Pixies, Doggerel, 2022
Por: Rock N Roll Animal
Doggerel es el disco número 8 de
la legendaria banda de Boston. La primera vez que supe de los Pixies, fue mientras
trabajaba en una tienda de música, alguien me preguntó si teníamos discos de
los Pixies, jamás había escuchado sobre aquella banda, busqué y encontré dos
discos, el Doolittle y el Bossanova, aquella persona compró el Bossanova y
comentó que ya tenía el Doolittle. Le pregunté a la persona qué tipo de música
tocaban éstos “Pixies” y me comentó que si conocía a los R.E.M., a Husker Du o
a The Smiths, lo más probable es que me gustaran. Separé el disco de Doolittle
para mí, y efectivamente, cuando lo escuché, quedé impactado, eran los inicios
de los 90s y no había escuchado nada parecido, claro, la influencia de Husker
Du estaba presente, pero los Pixies hacían amplio uso de lo que más adelante se conocería
como la dinámica del silencio y el ruido que bandas como Nirvana y Dinosaur Jr.
usarían un par de años más adelante. Lo único que encontraba similar, o en la
misma “dimensión” que los Pixies, eran mis adorados Jane´s Addiction. De inmediato
conseguí el Surfer Rosa y el Bossanova y esperé paciente a que la banda publicara
más adelante el Trompe Le Monde, la historia de la banda, aparentemente terminaba
allí. Más de 10 años, la banda se reuniría para retomar su carrera, aunque ya
sin la genial Kim Deal. La argentina Paz Lenchantin se encargaría de tomar el
bajo y los coros dentro de la banda, al tiempo que la banda se preparaba para
su regreso en disco. Indie Cindy, Head Carrier, Beneath
the Eyrie ha sido discos diferentes a los discos de la banda en los 90s. La
banda ha buscado una mayor madurez musical y explorar nuevos elementos en su
sonido. Doggerel es el disco más reciente de la banda. Aclaremos algo, si alguien
espera que los Pixies suenen como en los 90s, no hay nada para ellos aquí. Para
quienes entienden el deseo de la banda de evolucionar, hay mucho que disfrutar aquí.
Las guitarras estridentes, las duras baterías y los bajos poderosos, los coros
gigantescos, la música surf, siguen siendo elementos principales en el sonido
de la banda. Black Francis ha dejado de ser ese personaje extraño de antaño,
pero sigue aportando gran parte de la intensidad que subyace en el interior de
la banda. Nomatterday es un tema que no se aleja de los orígenes de la banda,
todos los elementos están presentes aquí, sólo que presentados de una forma más
profesional, más controlada. Vault of Heaven es otra pieza de gran sonido, con
los legendarios elementos de surf que la banda suele imprimir, aunque suena un
tanto cansada. Dregs of The Wine, con sus sonidos plácidos al inicio, es
definitivamente Pixies, la dinámica de bajo y batería sigue sonando impecable y
cuando todos los elementos se conjuntan y explotan, estamos nuevamente ante la
magia legendaria de la banda. Haunted House es otra pieza maravillosa con
fantasmales guitarras y coros, al tiempo que la sección rítmica nos machaca con
sus solidez de siempre. Get Simulated es una vez más la dinámica
silencio/ruido, pero ejecutada de forma más controlada, con un mejor sonido y
menos caótica, la banda ha madurado, es innegable. ¿Qué decir de Thunder and
Lightning? Otra pieza maravillosa con esas guitarras acústicas como olas y
melodías impecables. There´s a Moon On y Pagan Man son excelentes temas que suman
a la contundencia del disco. You´re Such a Sadduecce es puro Pixies, llenos de
poder, mientras el disco cierra con el tema que da nombre al disco, un tema de
pop puro, pero nada muy alejado de lo que le conocemos bien a la banda, con
guitarras incendiarias que se van sumando poco a poco. Doggerel es una muestra
más de ésta nueva etapa progresiva de los Pixies en la que, cada disco va mejorando
y nos va mostrando a una banda que está decidida a retomar su carrera con
fuerza y energía, aunque se niega a repetirse o, a hacer un ejercicio de
nostalgia. Con Doggerel los Pixies suenan renovados y proponiendo sus propias
reglas del juego.
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