Entre el terrorismo y el imperialismo ruso
Entre el
terrorismo y el imperialismo ruso
Por: Mois茅s Naim
“Hay una intersecci贸n entre el terrorismo y el imperialismo, un curioso
cruce que me hace pensar muchas cosas, un atentado terrorista en un teatro de
Mosc煤, se culp贸 a terroristas chechenos, eso dio pie a la entrada de Rusia en
Chechenia y a que Vladimir Putin se fortaleciera en el poder.”
Erreh Svaia
Tomado de:El Tiempo
As铆, en Siria, Europa est谩 en una alianza militar con la
Rusia de Vladimir Putin, mientras que en Ucrania, trata de contener los
apetitos imperiales de... Vladimir Putin.
En Siria, la Fuerza A茅rea rusa bombardea los bastiones del
Estado Isl谩mico en estrecha coordinaci贸n con las Fuerzas Militares de los
pa铆ses miembros de la coalici贸n anti-EI. En represalia a la beligerante conducta
del Kremlin en Europa del Este, la Uni贸n Europea impuso severas sanciones
econ贸micas a Rusia. As铆, con su decisi贸n de tomar Crimea, desestabilizar
Ucrania para devolverla a su esfera de influencia, y con sus amenazas a los
pa铆ses b谩lticos, Putin logr贸 lo que d茅cadas de reuniones cumbres y manifiestos
no hab铆an conseguido: una Europa unida y capaz de tomar decisiones dif铆ciles en
pol铆tica exterior y mantenerlas con sorprendente disciplina.
Por su parte, el Estado Isl谩mico tambi茅n logr贸 cambios no
menos sorprendentes: una Europa dispuesta a aliarse con Rusia para enfrentar
militarmente a la amenaza yihadista en Siria. Pero eso no es todo: el Estado
Isl谩mico tambi茅n logr贸 que los archienemigos Ir谩n y Estados Unidos coordinaran
sus acciones militares en Siria e Irak en su contra. Y que Ir谩n y Rusia
abandonaran sus recelos y rivalidades para colaborar en la defensa del r茅gimen
de Bashar al Asad.
Todo esto era inimaginable poco tiempo atr谩s. Y no es solo
sorprendente y enredado sino, tambi茅n, muy inestable. Es poco probable que
estos arreglos de conveniencia entre naciones cuyos intereses fundamentales son
tan diferentes mantengan estas alianzas y acuerdos a largo plazo. Tambi茅n es
improbable –aunque no imposible– que Europa mantenga las sanciones a Rusia. Formalmente,
su eliminaci贸n depende de que haya un alto el fuego permanente entre Ucrania y
los movimientos separatistas armados y patrocinados por el Kremlin. El actual
r茅gimen de sanciones a Rusia expira a finales de enero y, aunque los l铆deres
europeos han declarado su intenci贸n de prorrogarlo, los ataques en Par铆s y la
sensaci贸n generalizada de que la prioridad es fortalecer las defensas de Europa
contra el terrorismo islamista est谩n socavando el apoyo a la l铆nea dura contra
el Kremlin. Es obvio que, entre los europeos, el temor al terrorismo islamista
es mucho m谩s intenso que el temor al imperialismo ruso.
Adem谩s, Putin parece haber abandonado sus posturas m谩s
beligerantes y expansionistas. Rusia ya ha retirado una parte importante de sus
tropas de la zona en conflicto, y los l铆deres separatistas ucranianos (que son
controlados por el Kremlin) declaran con creciente frecuencia que la guerra se
termin贸. Hace poco, Rusia sorprendi贸 al Gobierno de Ucrania ofreci茅ndole ayuda
para reestructurar su deuda externa y apoyo para la estabilizaci贸n de su
econom铆a. Y el Putin que asiste a los foros internacionales es menos pugnaz que
el Putin que daba amenazantes discursos sobre la ‘Nueva Rusia’ que recuperar铆a
territorios perdidos y protagonismo mundial. Ese, adem谩s, era el Putin que
gozaba de la seguridad que le daba el vender el petr贸leo a m谩s de 100 d贸lares
por barril (ahora el precio est谩 a 60 d贸lares, y Rusia necesita que suba a m谩s
de 110 para equilibrar sus cuentas).
No es de sorprender, entonces, el inter茅s de Putin por hacer
lo necesario para que las sanciones sean eliminadas. Le han costado a la
econom铆a rusa m谩s del 1 por ciento de su Producto Interior Bruto.
Puede ser, por lo tanto, que la aventura militar de Putin en
Siria le haya comprado un alivio econ贸mico. Si bien es plausible que una de sus
motivaciones al intervenir militarmente en Siria fue la de impedir la ca铆da de
Al Asad, no hay duda de que otra fue la de convertirse en un jugador
indispensable en ese terrible tablero, junto con Europa, Estados Unidos y los
dem谩s pa铆ses de la regi贸n que est谩n involucrados en el conflicto. Quiz谩s en las
negociaciones no se haga tan brutalmente expl铆cito el que la alianza contra el
terrorismo islamista no puede ir de la mano de las sanciones con las que sus
aliados castigan a Rusia por lo de Ucrania. Pero es obvio que ahora Putin tiene
una carta que no va a dejar de usar.
Sin embargo, si Europa logra mantenerse unida, no levanta
las sanciones prematuramente y as铆 sigue presionando para que Putin abandone
sus pretensiones de “recuperar” Ucrania, quiz谩s se pueda lograr un buen
resultado:
limitar las aventuras imperiales de Putin en Europa por un
tiempo y ganar un importante aliado en la lucha contra el Estado Isl谩mico. No
estar铆a mal.



Comments
Post a Comment