La Farsa de Marilyn Cote: Una Tragedia Surrealista en México

Es ya un cliché cuando decimos que "la realidad supera a la ficción", pero nuestra imaginación, creadora de la ficción, a menudo se queda corta en comparación con la deslumbrante realidad. André Breton y Salvador Dalí, reconocidos artistas, describieron a México como un país surrealista. Ellos sabían bien, su especialidad era precisamente el arte surrealista, ese que se posiciona justo en las líneas que dividen la realidad de los sueños. No es nada difícil encontrar historias reales que parecen salidas de películas de David Lynch o de los hermanos Coen. Historias que ni el más extremo teatro de lo absurdo podría concebir.

Ayer fue detenida en Tlaxcala, su lugar natal, Marilyn Cote. Se decía nacida en Roma, Italia. Cote se jactaba de ser amiga de personalidades italianas como Laura Pausini y Eros Ramazzotti. Incluso contaba con fotografías en sus redes sociales con ambos personajes. Cote también mostraba imágenes de su presencia en portadas de revistas italianas, diplomas y premios de prestigiosas clínicas en Europa que la respaldaban como una eminencia en el estudio de desórdenes mentales.

En Internet, Cote tenía una página de su supuesta prestigiosa clínica en los Estados Unidos. Mostraba imágenes de sus colaboradores internacionales, también eminencias en campos como la neurociencia, la neuropsiquiatría y la neuropsicología. Incluso tenía videos en su canal de YouTube agradeciendo en varios idiomas los reconocimientos recibidos. Lo más impactante es que toda esta "realidad" solo existía en la mente de Cote. Desafortunadamente, esta gran y elaborada mentira creada por Cote también fue aceptada por cientos de pacientes con trastornos mentales, desesperados por una cura rápida para la depresión y la ansiedad que Cote aseguraba poder remediar en tiempo récord de hasta una semana.

Cote rentaba un consultorio en un prestigioso edificio de consultorios médicos. Nadie se dio a la tarea de verificar que Cote fuera realmente psiquiatra. Había recibido un reconocimiento del portal Doctoralia por las menciones recibidas en la página, sin que nadie investigara que esas menciones y recomendaciones habían sido hechas por ella misma. Cote se decía políglota, capaz de dominar lenguas como el inglés, el italiano y el francés, los cuales usaba para agradecer reconocimientos otorgados en Europa. Nadie verificó que Cote realmente no hablaba ninguno de estos idiomas.

Por años, Marilyn Cote construyó una gran mentira. Una abogada nacida en Tlaxcala, que al parecer estaba bajo terapia psiquiátrica y con un gran dominio del photoshop, construyó un relato alucinante, que nada tenía de cierto. Sus recetas ostentaban cédulas inexistentes, que la señalaban con estudios en Noruega y en los Estados Unidos, nada de esto era cierto. Pero la tragedia mayor es que Cote se permitía recetar medicamentos controlados, los cuales eran surtidos por farmacias que no revisaban la validez de la información de los estudios de Cote, señalados en la receta.

La historia de Cote es la de una persona con obvios trastornos mentales, pero con una inteligencia aguda para localizar serias lagunas en procesos médicos, comerciales y legales. Por años, Cote realmente "fingió hasta lograrlo" y estafó a una gran cantidad de pacientes que estuvieron expuestos a su falta de escrúpulos. Cote sabía que sus pacientes estaban en situaciones tan vulnerables que no se atrevían a denunciarla. También sabía de la enorme negligencia de las autoridades mexicanas, que ante las denuncias no actuaban de ninguna forma.

Se dice que la historia se repite dos veces, "primero como tragedia y después como comedia", pero la historia de Cote es una auténtica tragedia, que bien pudiera ser llevada al cine como una comedia, una muy absurda. En la historia de Cote, veo una alucinante realidad que dejó muy atrás las más locas fantasías imaginables. La historia que se va revelando poco a poco ante nuestros incrédulos ojos es digna del tercer mundo, de ese mundo de gente desesperada y con una educación muy pobre, de ese mundo con funcionarios a los que no les importa la ciudadanía, de ese mundo en el que la gente sin escrúpulos es exitosa. Es una historia que pudo pasar en la ex Unión Soviética, en África o en la Latinoamérica del realismo mágico de los 70, pero no en pleno año 2024, en la ciudad de Puebla, una de las principales de México.