargo, las luchas internas de aquellos que buscan un físico perfecto siguen siendo una realidad constante. En este mundo, el éxito está a menudo empañado por la adicción, la violencia y la obsesión, temas que rara vez se tratan con la profundidad que merecen. A medida que la industria del fitness continúa expandiéndose, será interesante ver cómo evoluciona el equilibrio entre el espectáculo y la oscuridad que habita en las sombras.

La obsesión por el cuerpo perfecto es tan antigua como la humanidad misma, pero nunca antes había sido tan visible, tan accesible, tan peligrosa. En este juego de espejos y músculos, ¿qué tan lejos estamos dispuestos a llegar para conseguir lo que creemos que necesitamos? Las historias de estos bodybuilders nos recuerdan que, detrás de cada músculo esculpido, hay una historia que no siempre termina bien. Y esa es la tragedia no contada del bodybuilding.


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