GNX: El Inesperado y Explosivo Retorno de Kendrick Lamar
¿Quién podría imaginar que Kendrick Lamar, el gran titán del hip hop, irrumpiría sin previo aviso de forma explosiva con su sexto álbum? GNX (Grand National Experimental) emerge como un misil musical decidido a tomar al mundo entero por sorpresa.
A diferencia de sus obras monumentales como Mr. Morale o To Pimp a Butterfly, este disco es de manufactura compacta, y concentra toda la potencia de Lamar en un ataque directo y sin concesiones. Si Eminem lanzó The Death of Slim Shady este año, Lamar responde con una obra que marca territorio sin necesidad de grandes alardes. Lo de Eminem no dejó dudas de su técnica, pero si de su futuro. Lo de Lamar es simplemente una prueba irrefutable del inmenso talento del joven talento de Compton, y del aún brillante futuro que le espera.
Wacced Out Murals, con las vibrantes vocales de Deyra Barrera, explota como el primer proyectil de este arsenal sonoro. La producción, a cargo de Jack Antonoff y Sounwave construye un paisaje musical, luminoso, pero con pronunciadas sombras, pulido pero letal, donde Lamar despliega su técnica demoledora con una precisión quirúrgica.
En Squabble Up, el artista desata una tormenta lírica devastadora que reta a los límites del género. Mientras el álbum de Eminem navegaba en una lamentable confusión, Lamar crea una atmósfera claustrofóbica que le ayuda a amplificar su poder expresivo hasta límites casi hipnóticos.
Luther muestra otra cara de este gran artista, con la complicidad de la cantante SZA, revelando su capacidad para adaptarse y fluir entre diferentes texturas sonoras mucho más relajadas. Man At The Garden se sumerge en experimentaciones abstractas que parecen diseñadas para desafiar los propios límites creativos de Lamar.
Cada tema es un golpe certero en el blanco. Hey Now condensa historias completas en rimas que destilan identidad y autenticidad. Reincarnated explora territorios rítmicos bastante audaces, con una ejecución de bajo por demás sublime que sostiene la furia vocal del artista.
TV Off regresa una vez más a los ritmos experimentales, convirtiendo las palabras de Lamar en armas letales y en instrumentos de precisión milimétrica. Dodger Blue rinde sentido tributo al cálido funk de los 70, demostrando la versatilidad de Lamar para transitar fácilmente y de forma natural entre estilos sin perder numca su esencia.
Es muy claro que GNX no busca ser una ambiciosa revolución como sus discos predecesores, sino una relampagueante guerra de guerrillas musical. GNX es un disco duro, directo e intenso. Cada nota es un manifiesto, cada rima un puño alzado contra furia contra la monotonía y mediocridad del género.
Queda por demás entendido que Lamar no hace álbumes, Lamar construye, como verdadero artista, auténticos universos. Y en GNX, ese universo es un brutal campo de batalla donde la música sumada a las tremendas palabras estructuradas y agiles de Lamar, se convierte en el arma más poderosa.
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