Abandonando la Mesa de Negociación No es un Triunfo.
Abandonando
la Mesa de
Negociación No es un Triunfo.
Todavía recuerdo que hace poco más de un
año, antes de las elecciones presidenciales anteriores, partidarios de la
izquierda denunciaban la existencia de un “PRIAN”, es decir, una concertación
entre ambos partidos para conservar el poder, en una suerte de dupla que lo
mantenía lejos de las masas, lejos de las clases marginadas, de esta manera, el
PRD, principal representante de la izquierda en aquel momento, se
autodenominaba, “la única opción” real, el único voto que verdaderamente podía
hacer una diferencia.
El día de hoy, nos enfrentamos a una
nefasta “reforma” fiscal que arremete contra la clase media, la misma clase
cuyo crecimiento ha hecho despegar a países como Brasil, Rusia y Turquía, una
clase mejor preparada, más dispuesta y que tiene la oportunidad de crear nuevas
oportunidades de empleo, lo que más necesita el país y el mundo en estos
momentos, el problema de una creciente clase media, como lo ve el gobierno de
México, y que ya he señalado en otras ocasiones, es que una clase media es más
exigente, pide mejores concisiones de seguridad, mejores condiciones de salud,
mejor infraestructura, y de educación, exigencias que a un gobierno mediocre,
como el que tenemos ahora, no le resulta conveniente, al gobierno actual le
conviene debilitar a la clase media, empujarla a descender y a convertirse en
semillero de la clase baja, una clase más preocupada por sobrevivir que por
crecer, cuyas exigencias son básicas, y a veces fácilmente se prestan a ser manipuladas
a cambio de pequeñas dadivas, y aquí surge la fatal conexión entre el PRI y el
PRD.
De sobra sabemos la explotación que ha
llevado a cabo por décadas el PRI de las clases más necesitadas, es una formula
que siempre les ha funcionado y que les ha valido regresar al poder, ahora el
PRD debilitado por la salida del radical AMLO y una total desorganización
interna se aferra a lo que podría ser su ultima tabla de salvación, pero que al
final, sin duda les devolverá un costo político del que no habrán de reponerse.
Hoy más que nunca la podredumbre política
busca explotar las necesidades de las clases bajas, engaña prometiendo paraísos
dónde no hay impuestos, ¡Que bonito!, pero son estos impuestos los que impulsan
al país, los que lograr crear mejores condiciones si estos son bien dirigidos,
si solo algunos pagan impuestos suceden varias cosas, se va degradando el país,
se debilita la creciente clase media y los que pagan cada vez más impuestos
buscan la informalidad para compensar, al final, la suma termina siendo un
costo que impacta y termina dañando la economía.
Para los que hablaron del PRIAN desde la
izquierda, siempre habrán excusas, ahora dirán seguramente que el PRD ya no es
de izquierda, que ahora la izquierda es MORENA, han brincado como pulgas de un
perro a otro, se han ido a la radicalidad teórica, en la cual “todo esta mal”,
y sólo ellos tienen la respuesta, pero que en la practica de sobra se sabe que
su propuesta utópica es retrograda, y poco progresista, ¿Estaríamos mejor con
un gobierno como el de Venezuela? Países con una postura de izquierda radical
como Corea del Norte parecen empezar a abrirse al mundo, a adoptar las
tendencias de apertura de China, de sobra sabemos que esas ideas radicales no
llevan a ningún lado.
En últimos meses he tenido muchas dudas
sobre le PAN, que bueno que se hayan negado a ser parte de este ataque al
futuro de México, que mal que no se hayan opuesto de manera más enérgica,
abandonan el congreso mostrando su desagrado de la farsa orquestada por el PRI
y el PRD para llevar a cabo esta “reforma”, pero no es abandonando la mesa de
negociaciones como se gana, en la política todavía se cree que echando la culpa
y dejando que las cosas pasen se gana, y no es así, todos perdemos, y si el
costo político caerá sobre los que cometieron errores, también caerá sobre los
que no evitaron que estos errores fueran cometidos.
Yo ya no quiero políticos en el poder, los
partidos políticos han hecho DEMASIADO daño al país, urge una propuesta
verdaderamente ciudadana.
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