Leones Dementes y Feroces



Leones Dementes y Feroces

“Recemos no para ser protegidos del peligro, sino para no tener miedo al enfrentarlo.”
Rabindranath Tagore

 Por: Ghost Writer
A pesar de los descalabros políticos, que todos los países latinoamericanos hemos tenido, Argentina siempre se ha mantenido a la vanguardia en temas musicales, grandes bandas han salido de ese país, líder sin duda alguna a la hora de establecer tendencias musicales, con músicos formidables que no temen a experimentar con ideas novedosas.

Hace poco les platicaba sobre Lulu, en mi opinión el mejor disco que Lou Reed pudo editar en su vida, de alguna manera uno de los discos en que pudo plasmar a fondo su visión y una ofensiva musical de primer nivel contra todos los que le dieron la espalda en vida, resulta interesante pensar que la semilla de esa colaboración haya tenido parte de su origen en el lejano cono sur, en las hermosas tierras Argentinas.

Bill Laswell, conocido bajista y productor, colaborador cercano al gran John Zorn, concibió hace años un concepto sobre las colaboraciones complejas entre artistas aparentemente incompatibles, aunque no un concepto del todo nuevo, Laswell supo darle fuerza y de ahí salieron cosas como Last Exit, probablemente Andrés Giménez, músico Argentino de música pesada tuvo esto en mente cuando concibió la idea de trabajar con los temas del canta autor León Gieco, una surte de "Bob Dylan" de aquella tierra sureña, dando pie al proyecto denominado "Un León D-Mente", haciendo referencia a Gieco, y al proyecto de rock duro de Giménez en aquellos años.

Un León D-Mente es un disco innovador para la época y seguramente impactante para los seguidores de cualquiera de los dos artistas, un choque directo al sistema, provocativo, repleto de las reflexivas letras de Gieco y las feroces guitarras de Giménez, que proporcionan a éste León, aún más ferocidad.

Cabe resaltar la actitud sin miedo de Gieco, quien suena perfectamente conectado con la ferocidad de D-Mente, adaptándose a la perfección a la batalla entre rabiosos guitarras y brutales baterías orquestadas por Giménez, las cuales dan nueva vida y una mayor calidad contundencia a las ya reconocidas canciones de Gieco.

Pensar en Nada es una granada de mano explotando en nuestras manos, el acople entre Gieco y la banda es espectacular, La Mamá de Jimmy resulta una feroz marcha con una vocal prodigiosa a cargo de Gieco, La Memoria de por si tema de fuerte arrastre, adquiere proporciones épicas y ni que decir de Igual a Igual, mi tema favorito de disco en el cual Gieco suena inmenso con una poesía que a fuerza de guitarras y brutales baterías se vuelve profético.

Este disco puede no haber tenido gran repercusión comercial a nivel internacional, pero les valió la petición por parte de Metallica para ser teloneros en sus presentaciones en ese país, ni duda cabe que semejante monstruo de dos cabezas dejó huella en el inconsciente de la banda, al grado de que posiblemente aquí se empezó a gestar dentro de la banda la inquietud de llevar a cabo ese proyecto de colisión musical con algún canta autor de alto calibre y de naturaleza osada, Neil Young, Tom Waits y Scott Walker vendrían a la mente, pero en su lugar, y de manera prodigiosa entró en el proyecto Reed, padre del underground estadounidense, el resto, ya lo hemos platicado.


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