Silvia Pinal: La Diva que Cautivó a Buñuel y Desafió al Franquismo
Con la muerte hace apenas unas horas de la actriz Silvia Pinal, podemos decir que se va de este mundo la última gran figura de la época del cine de oro en México. Esa época con la que muchos crecimos, viendo películas de Pedro Infante, de los hermanos Soler, de Tin Tan, de Arturo de Córdova o de Cantinflas. Un cine extraordinario e irrepetible, que las nuevas generaciones, afines al mundo del streaming y el cine digital, probablemente ignoren cada vez más. Recuerdo esas tardes después de llegar de la escuela y hacer la tarea. Una película "en blanco y negro" era casi obligada. El recuerdo de esa época de oro, irremediablemente morirá con mi generación seguramente.
Silvia Pinal siempre tendrá un lugar privilegiado en el cine nacional. Pero su legado artístico va mucho más allá de su trabajo en México. Pinal fue musa del mejor director de cine de la historia: Luis Buñuel. Silvia protagonizó tres cintas bajo la dirección de Buñuel, una hazaña inédita para otras actrices. Si Hitchcock estaba obsesionado con las rubias, Buñuel estaba platónicamente enamorado de Silvia Pinal. La relación artística entre Silvia Pinal y Luis Buñuel arrancó con la transgresión de alto calibre de "Viridiana". Cinta que marcaría el explosivo y anárquico regreso de Luis Buñuel a la España franquista, luego de años de exilio en México.
Buñuel comenzó su carrera en el cine junto a Salvador Dalí, filmando el clásico surrealista "Un Chien Andalou" en 1929. Los surrealistas, en su mayoría de izquierda política, tuvieron que dejar España tras la llegada al poder del líder fascista Francisco Franco, colaborador cercano de Hitler. Buñuel intentó establecerse sin éxito en los Estados Unidos. Después encontró espacio en el cine mexicano, donde grandes obras de la cinematografía mundial como "Los Olvidados", "El Ángel Exterminador" y "Simón del Desierto" (estas dos últimas protagonizadas por Silvia Pinal) serían creadas. En esta época, Buñuel se inclinó por una ávida crítica social, oculta tras un inteligente humor negro y el surrealismo más salvaje.
Fue entonces cuando Buñuel decidió atacar al franquismo a su manera, con una explosiva película. Regresó a España, llevando a Silvia Pinal, y ahí filmó "Viridiana", una película poderosa que es una dura crítica a los valores y la moral de la religión y del régimen franquista, tratadas de una forma tan astuta que pasaron desapercibidas, al inicio, por el régimen de Franco. Sería hasta el triunfo de la película en el prestigioso Festival de Cine de Cannes en Francia (donde Buñuel era admirado), que el régimen de Francisco Franco se dio cuenta de la pesada broma que Buñuel les había jugado justo en su cara. Franco ordenó de inmediato que se quemaran todas las copias de la cinta, siendo salvada una, precisamente por Silvia Pinal, quien al regresar a México, la ocultó entre sus pertenencias.
Buñuel regresó a México para filmar un par más de películas legendarias, y después se estableció en Francia, donde filmó otros clásicos más como las disruptivas "Bella de Día" y "El Discreto Encanto de la Burguesía". Buñuel pasaría a la historia como el director de cine más grande de la historia, quizá solo igualado por el gran Alfred Hitchcock. La herencia artística de Buñuel se extendería a otros cineastas como David Lynch, Alejandro Jodorowsky, Arturo Ripstein y Pedro Almodóvar. Silvia Pinal se convertiría en una de las más grandes estrellas en México, tanto del cine como de la televisión.
La relación entre Silvia Pinal y Buñuel no solo destacó por su colaboración artística, sino también por la profunda admiración y respeto mutuo. Pinal, con su talento y presencia magnética, se convirtió en la protagonista perfecta para las visiones surrealistas de Buñuel, dejando una marca indeleble en el cine mundial.
En "El Ángel Exterminador", Pinal brilló con una interpretación que encapsulaba la crítica social y el absurdo, dos elementos constantes en la obra de Buñuel. En "Simón del Desierto", mostró su versatilidad al dar vida a personajes complejos en escenarios igualmente desafiantes. Cada película fue una prueba de su capacidad para trascender los límites del cine convencional y explorar nuevas fronteras narrativas y estilísticas.
Pinal no solo fue una actriz excepcional, sino también una pionera que desafió las normas y abrió camino para futuras generaciones de artistas. Su valentía al participar en proyectos controvertidos y su capacidad para interpretar personajes multidimensionales la convirtieron en una figura icónica, no solo en México, sino en todo el mundo.
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