Arthur Brown, Monster´s Ball, 2022

 



Por: Rock N Roll Animal

Arthur Brown, el autoproclamado “dios del fuego infernal” no debería necesitar presentaciones. Una leyenda musical que ya asombraba escuchas y espectadores a mediados de los 60s, Brown es considerado un verdadero pionero de la teatralidad en la música, en parte por su estilo vocal poderosamente dramático, así como por su manejo de lo visual, un auténtico hombre espectáculo que podría considerarse sin problema “padre espiritual” (y “hermano espiritual” del también impresionante Screamin´ Jay Hawkins, de quien siempre he señalado, que, el día que compré mi primer disco de él, fue el día que falleció) de leyendas como Alice Cooper, Peter Gabriel, Kiss, The Damned, King Diamond y los Misfits. Brown fue un personaje nacido en el Reino Unido, y contemporáneo en la vibrante escena del “swinging London”, junto a personajes como los Small Faces, The Who y Jimi Hendrix (con Pete Townshend, Frank Zappa y Robert Plant como fans declarados). Por increíble que pudiera parecer, Brown sigue activo y produciendo música de manera prolífica. Apenas en el 2019, Brown, junto a su banda The Crazy World of Arthur Brown, nos había entregado el Gypsy Voodoo, y éste año (al igual que los Red Hot Chili Peppers) después de haber publicado el Long Long Road, ahora, en vísperas del Halloween, Brown nos entrega un disco muy ad hoc a la fecha y a su incríeble legado. Monster´s Ball es un disco espectacular por parte de Brown, no viene sólo y ya era tiempo de escuchar algo así, proveniente de la alucinante mente de Brown. Monster´s Ball abre con la espectacular Lucifer Sam, aquél legendario tema original de Syd Barrett (primer líder de los Pink Floyd) que dedicaba a su gato. Para el tema, Brown se hace acompañar por el poderoso baterista de Deep Purple, Ian Paice y el guitarrista de los enormes Gong, Steve Hillage, para una devastadora demostración de poder. Alan Davey, bajista de los legendarios Hawkwind (aunque yo hubiera preferido al fallecido Lemmy. Nik Turner, también de los Hawkwind, le acompaña en Bucket O´ Blood) acompaña a Brown para la espectacular Screaming Ball. I Feel Free es un emocionante cover de los Cream de Clapton, Bruce y Baker, en el que Brown se hace acompañar de dos personajes bastante inusuales, James Williamson, el espectacular guitarrista de los Stooges en la época del Raw Power y Rat Scabies, el baterista de los enormes Damned, una combinación tan increíble como volátil. Vanilla Fudge es una legendaria banda de los 60s, grupos como Led Zeppelin y Deep Purple no se cansan de declarar su amor por ésta espectacular banda y dos personajes, Mark Stein y Carmine Appice se unen a Brown en los temas Zombie Yelp y Fire (un remake asombroso del clásico tema de Brown, brutalmente aumentado por James Williamson) respectivamente. Monster´s Ball funciona de forma genial gracias al enorme talento, entusiasmo y experiencia de Brown. Brown asume en éste disco por completo, el enorme tamaño de su legado musical, lo expone de una forma única y nos deja lo que podría ser el disco definitivo de Arthur Brown de las últimas décadas. 


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