El Sur en Llamas

Condenables lo hechos ocurridos en Oaxaca este fin de semana, una escalada de sucesos de años atrás finalmente parecen haber eclosionado de forma violenta arrojando ya víctimas mortales, condenable tanto el exceso de violencia represiva tanto de autoridades, como la escalada de hechos vandálicos por parte de la llamada Coordinadora que pretende "defender" la educación en los estados de Guerrero, Michoacán, Chiapas y Oaxaca, estados que por años controló la Coordinadora y que como consecuencia son los más atrasados en cuanto a educación se refiere, rechazando asignaciones como inglés y computación por atentar contra "los usos y costumbres" locales, la evaluación de los maestros en algo que pareciera un culto a la mediocridad, y la búsqueda desesperada de conservar la posesión de las plazas como botín de guerra que pueden vender, rentar o heredar como si fuesen de su propiedad.

La exigencia de que se aclaren los hechos violentos que han traído víctimas, pero no sólo por parte de la Coordinadora, sino también de lo policías golpeados, funcionarios secuestrados, negocios particulares vandalizados, gasolineras incendiadas, caminos bloqueados, camiones secuestrados, daños colaterales que incluye víctimas mortales en los incendios a gasolineras y daños físicos a maestros, perpetrados por los mismos la misma Coordinadora a quienes no aceptaron ser parte de los paros.

La exigencia de justicia debe ser pareja y que se paguen los excesos de violencia por ambas partes y a su vez que se pague el crimen mayor, tener sumidos a estos estados en la ignorancia y mediocridad por décadas.

México no debido entrar nuevamente al juego del "gobierno represor y los radicales victimizados" es un juego que los ha llevado a traumas que siguen paralizando al país.