Por: Rock N Roll Animal
Solemos decir sobre los Velvet Underground
que fueron la banda que, “aunque vendió pocos discos, todos los que compraron
sus discos de inmediato formaron bandas”, de ahí, su enorme influencia en la
música moderna. Considero que el tiempo ha sido el mejor juez de la enorme
trascendencia musical de los VU. Pero, ¿Y qué pasa con The Monks? Oficialmente,
la banda solamente grabó un disco en el año de 1966 y se desintegraron 1 año y
medio después. The Monks eran una banda de rock n roll formada por 5 soldados
estadounidenses estacionados en Alemania. Para la banda era importante experimentar
con la música y salirse de los sonidos pop convencionales de la época. El
resultado sería algo totalmente inesperado, un sonido estridente, repetitivo,
cacofónico y completamente fuera de los estándares musicales de la época, de
ahí su muy poca resonancia comercial (se dice que el disco apenas vendió 3,000
copias allá en los 60s). Pero su trascendencia musical vendría en una forma muy
distinta, convirtiéndose en verdaderos pioneros de lo que conoceríamos como el
“garage rock” de décadas más adelante y pioneros de un estilo que fácilmente,
junto a los Velvets, podríamos denominar como proto punk (por estar en
Alemania, algunos incluso señalan que The Monks también serían precursores del
krautrock). Bandas como The Stranglers, The Fall (la genial banda de Mark E.
Smith quienes incluso se sabe realizaron varias versiones de canciones del
Black Monk Time), los Dead Kennedys, Julian Cope, Radiohead, The White Stripes
y The Horrors reconocerían la enorme deuda musical de sus proyectos para con The
Monks y sobre todo con su legendario disco Black Monk Time. Black Monk Time es
un disco legendario, que suena totalmente diferente a todo lo que se producía
en aquella época, guitarras brutales, ritmos minimalistas y teclados casi
hipnóticos, todo esto sumado a las frenéticas vocales de Gary Burger darían a
The Monks su honorable lugar como pioneros del punk rock y de la música más
experimental que ha salido de Alemania y que bandas como Can, Faust y los Amon
Duul adoptarían gustosos unos años más tarde. Hay oportunidades que se
presentan una sola vez en la vida, pero pueden cambiar el cursos de nuestra
historia para siempre. Black Monk Time, es de ese tipo de oportunidades.
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