Bjork, Fossora, 2022

 


Por: Rock N Roll Animal

 

Disco número 10 de la enorme islandesa conocida como Bjork. Cómo muchos de los discos publicados recientemente, Fossora (excavadora en latín) es un disco nacido como reflexión de la pandemia y su publicación obedece a una especie de celebración luego de que casi hemos llegado aparentemente, al fin de ésta. La pandemia debió ser un período difícil para Bjork. Luego de abandonar su residencia en el Reino Unido y confinarse en Islandia para la pandemia, el período es seguramente un regreso a sus raíces, un momento de trabajo en un ambiente de aislamiento y el fallecimiento de su madre. Un cúmulo de experiencias que Bjork utiliza para dar fondo a éste nuevo capítulo de su carrera. 5 años después de Utopia, Bjork “retorna a la Tierra”, con éste, el que podría ser uno de sus discos más extraños hasta el momento (lo cual, es muy, muy bueno). Para Fossora, Bjrok sigue explotando al máximo su mayor cualidad para crear música, la colaboración. Así que para Fossora, Bjork ha reclutado a personajes como el cantante estadounidense Serpentwithfeet, un cantante de neo soul, con una carrera en ambientes de música experimental que obviamente llamó la atención de Bjork, el impresionante dúo conocido como Gabber Modus Operandi, originarios de Bali, creadores de poderosos collages musicales de música noise, rave, footwork y música nativa, pesada en percusiones. Esto además del sexteto de clarinetes conocido como Murmuri (y el conjunto coral conocido como Hamrahlíðarkórinn. Fossora es básicamente un disco de voz, percusiones muy dura y clarinetes. La inspiración para Fossora es complicada, hablamos de la muerte, la pena, el dolor, el aislamiento y la supervivencia, es un disco oscuro, sí, pero también lleno de fuerza. Atopos, tema que abre el disco y que sirve también como punta de lanza, es como un golpe a la cabeza, hay que disculpar a los ignorantes que piensen que esto es “reggaeton”, por no saber identificar la música gamelán, originaria de Bali. A éstos sonidos de percusiones poderosas, se arregla el complemento de los omnipresentes clarinetes, esto es lo que da su sonido característico a Fossora y en particular a Atopos. Ovule sigue la misma línea, pero ésta vez, digamos que el fondo lo proporciona Murmuri, y después la intensidad la suman los GMO. Sin duda, Bjork tiene una muy particular manera de ver la muerte, un regreso a la Tierra, un reingreso al subsuelo, una exploración en la oscuridad y la luz de los cristales. Mycelia es simplemente extraordinaria, una experiencia sonora que se necesita escuchar, para creerse. Sorrowful Soil despliega un hermoso trabajo de voz, sin duda algo así como una alucinación suprema en la mente de Brian Wilson y de Panda Bear. Victimhood es otra pieza de vanguardismo puro, quizá la antítesis de Atopos, aunque usando los mismos elementos, otro experimento por demás interesante. Fungal City es más de la locura característica de Bjork, música que sólo podría ser calificada como “fuera de éste mundo”. Fossora es el disco más atrevido que Bjork ha hecho quizá desde Volta. Fossora es un disco audaz, significa el valor y coraje de una mente alucinante creándose un totalmente nuevo universo. Fossora es un triunfo y crece con cada escucha que le damos. ¿Techno biológico? ‘Gabber balinés? ¿Coros matriarcales? Todo eso y más.


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