Asumiendo Riesgos

Asumiendo Riesgos

Por: Erreh Svaia
Full Metal Lifehacker

De acuerdo al libro más reciente de escritor Nassim Nicholas Taleb, "skin in the game" (literalmente “piel en juego”, significa asumir riesgos, "arriesgar el cuello", o como decía un nefasto jefe que alguna vez tuve (que sólo lo decía y nunca lo aplicaba personalmente, sus otras palabras favoritas eran “tengo miedo”, esa sí, siempre en primera persona), "atravesar el cuerpo", tal y como los antiguos generales marchaban al  frente de sus ejércitos rumbo a la batalla, arriesgando sus propias vidas antes que las de sus subordinados; cuando pides consejo a tu asesor financiero sobre cómo invertir tu dinero, te preguntas ¿Si él realmente invierte su propio dinero, o sólo práctica y aprende ha hacerlo con el tuyo? "Skin in the game" es una cuestión de honor, justicia y compromiso, asumir riesgos en primera persona, asumir riesgos en conjunto y distribuir de forma justa la recompensa, creando así un sistema armonioso y simétrico.

Bajo las premisas expuestas en el libro de Taleb, y descritas anteriormente cabe preguntarnos bajo el contexto actual de las próximas elecciones presidenciales, ¿Qué partidos y qué candidatos están realmente "jugando su pellejo" en la contienda? ¿Qué se está jugando realmente el actual puntero? "El futuro de México” dirán los más idealistas, pero eso es sólo un bonito concepto y nada más, ¿Andrés López está arriesgando su persona o su libertad? Su vida difícilmente podría estar en juego tras más de diez años en continua compaña pública, eso sí, cuando fue jefe de gobierno se había proteger por un grupo de élite (las llamadas “Gacelas” o las “Ángeles de Andy”, como solían llamarlas), y a diferencia de otros países, López el opositor no corre peligro de ser un preso político como Leopoldo López en Venezuela o Alexei Navalny en Rusia, ¿Arriesga López su dinero? Tampoco, ya que presume no temer ¿Arriesga un puesto político? Hace años que no tiene uno ¿Arriesga a su partido? Tal vez, pero no de la forma que uno esperaría,  el gran riesgo del partido de López es precisamente el no ganar las elecciones presidenciales, ya que de no ganarlas, al ser él, el único líder real en éste, es muy poco probable la supervivencia de éste, y ahí cabe mencionar una de las fallas en cuanto a consistencia de López,  y es el hecho de que él no arriesga en primera persona, usa a los demás para asumir los riesgos, a la gente que lo apoya, al partido, a los candidatos del partido, a las empresas, al país y a sus colaboradores cercanos, en el caso particular de López podemos afirmar que es quien tiene más que ganar, y menos que perder, lo único que tiene López que perder es el impulso que lleva, y el poder, y ninguno de los dos es propiamente suyo, ya que ese impulso se ha logrado sólo como espectador crítico del gobierno o explotando el papel de víctima, mientras el poder se lo ha concedido la gente ciega en un irracional afán de justicia, ni siquiera en un debate quiso arriesgarse López, así de conservador y contrario a tomar riesgos.

¿Quiénes han incurrido en riesgos verdaderos con rumbo a las elecciones? El PRI por supuesto,  el partido conservador por excelencia ha tenido que dejar su zona de confort (entre duras acusaciones de corrupción y de incapacidad para resolver el tema de la seguridad) designando a un candidato ajeno al partido (poniendo en grave riesgo su conocida “disciplina”), al grado de cambiar sus estatutos para poder proceder con ésta acción, enfureciendo a gran parte de su base dura; el PAN, que además de formar una coalición con partidos de centro izquierda, sostuvo una pugna interna por el poder, que terminó con la salida de su hasta entonces más fuerte candidato, Margarita Zavala; el PRD, que dejó atrás sus corrientes populistas y caudillistas que lo habían llevado muy cerca del triunfo en el 2006, para buscar redefinirse como un partido moderno, respaldando a un candidato ajeno a sus filas en la CDMX (al parecer abriendo paso a la actual estrategia del PRI), además de una iconoclasta alianza con el partido de derecha por excelencia, el PAN, asumiendo el riesgo de perder fuerza y miembros, como ha sucedido en Alemania al partido Socialdemócrata en su alianza con el partido Demócrata Cristiano; he visto a Zavala, aunque decepcionante en el primer debate, arriesgar como candidato independiente sin el respaldo de un partido, impedida de recuperar su fuerza y arrastre anterior como miembro del PAN; a un Ricardo Anaya que se la sigue jugando a cada minuto, desde que lanzó su cruzada personal por el poder dentro del PAN, posteriormente como presidente del partido y después no sólo como candidato de éste, sino también de la coalición PAN-PRD-MC, incluso arriesgando más y yendo en línea recta contra el oficialismo, que ya ha mostrado su capacidad de usar la maquinaria judicial contra de Anaya; incluso el candidato oficial, José Antonio Meade, ha incurrido en un gran riesgo en primera persona, asumirse al frente de un partido al que es ajeno y buscar ganarse a la base dura de éste, echar a la borda una intachable carrera como servidor público de primer nivel alejado de los partidos, y por si fuera poco convertirse en blanco de irracionales ataques que prácticamente de la noche a la mañana decidieron de forma tendenciosa convertirlo en el responsable de todos los males del país.

Gran parte de los candidatos han asumido riesgos en primera persona rumbo a las elecciones, tal y como debe ser, riesgos a tomar en cuenta, y que nos hablan incluso más que sus mismas promesas, mientras que aquellos que han utilizado a otros para asumir esos riesgos, hay que saber señalarlos y tener bien claro que en ningún momento han "atravesado el cuerpo", y como malos generales han mandado a sus subordinados por delante, todo en busca del poder, creando una notable asimetría que no sólo rompe un proceso y le resta virtud, sino que incluso amenaza con dividir el país y ponerlo ante una grave encrucijada, sólo uno de ellos veo sin asumir riesgos verdaderos en su persona y en espera de tener la gran recompensa.

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