The Revenge of Alice Cooper: Un Retorno Sin Colmillos
El nuevo disco de Alice Cooper duele. Y no porque sea brutal, irreverente o descarado, sino porque no logra nada de eso. Con “The Revenge of Alice Cooper” muchos esper谩bamos un golpe de nostalgia letal: casi toda la banda original reunida, el toque maestro de Bob Ezrin en la producci贸n —el mismo que cincel贸 joyas con Deep Purple y que incluso logr贸 insuflar algo de vida a los resucitados MC5— y la promesa de devolvernos el filo venenoso de aquellos discos legendarios de los 70s. Pero desde que arranca el primer tema, ir贸nicamente titulado de forma sublime: Black Mamba, lo que se escucha es un suspiro cansado, un animal viejo intentando recordar c贸mo se muerde.
Ezrin, que en su d铆a tom贸 a un grupo ca贸tico y lo convirti贸 en un fen贸meno del hard rock, aqu铆 parece que s贸lo logr贸 prender una chispa que nunca se convirti贸 en incendio. La secci贸n r铆tmica formada por Neil Smith y Dennis Dunaway a煤n suena con cierto poder, pero las guitarras, que antes se sent铆an como cuchillas oxidadas cortando en la oscuridad, ahora est谩n desdentadas. La ausencia definitiva de Glen Buxton pesa como un epitafio: Michael Bruce sigue siendo peligroso, s铆, pero no basta para tapar ese hueco enorme. Wild Ones rescata algo de la antigua electricidad, aunque apenas alcanza a encender una bombilla donde antes hab铆a un rel谩mpago.
¿Y Cooper? Sigue siendo Cooper: teatral, retorcido, capaz de escupir l铆neas que sorprenden… pero no logra sostener la intensidad ni el caos durante todo el disco. Para cuando llegamos a Up All Night, la banda parece recargarse demasiado en Smith y Dunaway. Tal vez en los 70s habr铆a sido un himno sucio e inmortal; hoy suena a nostalgia barnizada con unas guitarras grunge que s贸lo maquillan la falta de furia real. One Night Stand tampoco es de lo mejor, pero al menos nos recuerda por qu茅 Alice fue piedra angular del rock g贸tico que m谩s tarde respiraron The Damned y Bauhaus.
Despu茅s todo se desmorona: Crap That Gets in the Way of Your Dreams suena como una parodia innecesaria de los Kinks; Money Screams parece un tema perdido de Cooper en los 70s: ideas hay, pero chispa no. Y la gran tragedia del disco es esa sensaci贸n de relleno que lo ahoga: demasiados cortes que no aportan nada, evidenciando que esta reuni贸n, como la que se esboz贸 en Detroit Stories, no alcanzaba para llenar un 谩lbum completo. Da la impresi贸n de que Cooper guard贸 lo m谩s potente para su carrera en solitario, como quien esconde el as bajo la manga.
Lo curioso es que, cuando todo parece acabado, el cierre respira algo mejor: Intergalactic Vagabond Blues tiene garra, aunque no rompe nada; What Happened to You coquetea con la emoci贸n, pero se queda en riffs apresurados y rock n’ roll inofensivo. I Ain’t Done Wrong es otra buena idea que suena inacabada, mientras que See You on the Other Side resulta tediosa, mostrando un pozo de ideas medio vaciado.
Al final, queda un sabor amargo: ver a la banda original de vuelta era una fantas铆a tan tentadora como peligrosa. Pero la condici贸n f铆sica y creativa del grupo (salvo Cooper) ya no alcanza. Alice parece haber decidido no arriesgarse del todo, reservando su veneno para lo que venga despu茅s, en solitario. Y aunque duele decirlo: el monstruo que tanto am谩bamos esta vez no ruge... apenas existe...



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