Darkthrone, Astral Fortress, 2022
Por: Rock N Roll Animal
A mí me sigue
gustando bastante el disco Soulside Journey, primer disco de la banda noruega Darkthrone,
una auténtica curiosidad musical considerando que el disco suena bastante bien centrado
en el mundo del death metal, considerando que la banda es uno de los pilares
del black metal noruego. Dos años después, el A Blaze in the Northern Sky se
convertiría en todo un fenómeno, la banda dejaría atrás el death para abrazar
como nadie una de las versiones más crudas del black metal que este mundo ha conocido.
Darkthrone seguiría publicando disco tras disco del más brutal black metal
noruego hasta la mitad de los 90s (A Blaze in the Northern Sky, Under a Funeral
Moon y Transilvanian Hunger conforman la trilogía clásica del black metal). A
partir de ahí, su sonido comenzaría a mutar de formas bastante emocionantes,
asimilando influencias de heavy metal tradicional, crust punk y música ambient
(con las obvias influencias imprescindibles de Bathory, Motorhead y Celtic
Frost). La banda crearía su propio universo con su propia lógica y se encerraría
en él para seguir creando música, avanzando en el tiempo, sin ser interrumpidos
por modas o tendencias y ya consolidados como un dúo dinámico conformado por Nocturno
Culto y Fenriz. En años recientes, la banda ha reducido de forma notable sus
impacientes ritmos, ha adoptado una cercanía mayor al doom metal y a los sonidos
atmosféricos, añadiendo más elementos de bandas clásicas como Black Sabbath o
Trouble a su oferta musical. Astral Fortress es el más reciente disco de este
dúo, y es un disco que sigue sorprendiendo con la constante evolución del
grupo. Nocturno Culto sigue llevando la voz en el grupo y guiándonos a través
de pasajes que nos recuerdan mucho a Tom G. Warrior de los Celtic Frost
acompañado de los Trouble en su época más psicodélica. Caravan of Broken Ghosts
abre el disco con guitarras acústicas a cargo de Fenriz al tiempo que ritmos
obviamente de black metal se van presentando, pero de una forma difuminada,
diluida, recordándome de inmediato la estética lo fi de los discos de Burzum,
pero cuidados al máximo nivel de detalle, con guitarras que en ocasiones se sumergen
por completo en el mundo del doom metal, me atrevería a señalar, con una
influencia enorme de los Black Sabbath (los primeros Cathedral). Impeccable
Caverns of Satan, es Darkthrone reinventando el black metal, con una producción
notablemente bien cuidada y jugando con los elementos típicos del género, pero ensamblándolos
de una forma bastante interesante bajo una obvia (minimalista) base derivada de
los Celtic Frost. Stalagmite Necklace tiene un sonido muy derivado de los 70s,
basado en poderosos riffs de guitarra y en un ritmo de baterías simple pero
efectivo, el mismo Fenriz se encarga aquí de añadir interesantes arreglos de
teclados que ponen un énfasis fuerte en los aspectos atmosféricos del disco.
The Sea Beneath The Seas me parece uno de los temas más interesantes del disco,
coqueteos con parte del sonido de Pink Floyd, en una pieza compleja y ambiciosa,
que se va a transformando en una joya del doom metal. Ya casi al final del
disco, la banda presenta Kevorkian Times, quizá el tema más “acelerado” del
disco, que ayuda a dar variedad y sacudir un poco al escucha. El disco pudo
haber terminado ahí, aunque aún quedarían dos piezas pendientes, una instrumental
bastante oscura y Eon 2, con sus rabiosas guitarras y militantes ritmos. Astral
Fortress no es un disco perfecto, pero me gusta bastante. Repleto de ideas muy
interesantes y negándose a permanecer sin evolucionar. Darkthrone sigue
haciendo muy buenos discos dentro de su propio universo, y eso es algo que
pocos podrían presumir. Bastante buena música proveniente del norte del mundo.
Comments
Post a Comment