The Butthole Surfers, Butthole Surfers, 1983
1983 y una de las agrupaciones más extravagantes de los 80s alzaba su vuelo. Texas no es precisamente uno de los lugares en los 80s, en los que uno esperaría encontrarse grupos de vanguardia, claro, los Big Boys y los Scratch Acid serían parte de una escena que pondría el nombre de Texas en un sitio privilegiado en el underground de esa década. Podríamos afirmar que sin los Big Boys no existirían los Red Hot Chilli Peppers (que también deben parte de su existencia a los Gang of Four y a los Minutemen). Sin los Scratch Acid no tendríamos seguramente a mucho de lo que hoy en día se le llama “grunge”. Kurt Cobain era un ferviente seguidor de ellos. Cobain también contaría entre sus “tesoros” musicales el disco ep llamado “Butthole Surfers”. Desde un inicio, la banda llamaría poderosamente la atención por su inusual nombre. Muchas tiendas se negarían a vender sus discos, el radio los vetó ya que era imposible mencionar su nombre en el aire.
Los Butthole Surfers se convertirían en una de esas bandas que se moverían hacia los extremos musicales sin miedo, intentarían practicamente de todo en su poderoso coctel musical. Rockabilly, punk, thrash, psicodelia y jazz serían algunos de los elementos presentes en su música, y ésta, su primer grabación se convertiría en una cinta legendaria que abriría los ojos de muchos, de lo que el punk rock el post punk y el hardcore punk se podrían convertir. Es fácil encontrar elementos en los BS de el sonido rockabilly prevaleciente en Texas, podríamos identificar el sonido de los legendarios Cramps, la experimentación rebelde de unos Public Image Ltd, y la brutalidad sonora de los The Birthday Party. A esto tendríamos que agregarle la temeraria visión de la banda decidida a crear un sonido único y propio, como nunca antes se había escuchado.
Personajes como el ex Dead Kennedys, Jello Biafra, los Red Hot Chilli Peppers, los Melvins, los Soundgarden, los Flaming Lips, Kurt Cobain, entre otros, se convertirían en seguidores incondicionales de la banda. La actitud sin miedo a experimentar con todo tipo de sonidos, llevaron a los BH a convertirse en uan de las bandas icónicas del underground de los 80s en los EEUU. En su primera grabación es posible escuchar de todo, poderoso hardcore punk, casi llegando al thrash metal, de ese que bandas como Napalm Death empezaban a practicar del otro lado del Atlántico, de ese que bandas como Siege o Deep Wound ya creaban en la costa este de los EEUU. Las raices hardcore punk de la banda se convertirían en la “gran patada” que abriría la jaula para dejar salir toda la irreprensible creatividad de la banda.
Hay sonidos afines al surf rock y a la experimentación en los límites del pop, algo que los BH buscarían acercarse aún más, años más tarde. Gibby Haynes, vocalista de la banda ya mostraba su liderazgo en ésta, su voz se convertiría en una de las características principales del grupo. Imposible pasar por alta la guitarra de Paul Leary, contraparte de Haynes, y creador en parte igual del sonido alucinante de la banda. Leary se convertiría con el paso de los años, en uno de los guitarristas más singulares e imitados de los 80s. Su sonido en parte post punk, en parte psicodélico, se convertiría en el sonido que muchos músicos del underground de los 80s buscarían imitar a toda costa. Haynes sería uno de los personajes más populares por su maniática manera de abordar el escenario, obvio heredero de personajes como Nick Cave, John Lydon y Lux Interior.
Para éste disco, la banda contaría con una larga listas de encargados de las percusiones, un elemento que la banda atesoraría y que sin duda se convertiría en el pilar de muchas de sus aventuras iniciales en las que la banda se inclinaba por un sonido casi tribal, imitando hasta cierto punto la asombrosa sección rítmica de los PIL. Bajo y batería tomarían la base post punk para formar ese piso desde el que Haynes y Leary harían despegar sus más asombrosas fantasías, y pesadillas musicales. La guitarra de Leary, a pesar de aún estar en desarrollo, se caracterizaría por una infinita imaginación y cero restricciones en su ejecución. Poniendo atención a Leary, es posible entender la dirección de muchos guitarristas en años siguientes, como John Frusciante, Ian Mackaye y Kim Thayil. Temas como Witchita Cathedral son claras señales de la tremenda influencia de Nick Cave y los The Birthday Party en Texas, influencia de la que también disfrutarían los Scratch Acid del igualmente maniático David Yow.
Suicide es una pieza asombrosa de un rock intenso, inquieto e imposible de etiquetar, las raíces hardcore punk de la banda, el sonido garage y la psicodelia puestas todas juntas de forma antes inimaginable. La clara presencia de lo que se convertiría en el llamado noise rock, y la poderosa influencia de otra banda, poco famosa, pero inmensamente famosa, los Flipper, también se siente presente en todo momento en temas como Revenge of Anus Presley. Butthole Surfers reune en su primer grabación, toda una amalgama de los sonidos de inicios de los 80s situados en lo más profundo del underground. La formación de la música independiente, alternativa, el noise rock y el movimiento grunge de los 80s, tendrían su inicio aquí.
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