Anticapitalismo de amiguetes
Anticapitalismo de amiguetes
Por: Javier Ayuso
Tomado de: El País
Cuando no habían tocado el poder en España ni se
avergonzaban de su pasado bolivariano, los políticos antisistema de Podemos
criticaban los excesos de lo que llamaban el “capitalismo de amiguetes”. Sin
embargo, cuando todavía no ha pasado un año desde que ocuparon los primeros
despachos oficiales, los líderes de esta fuerza política se han lanzado sin
pudor al mayor de los vicios de la vieja política: el enchufismo.
Han instaurado una especie de “anticapitalismo de
amiguetes”; y el tráfico de influencias que denunciaban que se realizaba en los
palcos de los estadios Santiago Bernabéu o Camp Nou se hace ahora en los
entornos del Patio Maravillas en Madrid o la Plataforma de Afectados por la
Hipoteca en Barcelona. Han emulado a la vieja casta en un tiempo récord, aunque
tienen respuestas para todo: “Es verdad que es mi pareja, pero no la hemos
contratado por eso, sino por sus cualidades profesionales”.
El último de los escándalos de nepotismo en los lugares en
los que gobiernan Podemos y sus grupos asociados se ha vuelto a producir en el
Ayuntamiento de Madrid, en donde el tristemente famoso concejal Guillermo
Zapata (el de los tuits contra las víctimas del terrorismo y los judíos) ha
contratado como asesora a su expareja, con el módico sueldo de 50.000 euros anuales.
Están recientes las contrataciones de las parejas de Ada Colau y Gerardo
Pisarello en Barcelona.
Es un ejemplo más de parejas y exparejas, padres, sobrinos o
amigos colocados en buenos puestos de las listas electorales o contratados con
una más que dudosa experiencia para el cargo. Por eso se cometen tantos
“errores por inexperiencia”, que se perdonan por parte de la alcaldesa de
Madrid, Manuela Carmena, que sigue defendiendo a los chicos y chicas de su
Gobierno. ¿Hasta cuándo?
Pablo Iglesias e Iñigo Errejón (ambos profesores de
Políticas y ambos con parejas y exparejas colocadas en los centros de poder
ganados) conocen bien la teoría de las élites que desarrollaron los pensadores
italianos Gaetano Mosca y Wifredo Pareto. Según esa teoría, en toda sociedad
hay una minoría que ostenta el poder en sus diferentes formas; unas élites que
ocupan todos los espacios de poder.
En su intento de asalto a los cielos (siguiendo las
enseñanzas de Karl Marx en París), no dudan en engrosar las nóminas de los centros
de influencia con personas de su entorno personal y, por supuesto, ideológico.
Por eso, asusta leer los 98 folios de la propuesta de Gobierno de coalición de
Podemos con el PSOE. Sobre todo, la que se refiere al poder que asumiría el
vicepresidente (o sea, Iglesias).
A su mando quedarían el CNI, el CIS, RTVE, el BOE, las
comisiones delegadas de asuntos políticos y económicos y las dos nuevas
secretarías de Estado que propone: Contra la Corrupción y Oficina de Derechos
Humanos. Eso sin contar los 78 altos cargos que deben contar con su visto bueno
ideológico para su nombramiento. Viendo el ejemplo de estos 10 meses, el
escenario no es muy favorable. Acabaremos con la vieja frase: “Pablo,
¡colócanos a todos!”.
Comments
Post a Comment